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Bárbara Varela salta y anda en punta de pies por la vida

Destacada gimnasta del Liceo La Asunción tiene sólo 12 años, pero ya se ha subido a varios podios a nivel regional y cuenta que esta disciplina le enseñó paciencia y concentración. “Soy bien hiperkinética”, cuenta esta figura de gran proyección.

Por: Paulo Inostroza 15 de Febrero 2021
Fotografía: Cedida

Recuerda que desde los 3 años andaba saltando e intentando algunas figuras en el piso de su casa. Quería copiar lo que hacía su hermana mayor. “La íbamos a buscar y llegábamos más temprano al gimnasio. Así yo también practicaba. Lo de la gimnasia es de siempre”. Esos fueron los inicios de Bárbara Varela, alumna de Séptimo Año del Liceo La Asunción. Figura destacadísima a nivel Adicpa y también representando a su club. Esta es la historia de una figura que se abre paso, a los 12 años, y sueña en grande. “Me gustaría ser conocida a nivel nacional. Viajar a otros países para competir”, apunta entusiasmada.

Sobre su amor por este deporte explica que “me gustan los movimientos, las elongaciones, las muchas cosas que se pueden hacer. También las presentaciones con gente. Al principio me ponía un poco nerviosa, pero ahora los nervios quedan afuera. Entro al gimnasio y se me olvida todo”.

Y es que la gimnasia rítmica también ayuda a formar la personalidad. Bárbara señala que “ayuda mucho a ganarle a los miedos, pero también a concentrarte, porque tienes que aprender hartos esquemas, movimientos. Yo soy bien hiperkinética y la gimnasia me tranquiliza. Esa misma concentración me ha ayudado harto con el colegio. Tengo promedio 6,8. Entreno harto, pero mi secreto es que me concentro harto en la clase y así llego a estudiar menos. Si no me tendría que acostar súper tarde”.

Práctica y podios

Para ella no se trata sólo de un pasatiempo, le dedica muchísimo tiempo y disciplina. “Normalmente, entrenaba de lunes a jueves, ahora también los viernes. Estoy practicando cuatro horas. Es que, además del colegio, estoy con mi club GRD Región Biobío (con el profesor Braulio Rodríguez). He estado de marzo a diciembre, después la escuela de verano en enero. Febrero sería para descansar, pero sigo entrenando”.

Cuenta que la rama de gimnasia del colegio está a cargo de las profesoras Romina Pedreros y Natacha Luarte. “Ella son importantes porque se necesita confianza con los profesores. Ellas me corrigen los esquemas, cómo hacer punta de pies y todos los detalles. Una niña que quiere ser gimnasta tiene que ser de harta paciencia y constancia. Son las dos cosas principales, porque nada te sale a la primera”, señaló la estudiante que debía competir en Argentina, pero entre estallido social y pandemia le ha tocado duro.

“Al menos es un deporte que se puede practicar harto en casa, cosas más específicas, aunque se echan de menos a las compañeras, las presentaciones”, expresó.

Su madre es Viviana Tapia, entusiasta y, cómo no, fanática de su hija. “Para ella, el deporte es parte importante de su vida. Dedica gran parte del día a entrenar y la veo feliz. Hoy los niños son de estar mucho en las pantallas y ella es distinta. Los niños deportistas hoy son como distintos, pero es lo mejor. Cuando compite me pongo más nerviosa que ella. Veo que algo no le salió como quería o se frustra y dan ganas de estar abajo y abrazarla”.

Cuenta que ha sido segunda y tercera a nivel regional, sumando podios en los Juegos del Biobío. “Compite por el club y el colegio y ahí siempre le inculcan que los estudios son importantes. El deporte abre puertas, pero sin dejar de lado lo otro”, afirmó.

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