La bola de nieve comenzó a hacerse cada vez más grande, sobre todo, luego del burlesco comunicado firmado por gran parte de los clubes de Primera B este fin de semana. Una señal clara de que la vía de la conversación y la razón entre partes no será la forma de llegar a soluciones concretas. Es por eso que la Segunda División esperó pacientemente la reunión fijada para ayer por el Sindicato de Futbolistas Profesionales, con presencia de capitanes de todos los clubes de las tres divisiones. Y si no hay compañerismo entre las dirigencias, sí lo hay entre los colegas que entran a la cancha. El Sifup votó unánimemente por el paro.
Con los campeonatos aún en etapa de preparación, qué significa específicamente esta paralización de actividades. El presidente del Sifup, Gamadiel García, expresó que “después de varias horas reunidos con los capitanes y delegados de las distintas categorías, la decisión fue unánime. No comenzarán los torneos de 2021, a menos que se revierta la injusta determinación del Consejo de Presidentes con el no ascenso directo de equipos de la Segunda Profesional. Lo ideal es también que la Primera B tenga sus dos cupos para ascender directamente”.
Esto no impedirá que Universidad de Chile y Unión Española disputen sus partidos de Copa Libertadores esta semana. “Este paro incluye todas las competencias a nivel nacional, partiendo por la Supercopa, que no se estaría jugando. En la Anfp saben perfectamente lo que podían decidir los futbolistas, llevamos un mes comentando este problema y en innumerables ocasiones hemos tratado de lograr que esta división sea realmente profesional y tenga libertad de edad y económica. Con tres presidentes distintos en la Anfp, aún no tenemos ninguna decisión”, explicó el ex mediocampista.
La Segunda ha ido paso a paso buscando respuestas. Primero hizo su propuesta al Consejo de Presidentes (Sifup pidió desde un comienzo mantener el ascenso directo), donde no tienen derecho a participación ni voto. Pasaron 24 horas y se reunieron con Pablo Milad, presidente de la Anfp. Luego tuvieron una segunda reunión y nada, sólo quedaba esperar la reunión del Sifup este lunes.
Pero el fin de semana, una carta firmada por algunos clubes de Primera B (no se sumaron la UdeC, Lautaro y San Marcos) encendió la mecha, tratando de traspasar la calidad de víctima. Según esta carta, los grandes damnificados con todos los cambios de sistema de descenso son los clubes de Primera B y no la Segunda, quienes están “lejos de toda colaboración y solidaridad en el retorno a la normalización de la actividad”. Textual.
El comunicado tenía algunas imprecisiones en cuanto a ascensos, no mencionaba el tema no menor de la repartición económica, a la hora de hablar de damnificados, y se titulaba “La única verdad”. Una clara señal de que no hay disposición al diálogo.
La Segunda División respondió rápidamente, asegurando que ellos no han tenido ninguna injerencia en las votaciones, como sí la Primera B. Y que no pueden colaborar más que manteniendo el correcto desarrollo de un torneo costeado por ellos mismos, ante la nula ayuda económica. También pidieron “hablar de frente, conversemos en público”. Ahí se acabaron las respuestas desde el otro lado.
Una lucha de esas donde no se baja la bandera hasta lograr el objetivo. De esas que nadie quiere, pero es más que necesaria.