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¿Experiencia o juventud? El debate en torno a la edad de los técnicos

Adiferencia de lo que ocurría en épocas pasadas, ahora es común que en varias disciplinas se pase de forma muy rápida de la cancha a la banca. Junto con ello, las instancias de formación también han evolucionado. Voces de diferentes deportes entregaron su visión respecto a ambos perfiles.

Fotografía: Andrés Oreña P.

En muchos deportes, cada vez suele ser más común que aparezcan entrenadores de corta edad. Tanto en damas como en varones, que no pase mucho tiempo entre dejar la actividad como jugador y pasar a la banca, a dirigir. Un fenómeno que también ha crecido por la evolución de las instancias formativas, donde igualmente empieza a ser frecuente que personas, sin experiencia previa como deportistas a nivel profesional, se aventuren en una carrera técnica. En ese escenario, ¿está perdiendo valor la experiencia por sobre la fuerza de una juventud que viene sin ese recurso valioso que es la trayectoria y los “años de circo”?

Al hacer un sondeo con voces de varios deportes, y de diferentes debates, es posible encontrar varias posiciones al respecto. Josefina Viafora, jugadora de Basket UdeC, aseguró que “creo que ambos tienen cosas buenas. Los más experimentados claramente han tenido que llevar muchas situaciones diferentes y, por lo tanto, tienen sus ideas claras a la hora de jugar, y con lo más jóvenes creo que existe un mayor acercamiento y confianza, lo que te genera comodidad a la hora no sólo para jugar, sino de compartir tus ideas o puntos de vista”.

Sobre si puede haber, de entrada, un mayor respeto por quien tiene más trayectoria, comentó que “sí, claramente pasa con quien tiene una trayectoria mayor en el ámbito, es mucho el conocimiento que tienen por llevar años dirigiendo o viendo el basquet más de cerca. En mi caso, me ha tocado compartir con ambos perfiles, pero más con jóvenes y ahí se ha dado una mejor conexión, más afinidad, por el tema de la cercanía de edad”.

Daniela Castro, jugadora de vóleibol del Deportivo Alemán, indicó que “creo que ambos perfiles son buenos, uno aporta sabiduría y experiencia y los jóvenes pueden venir con ideas nuevas y distintas perspectivas”. Señaló, además, que en su carrera han sido más los técnicos de experiencia, y coincide con Josefina Viafora en que, a priori, generan más respeto. “Claro que pasa, por la experiencia de conocer situaciones se le tiene un respeto en términos de que pueden saber más, porque ha conocido más cosas y han estado en diferentes escenarios”.

Guillermo Jiménez fue jugador de vóleibol por más de una década y ahora lleva más de cinco años como entrenador. Desde su perspectiva, la edad no debería significar una desventaja para quien es más joven.

“Como jugador, siempre tuve técnicos con experiencia, nunca alcancé a tener uno que viera como un igual por cercanía de edad. En ese sentido, en la actualidad hay técnicos que parten más jóvenes, y no creo que la edad sea un factor determinante, sí la preparación que uno tenga. Hay entrenadores con experiencia en cuanto a años, pero no se preparan, no se van actualizando, que es algo muy relevante. Y por otra parte, hay técnicos jóvenes, que se preparan mucho pero les falta la parte de haber dirigido muchos equipos. Una persona que es joven, y aparte de prepararse desde lo teórico, tiene la chance de dirigir pronto, no tiene mucho que envidiarle al más experimentado”.

Sobre los prejuicios que puede haber con una persona más joven, afirmó que “estamos en un país lleno de prejuicios, y es probable que, al momento de decidir entre una persona con experiencia y alguien más joven, se prioriza a quien tiene una trayectoria más larga. Es probable que esa visión le quite chances a los más jóvenes de plasmar lo que saben. Pienso que no hay edad para la calidad profesional”.

Diferencias y semejanzas

Monserrat Sabag, atleta que acaba de competir con éxito en el Nacional de Santiago, indicó que “mi experiencia con Jorge Grosser como técnico ha sido espectacular. Lo que admiro de él es que, a pesar de sus años y de haber logrado muchas cosas, sigue teniendo la misma pasión por lo que hace. Va donde sea, se moja, no le importa si hay truenos o relámpagos, siempre está ahí. Y eso le da autoridad para exigirte. Aunque sea un trote, siempre te pide el máximo”.

Además, añadió que “obviamente que también sabe mucho de lo técnico y entiende perfectamente al atleta. Todos los que estamos en esto sabemos quién es Jorge Grosser, llegó a ser olímpico y es una inspiración. Eso te lo da el recorrido. Siempre intuye qué te puede estar pasando y hay algo que va más allá de qué edad tengas y es que el profe te da ánimo, te llama, se preocupa por ti. En pandemia se preocupa de que tu ánimo no decaiga”.

Josefa Quezada, quien también compitió en el Nacional de Atletismo y logró excelentes resultados, afirmó que “creo que hay cosas que solo te las da la experiencia, que no se miden. A mí me entrena el profesor Jorge Grosser y es increíble cómo siempre sabe qué hacer y cuándo. Ahora yo estaba lesionada y él supo inmediatamente cuándo ya debía moverme, cuándo aumentar la carga. Sabe los tiempos. La experiencia le da un ojo especial para saber cuándo alguien es bueno o no, para decirte ‘tú no deberías correr esta prueba, tú estás para esto otro’. Eso pasó conmigo, fue él quien se dio cuenta que yo era para 1.500”.

Al respecto, agregó que “los entrenadores nuevos tienen métodos más modernos, pero no significa que los más antiguos no tengan una planificación. Es fundamental. El profe es muy planificado y también maneja mucho el tema de las mediciones de distintas variantes del cuerpo y cómo funciona. Lo mejor es que también se da el tiempo de conocer a la persona, te genera confianza”.

Evelyn Bastidas, en el hockey, convive con dos realidades: ser dirigida como jugadora en Country Club y conducir a varias categorías del Club Amanecer. “Los entrenadores experimentados tienen trayectoria, harto conocimiento, pero los jóvenes igual son más innovadores tal vez, están más actualizados. Las escuelas de preparación han ido mejorando con el tiempo, entonces hay una muy buena formación de los técnicos más nuevos. Personalmente, me quedo con los experimentados, que también han pasado por tantas pruebas, experiencias y momentos”, dijo.

En esa línea, añadió que “el aprendizaje que tienen es súper potente, aunque con esto no quiero decir que uno no pueda aprender de los que están partiendo. Como dije antes, la innovación, creatividad y atreverse a hacer más cosas es admirable, aunque a veces les juega una mala pasada el sentirse menos experimentados”.

Bastidas también destaco que, en algunos casos, a los entrenadores más nuevos no les resulta fácil asumir en propiedad su cargo. “Hay algunos que, teniendo muchas capacidades, les cuesta creerse el cuento, y tiene que ver también con el empoderamiento de los más experimentados. No todos son solidarios en ese sentido. En mi caso, yo siempre destaco que tuve muy buenos y me entregaron todos sus conocimientos, como Alejandro Wolansky, que es mi mentor, y Claudia Artigues en su momento, que fue muy solidaria conmigo. Tuve mucha fortuna y apoyo cuando comencé. Hoy en día, los más experimentados no deben sentir una amenaza de los jóvenes, al contrario. Así, es la única forma de crecer en nuestro deporte”.

Paulino Gárate, jugador de Los Troncos, aseguró que es positivo darle posibilidades a los más jóvenes, especialmente cuando tienen nexos profundos e identificación con un determinado club.

“Creo que, en general, en el medio falta entregar más oportunidades a los entrenadores más jóvenes. Hay algunos que vienen haciendo las cosas bien hace bastante tiempo y necesitan dar ese salto a los planteles adultos competitivos. Sobre todo en los entrenadores de la cantera, que conocen el medio, el nivel de competencia y los más importante es que tienen sentido de pertenencia y conocimiento de los jugadores”, indicó.

En el fútbol, Fernando Lazcano comentó que “me ha tocado con técnicos de la vieja escuela y de la nueva y son muy distintos. Los primeros ocupan harto la viveza, son menos cuadrados con los esquemas. Nelson Acosta jugaba contra Colo Colo y metíamos línea de cinco atrás sin asco y siempre hacíamos partido. Apelan al camarín, a lo emotivo. No son de andar midiendo los kilómetros que corriste”.

En ese sentido, agregó que “los técnicos nuevos sí ocupan hartas mediciones, datos, videos, GPS. Y lo encuentro súper válido. Si sabes darle el uso adecuado, ayuda. Ahora, los datos no entran a la cancha, no juegan. Me acuerdo de Cavalleri, otro de la vieja escuela, que pescaba a Mauro Lagos, lo mandaba donde un 10 y su función era que ese rival no jugara. Nada más. Ahora todo es más computarizado, menos espontáneo. De los nuevos, me tocó con Larcamón y Jaime García. Larcamón es de mucho dato y le ha ido muy bien así. García es joven, pero su estilo es vieja escuela. Esa que está muriendo un poco porque los que gustan del dato y los números los tildan mucho de ‘pichanga””.

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