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Qué hace que un deportista trascienda en el tiempo y se convierta en leyenda

Muchos pueden ser figuras en sus deportes, tener éxito y ganar títulos, ser recordados tras su muerte, pero pocos alcanzan el nivel de popularidad y relevancia que se ha visto con el “10” argentino. Atletas dieron su visión respecto a este fenómeno, que también fue analizado por voces del ámbito de la psicología.

Por: Ricardo Cárcamo - Paulo Inostroza 30 de Noviembre 2020
Fotografía: Andrés Oreña

La multitud que esperó, incluso, más de diez horas para despedirlo en su natal Argentina. Homenajes no sólo en las ciudades ligadas a equipos donde jugó, sino que en todo el mundo. Largas transmisiones en televisión y radio, espacios gigantes en medios escritos. La muerte de Diego Armando Maradona, para muchos, marca un antes y un después más allá del fútbol, con un impacto gigante en el deporte en general.

Un impacto que se genera no sólo por su estatura deportiva, por todo lo que consiguió dentro de una cancha de fútbol. Su figura trascendió más allá del ámbito deportivo. Siempre tomó postura política, se enfrentó a los más poderosos y tuvo una vida personal marcada por los excesos, como el consumo de alcohol y droga, episodios de violencia de género y paternidades que, en algunos casos, asumió recién hace pocos años. Por ello, es uno de esos personajes que tuvo una relevancia mucho más grande que sus triunfos y su altísimo nivel como jugador. Algo que, sin dudas, pocos atletas pueden conseguir a lo largo de la historia.

Una leyenda que, a partir de su fallecimiento a los 60 años, producto de un paro cardiorrespiratorio, seguramente se agrandará con el paso del tiempo, de los años. Un personaje lleno de luces y sombras, amado por unos y criticado por otros ¿Qué hace que un deportista llegue a tener ese alcance, ese nivel de trascendencia, y que su nombre sea conocido incluso por quienes no son aficionados a este mundo?

Mirada psicológica

Pamela Vaccari es profesora del área social comunitaria del departamento de Psicología de la UdeC y doctora en Psicología Social. Al respecto, comentó que “aquí se evidencia un proceso de ‘ identidad social’, que es como se definen las personas a sí mismas de acuerdo a su pertenencia a un grupo social. Esto activa sus afectos, memoria histórica, estatus social y les cohesiona con los miembros de ese grupo, con cierta ilusión de igualdad y unanimidad en cuanto a valores. Nuestro autoconcepto dependería de esta identidad social que son nuestros referentes para la vida. Quien represente mejor las características del grupo es quien emerge como líder. Maradona ejemplifica esto: jugador de fútbol de origen popular, nacido en una familia numerosa de extrema pobreza, que logra alcanzar fama mundial por su talento futbolístico extraordinario, revirtiendo condiciones estructurales muy difíciles, sin omitir jamás sus humildes orígenes, sino destacándolos como aspectos positivos, desafiando a hegemonías de clase y poder a las que se enfrentó en su vida”.

En ese sentido, añadió que “así emergió como líder natural y transformacional de un grupo que se categoriza como ‘pueblo’ o la gente de las ‘villas’ en Argentina (y en el mundo) y que posee sueños de revertir sus condiciones de vida, mientras que para otros la identificación es por su genialidad en el juego y/o por su irreverencia. Esto reproduce una cohesionada identidad social que presenta orgullo, afecto y memoria histórica. Al ser fenómenos grupales de identificación, se suelen atenuar informaciones que sean contradictorias con la característica central que une al grupo, y tal como se ve en el caso de Maradona, se modera por quienes le siguen, lo que tiene relación con sus adicciones y la violencia hacia las mujeres”.

Alexi Ponce, director de Go Focus, aseguró que “el deporte siempre es una caja de resonancia especial, y cuando tienes logros, resultados en tu actividad hay mucha visibilidad, prensa, sobre todo en un deporte tan mediático como el fútbol. Además, él se mantuvo en un primer plano durante largo tiempo: fue campeón mundial sub 20, luego con la selección adulta y se destacó en todos sus clubes. Eso hace que todo el mundo esté pendiente, por sus éxitos”.

Ponce también destacó el factor de identificación que logra con los más humildes, por su propio origen y dónde pudo llegar. “Su trayectoria, en ese sentido, ayuda a generar eso. De dónde partió y lo que pudo alcanzar, con lo bueno y lo malo que eso tiene, con las herramientas que le dio y las que no para afrontar las propias exigencias de la competencia. Y sentir que alguien que viene de esa condición lo hizo, transmite de algún modo que se puede. Muchos, durante su desarrollo futbolístico, tienen a Maradona como esa posibilidad, no sé si como ejemplo, pero sí como un modelo de que, a partir de un inicio muy complejo, pudo conseguir grandes éxitos”.

Sobre por qué logró trascender de forma relevante más allá de lo deportivo, el director de Go Focus indicó que “jugadores como él… para decirlo de una manera que se entienda: todas las personas tenemos la posibilidades de pintar nuestra vida con distintos colores, y Maradona usó toda la paleta, todos los posibles, desde los más brillantes, con los que obtuvo tremendos resultados deportivos, hasta los más grises en ámbitos más personales, individuales, que lo hicieron ser muy visible. El lienzo de su vida es muy amplio, y cada uno mirará diferentes cosas: el lado más iluminado, el más oscuro, el más triste o el más criticado”.

En esa línea, Ponce añadió que “personas como él, que de algún modo son excesivos, en el sentido de que lo que hacía tenía esa característica en todo sentido, para lo bueno y para lo negativo, hace que exista una amplitud de mirada, de análisis muy grande. Entonces, nos encontramos frente a un momento donde estamos mirando lo que pintó Maradona y de verdad fueron muchas. Criticables algunas, y extraordinarias e irrepetibles otras”.

Además, el psicólogo comparte que Maradona se encuentra en una categoría distinta a quienes sólo son leyendas por sus logros y éxitos deportivos. “Sí, totalmente. En la medida que fue capaz de establecer un desarrollo no sólo futbolístico, sino que también manejar y opinar sobre temas sociales, políticos, eso lo transforma evidentemente en un personaje, en alguien del que no se habla solamente en el mundo de su deporte, también en la política, en la economía incluso. Él trabajó en ambientes muy difíciles en Europa, en Cuba, se enfrentó a los poderes. Por lo tanto, su ámbito no era únicamente el fútbol, era la vida en general, la sociedad, estuvo en distintos lugares. Eso lo hace distinto, con cosas muy admirables en algunos niveles y muy criticables en otros”.

Es negro o blanco

El portero argentino Daniel Montilla comentó que “en Argentina tienes a Labruna, Di Stéfano, todos genios, pero Maradona es distinto. Mira que tuvimos a Fangio y a Vilas, pero en nuestro país el fútbol es el rey y no otro deporte. El futbolista es más respetado que el Papa. A Diego le vi cosas que a nadie más se le ocurrirían y en los torneos más difíciles se agrandaba. Diego aprendió en la tierra, a jugar, a recibir golpes, a ser valiente. A mentir. Porque el fútbol es de engañar un poco al rival. La gente se identifica con un tipo que es tan humano”.

Pero no desconoce al “otro Diego”. “No comparto muchos temas valóricos de su vida. Creo que quedó en deuda porque pudo aportar más a los jóvenes con ese imán que tenía. Era influyente y si no se achicaba en la cancha, tampoco afuera, pero fue usado por muchos políticos. Por Maduro, por Castro. Maradona es pararse en cualquier parte y decirle a todos: pásenmela a mí. Esa personalidad es única”, apuntó.

El ex seleccionado chileno, Rolando García, agregó que “medía poco más de metro sesenta y encaraba al que fuera. Caminaba con actitud, creía en su talento, que era inmenso. Hasta los perros conocían a Maradona y es por lo que transmitía. Compartía con la gente pobre, todos querían ser como Diego. Me dio pena cómo terminó su vida, lo que pasó con la droga y cómo lo fue matando de a poco. No sé si estudió, no era de hablar mucho de eso, aunque aprendió todo de la calle, se metía en temas sociales, denunciaba cosas y eso también lo convirtió en referente. Por lo que vi en cancha, por su figura, no habrá otro Maradona”.

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