De ganar este partido quedaba en inmejorable posición para clasificar. Sigue ahí, en la pelea, pero este empate 1-1 contra Rosario Central los deja con gusto a poco. Y como no, si Huachipato estuvo más de 80 minutos con un jugador más, en ventaja en el marcador y contó con muchísimas ocasiones para anotar y cerrar el juego. El elenco argentino, que tampoco renunció a jugar, emparejó pillando mal parada a la zaga “local” y, al final, terminó rezando para que el juego acabara.
Antes de los diez minutos, el delantero mexicano Luca Martínez recibió dos tarjetas amarillas, en menos de un minuto. La segunda, tras una fuerte entrada sobre el portero Gabriel Castellón. Nada que protestar. La visita no varió su pizarra ni su juego, aunque con un atacante menos y el acero apostó a que el esfuerzo físico le pasaría la cuenta en algún momento a Central, cosa que ocurrió, recién, en los minutos finales.
Con un incisivo Walter Mazzanti y el siempre metedor Cris Martínez como banderas, Huachipato imponía sus términos y el gol llegó tras un saque lateral. Ahí, Maxi Rodríguez peleó con Almada y el paraguayo Martínez se avivó para meterse entre centrales y arquero, ceder hacia atrás y encontrar a Javier Altamirano solo de frente al arco. El zurdo, de buen primer tiempo, solo tuvo que empujarla.
Los extremos siderúrgicos se cambiaban de lado y descolocaban a los transandinos. Álvaro Garrido reemplazaba ayer a Poblete, pero es de otras características y, sin participar tanto del juego, se encontró un par de veces frontal a la portería rival y elevó sus remates. Luvera se tomaba la cabeza, mientras presentía que esos goles perdidos podían penar.
Rosario tuvo sus cosas y amenazó recién volviendo de camarines con tirazos Gamba y Ferreyra, apenas desviados. Un aviso de que Huachipato no debía confiarse ni dar por muerto a un buen equipo que podía tener un segundo aire. Y lo tuvo con el ingreso de Marinelli que, en una de sus primeras jugadas, picó al espacio, por la derecha, y su centro encontró la cabeza de Diego Zabala. Mazzantti fue quien perdió el balón en la zona media y Central apuró ante una retaguardia que quedó mal parada.
Y ahí fue Luvera quien movió las piezas, aunque siempre puesto por puesto, intentando con piernas más frescas. Los de la usina se pararon siempre muy en campo contrario , peligrosamente a ratos, y apostaron al ataque directo, donde se sumaban los volantes y, así, pudo anotar Nicolás Baeza, entrando en solitario, pero chocó con el buen arquero Broun.
Nicolás Silva también tuvo la suya y Martínez estuvo cerca cabeceando ante la mala salida del golero argentino que terminó impactándolo, mientras el guaraní, en el piso, y Luvera, en el banco, pedían penal. Pudo ser, pero lo cierto es que el choque fue después del testazo, que ya iba afuera. ¿Una más? En el minuto 93 Martínez se lanzó con todo la derecha, cabeceó a abajo y Broun salvó su barco.
Rosario lo celebró como un triunfo, mientras Huachipato lamentó un empate que saben debió ser más. Siguen líderes del Grupo A de Copa Sudamericana, con 5 puntos, pero dejan pasar una oportunidad de oro. Demasiado cerca.