Deportes

Sebastián Zapata y sus tres dimensiones como protagonista en el deporte escolar

Su último año en la competencia está cumpliendo el alumno del Colegio Almondale Lomas, que supo resaltar con la misma calidad, tanto en la pista de atletismo como, también, dentro de los gimnasios, ya sea encestando al aro de básquetbol o bloqueando en una malla de vóleibol. En cualquier escenario, él siempre dejó su huella.

Por: Samuel Esparza 14 de Diciembre 2020
Fotografía: Con un kayak, un par de instrumentos y su curiosidad científica a flor de piel para experimentar en y con la naturaleza llegó a la Región de La Araucanía el doctor Iván Hinojosa, profesor asistente e investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), donde es jefe del […]

Nunca le fue tan fácil aprender los deportes, pero de alguna manera siempre se las arregló no sólo para saber lo básico, sino que para destacar en cada uno de ellos.

Muy pocos de quienes lo vieron en sus inicios, hubiesen pensado que Sebastián Zapata (17) destacaría no en uno, tampoco en dos, sino que nada menos en tres disciplinas distintas. Una muestra de constancia y entrega al servicio de su colegio, el Almondale Lomas, cuyos colores representó con la misma capacidad en atletismo, básquetbol y vóleibol, en largos años de participación en el torneo Adicpa. Un caso nada común, y un ejemplo para todos los chicos que buscan acercarse al deporte.

Conociendo los aros

Como la mayoría de los niños, ‘Seba’ comenzó jugando fútbol con amigos del barrio. Estando en cuarto básico llegó el movimiento clave, cuando un profesor del colegio lo invitó al taller de básquetbol atraído por su altura que ya lo hacía sobresalir entre sus compañeros.

“Me agradó el deporte, se sentía bien botear y lanzar una pelota con las manos, además que me pusieron de pívot que fue una posición que me acomodó”, sostiene.

De ahí no pasó mucho hasta que tuvo su primera competencia en Adicpa. Y aunque reconoce que el camino como equipo fue duro, celebra el crecimiento que lograron con los años. “Al inicio perdíamos por harto porque éramos los más chicos, pero a mí me motivaba ver que podía mejorar cada día un poco más. Lo mismo pasó con el equipo, ya en la enseñanza media pasamos a ser respetados y llegamos a la final de Adicpa bajo el mando del profesor Maximiliano Brandau. Eso fue muy bueno”, dice Sebastián, quien destaca como su mayor fortaleza su salto vertical que lo hace un buen reboteador y una depurada técnica.

El llamado de la pista

Estando en pleno crecimiento en el básquetbol, Sebastián cuenta que se le apareció el atletismo, y que casi no notó cuando ya estaba compitiendo en una pista. “Cursaba octavo básico cuando me empezó a interesar el atletismo incentivado por la profesora Nicole Carrasco. No creí que fuera para mí, pero ella me enseñó desde lo más básico que es correr. Se me abrió un mundo porque sentía que podía dar también un paso de calidad, empecé a hacer 100 metros planos, vallas, salto largo y bala, aprovechando mi largo de piernas y brazos”, relata.

Así, sin proponérselo, ‘Seba’ se vio representando a su colegio en dos especialidades distintas de Adicpa, haciéndose tiempo y ánimo para ambas. “Un día se me juntaron dos competencias de atletismo, y por correr los 100 metros casi me perdí la bala. Sólo pude lanzar una vez, pero con eso me alcanzó para salir segundo y clasificar a las comunales”, asevera el deportista que ostenta ocho metros como mejor marca en la prueba.

Coronando en la red

Zapata dice que la constancia ha sido su mayor compañera, al punto que nunca se perdió un entrenamiento. Quizás por ello también fue que se atrevió a probar en un tercer deporte.

“Llegué al vóleibol cuando promediaba el Segundo Medio. Ya estaba cerca de mi altura actual (1,91 metros), así es que se me hizo fácil bloquear y jugar en la malla. Me convertí en un experto del bloqueo”, asegura.

Tan bien le fue, que incluso se dio maña para ir a unas pruebas en la selección chilena con poco más de un mes de entrenamiento.

Y pese a no quedar, resalta la experiencia como única. “Fue tremendo estar ahí y ver hasta dónde podía llegar si me dedicaba a practicar más fuerte. Realmente inolvidable”, sostiene.

Al final terminó practicando los tres deportes, y jugando Adicpa en todos. La receta era simple: hacer coincidir los tiempos y disfrutar los entrenamientos. “Jugar Adicpa me aportó disciplina, me enseñó a cumplir horarios, a tener compromiso y a trabajar en equipo, algo que seguro será muy importante el resto de mi vida”, expresa.

Y ojo, que está listo para seguir pues tras rendir la PTU, quiere estudiar Bioquímica en una universidad donde pueda competir en Adesup. “Me gustaría seguir en el deporte mientras estudio, creo que en el vóleibol tengo mucho camino para crecer. Es lo que buscaré”, concluye.

Etiquetas