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Deportistas y Covid-19: cómo puede afectarles cuando se contagian

Efectivamente, por sus capacidades y preparación física, de contraerlo en la mayoría de los casos no tiene un impacto mayor. Sin embargo, a algunos sí les ha provocado efectos importantes, sobre todo en volver a retomar su mejor rendimiento, tanto en lo físico como en lo mental. Además, conozca cuáles son las disciplinas que implican un mayor riesgo.

Por: Ricardo Cárcamo - Carlos Campos 22 de Marzo 2021
Fotografía: Archivo

Sin dudas, entender cómo puede afectar el coronavirus a una persona aun está en estudio. Lo que sí se ha dicho es que si una persona no tiene enfermedades de base, lleva una buena alimentación y practica actividad física tiene mayores posibilidades de afrontar de mejor manera un contagio. Por ello, también está la creencia que los deportistas de elite aparecen como “intocables”. Y si bien en la mayoría de los casos no sufren graves consecuencias, sí pueden tener algunas secuelas de importancia a corto y mediano plazo, sobre todo en la parte física y mental para retomar su mejor rendimiento.

Hace unos días, tras ganar el ATP 250 de Santiago, el tenista Cristian Garín confesó que tuvo Covid, y que le costó mucho volver no sólo en lo físico, sino en lo mental, en la confianza de estar de nuevo en la cancha sin pensar en las complicaciones físicas. El futbolista Juan Leiva contrajo el virus en diciembre pasado, cuando estaba en Unión La Calera, y aseguró que vivió cuatro días “muy malos”. Además, que tras estar de alta también no se sentía normal en sus primeros partidos después del contagio, pues cuando tuvo el virus sufrió fuertes malestares musculares, fiebre y dolor de cabeza.

En primera persona

Marcelo Salas, arquero ex Linares y Lota, tuvo Covid dos veces. “Las primeras semanas fueron complicadas. Me quitó la motivación por varias cosas. Primero, el miedo a contagiar a mi familia era muy grande. Además, sólo por el hecho de tener el virus se me alejó mucha gente, casi que me tenían miedo. Pocos se preocuparon por mí y me sentí solo, casi nadie me ayudó”.

Además, contó que “cuando salí de la residencia sanitaria la primera vez que me contagié, me costaba mucho hacer las cosas. Pero era una secuela relativamente normal, no era sicoseo (sic) mío ni nada. Se lo pregunté al doctor y era normal cansarme más rápido, ahogarme en las noches o cuando hacía alguna actividad física. A varios futbolistas de elite les pasó lo mismo. Debes volver de forma paulatina, porque si no te ahogarás más rápido y lo pasarás mal”.

El arquero también comentó que “estando ahí en Linares un compañero me dijo ‘oye, esta polera está súper hedionda’, me la tiró y no le sentía olor. Justo ahí llegó el plato de comida, que eran unos fideos con salsa. Dije ‘ya, si no le siento el olor es porque tengo el virus, y no sentí nada’. Ahora lo cuento como anécdota, pero me asusté. Sientes fatiga también, porque los mismos músculos se acostumbran a cierto tipo de entrenamientos. El olfato me demoró tres meses en llegar y el gusto a la comida dos meses y medio”.

Salas indicó que lo mental también se ve afectado. “Ahora estoy bien, desde lo sicológico el virus me sirvió para madurar y saber quienes eran mis compañeros y la gente que se preocupaba por mí. Y en lo físico, ahora estoy entrenando en una academia con el profe Matías Navarrete de Huachipato. Ahora valoro de otra forma las cosas. Esta enfermedad es tan terrible y uno que la vivió, sabe como es el tema. Yo estuve en el Hotel El Dorado en la residencia sanitaria y estar solo es duro, te da miedo, porque no sabes que te podrá pasar”.

Diego Sepúlveda, volante ex Naval y Puerto Montt, dijo que “continué trabajando y efectivamente pierdes un poco la capacidad respiratoria, te cansabas rápido y agitabas más. En mi caso estuve durante un tiempo con picazón en el pecho. Me costó mucho volver, quedé afectado en lo respiratorio y me cansé demasiado. Lo sicológico afecta lógicamente también, porque te sientes inferior en tus capacidades en relación al resto”.

Sepúlveda advirtió que “quedó claro que esta no es una simple gripe ni algo normal. Si bien hay gente que responde de otra forma y vuelve sin problemas, existen otros que sufren gran desmedro en su vida cotidiana. Imagina lo que significa para un deportista contagiarse y casi tener que empezar desde cero a retomar las grandes exigencias que demanda su trabajo. La idea en los grupos deportivos es que siempre estén nivelados en cuanto a rendimiento y, para ponerte a la par del resto, esto te implica doblegar esfuerzos. Y con dificultad respiratoria, peor aún, ya que si hay poca capacidad física, lo demás no funcionará”.

César Valenzuela, volante de Huachipato, también relató su experiencia. “En mi caso estuve con hartos síntomas, pero no perdí gusto ni olfato. Estuve como cuatro días con un dolor de cabeza muy fuerte. Hice fiebre como tres días y lo que más me afectaba era un terrible dolor de cuerpo, sólo tenía ganas de estar acostado. Era terrible sentirme así de mal. Soy joven y no creía que sería tan fuerte, pero fueron cuatro días donde me sentí muy mal. El dolor de cuerpo fue sumamente doloroso y nunca había vivido algo así”.

Además, el “Gato” detalló que “el primer día que volví a entrenar me sentí bien e incluso al otro día fui a la banca contra La Calera. Pero hablé con otros compañeros que tuvieron el virus y hay varios que sí se vieron afectados con el tema de la respiración, cansancio y todo eso. El dolor muscular fue lo peor de todo y los primeros días fueron los más feos. Tuve un poco de tos también, pero nada tan fuerte ni agudo. Caminaba o me sentaba y sentía tos, pero pese a ser molestosa, era ligera. Los primeros días sentí miedo porque día tras día aumentaban los síntomas, pensaba que podía empeorar y que quizás si me agravaba podía terminar en la clínica”.

Williams Villegas, delantero de Rodelindo Román y ex Fernández Vial, contó que “una semana antes de que me confirmaron que tenía coronavirus, me sentía mal, resfriado y con dolor de cuerpo. A los tres días se me pasó, me mejoré, pero me hice el PCR y salí positivo. No lo pasé tan mal ni estuve grave, sólo estaba preocupado por mi hija y por mi señora. El club se portó impecable conmigo. Cuando me dieron el alta, fue alguien de la seremi de Salud a controlarme. Me midieron la presión y todo lo respiratorio, pero en el condominio me miraban como si yo fuese el virus, nadie se me acercaba y me hablaban como desde cinco metros”.

Consecuencias físicas

Víctor Pérez Galdavini, kinesiólogo, Magíster en Kinesiología Deportiva y académico de la Facultad de Medicina Ucsc, comentó que “no se puede generalizar, pero se espera que el deportista de alto rendimiento, dado su entrenamiento, su alimentación, y su condición física, tenga un ‘mejor sistema inmune’. No obstante, no hay que olvidar que el deportista de alto rendimiento está expuesto a muchas infecciones por los viajes, las altas horas de espera en los aeropuertos, traslados en bus, compartir camarines. Incluso, hay quienes sostienen que está más propenso a ver alterado su sistema inmunológico por lo anterior, no así una persona que realiza actividad física de manera regular y programada”.

Sobre las consecuencias que puede generar el Covid, Pérez detalló que “si bien no hay datos de evidencia disponible, ya que el virus lleva un año recién desde que apareció, no tenemos muy claras las secuelas. Cada persona, cada paciente, cada deportista va a tener distintos efectos. Efectivamente, todos relatan la existencia de fatiga crónica, disminución de la capacidad respiratoria, y por lo tanto sienten raro su cuerpo. No sabemos todavía qué tan pasajero puede ser, por lo tanto hay que ver caso a caso porque todo está sujeto a la disciplina, si es un deporte colectivo, indoor u otros factores que influyen”.

José Luis Gotelli, preparador físico de Basket UdeC, dijo que “el deportista sí tiene alguna ventaja por sobre quien no practica deporte. Eso lo mantiene más saludable, en mejor forma, más activo”.

Respecto a las secuelas y el retorno a la actividad, afirmó que “acá en el equipo, cuando se pudo retomar la práctica presencial, tuvimos que realizar una preparación muy paulatina, ir de a poco con las cargas, los esfuerzos, para evitar riesgos de lesiones, pues muchos estuvieron casi un año parados. No se podía llegar y entrenar a full, y lo mismo pasa cuando tienes Covid y debes volver. Tu sistema respiratorio se ve afectado en caso que te dé fuerte, se resiente tu cuerpo. Si volviste tras nueve meses a trabajar, vas en una curva ascendente y te da Covid, claramente vuelves un poco a cero. Debes encerrarte, hacer reposo, aislarte, cambiar la alimentación. Tu sistema músculo-esquelético se resiente, si te da fuerte y te tienen que intubar. Ahora, si es un poco menos igual no deja de ser un efecto negativo importante, pues para un deportista sólo estar encerrado 15 días en una pieza es muy complicado”.

Deportes con más riesgo

Maritza Muñoz, epidemióloga de la Facultad de Medicina de la Ucsc, señaló que “la sudoración del cabello tiene mayor carga viral, por lo que los deportes colectivos generan un gran peligro. Todos sabemos que cuando hay aglomeraciones y no se usan medidas de protección el riesgo de contagio aumenta. Cada vez que voy a hacer deporte, debo cuidarme usando antiparras, guantes, mangas largas, mascarillas, pantalones largos y zapatillas”.

Para Muñoz, el boxeo es uno de los deportes que tiene mayor opción de contagio, por el nivel de sudoración que genera y porque además se expele una gran cantidad de gotitas de saliva. Una actividad que se une al fútbol, rugby, fútbol americano y vóleibol indoor. Mientras que la natación, en piscinas cloradas, destaca entre las actividades menos peligrosas, entre las que también podrían estar los deportes individuales al aire libre”.

“Los que hacen running y ciclismo tienen que tener en cuenta que el Covid-19 también se trasmite por la zona aérea. Se ha demostrado que el virus se mantiene en el aire, eso genera la opción de que el viento puede trasladar esas gotas, por lo que el que va atrás tiene mayores opciones de contraerlo”, aseguró.

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