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Cómo mantener la motivación entrenando a través de una pantalla

La situación sanitaria en la Región ha imposibilitado que se retomen los entrenamientos presenciales en disciplinas como el básquetbol, el fútbol, el balonmano y el vóleibol. Actividades que, sin dudas, pierden su esencia practicando la parte física y técnica sólo vía online, sin trabajo grupal. Una realidad que también puede traer consecuencias importantes en los procesos formativos.

Por: Ricardo Cárcamo - Paulo Inostroza 12 de Octubre 2020
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Meses sin ver a sus compañeras y compañeros de equipo. Meses sin practicar en conjunto, sin sentir la conexión del trabajo en equipo. Tampoco de la competencia, esa adrenalina de buscar un triunfo, de sacar fuerzas extra cuando el cuerpo ya no responde. Si bien la pandemia ha afectado sin distinción a la actividad deportiva en el país, sin dudas las disciplinas colectivas son las más complicadas, pues llevan más de medio año entrenando sólo vía online. ¿Es posible mantener la motivación en este formato, y sin fecha tentativa para un retorno?

En la Región, al estar buena parte de las comunas aún en cuarentena, el panorama es más complicado. En deportes como el básquetbol, el vóleibol, el balonmano o el fútbol no profesional las prácticas se han podido efectuar sólo en formato virtual desde marzo y, en algunos casos, esta modalidad incluso desde más atrás. Un proceso que también puede tener consecuencias importantes en los procesos formativos.

Daniela Castro es voleibolista del Deportivo Alemán y seleccionada nacional. En su caso, asegura que se ha mantenido entrenando todo el tiempo, aunque reconoce que por momentos se hace complejo. “Lamentablemente, es cierto que esto de los entrenamientos virtuales ha desmotivado mucho a los deportes colectivos como el básquet, vóleibol o fútbol, por el hecho de que no se juega o entrena cómo siempre, sino que se realiza solo físico o charlas. Pero en lo personal considero que no podemos hacer nada al respecto ya que estamos en una situación extraordinaria e incontrolable. Nadie se esperaba que esto sucediera y mucho menos que durara tanto tiempo, entonces no queda nada más que tratar de sacarle lo positivo a la situación y aplicar constantemente la motivación de superación personal y mantenerse físicamente lo mejor posible. Así, cuando se pueda volver a las canchas la adaptación será mínima y no se perderá tanto el rendimiento previo a la pandemia”, afirmó.

Una visión que es compartida por Josefina Viafora, jugadora de Basket UdeC, quien señaló que es complicado mantenerse entrenando online, pero sobre todo hacerlo sin tener ni siquiera un plazo tentativo de regreso a la actividad presencial.

“Es muy difícil la verdad. Obviamente no es lo mismo entrenar por Zoom que en un gimnasio, y el no tener ni una fecha tentativa para el retorno hace mucho más complicado todo, porque no hay algo que te genere motivación por cumplir una meta a corto plazo”, dijo.

En ese sentido, destacó la importancia de la parte psicológica. “Creo que ahí es donde juega un papel importante la cabeza, la disciplina sobre todo. A mí muchas veces me pasa que no me dan ganas de entrenar porque pienso en que no sé cuándo voy a poder volver a jugar. Y aunque eso no esté, la disciplina es la que me da ese empujón y sabiendo igual que hay que seguir sumando como sea, pese a la situación en la que estamos.Además, así se podrá llegar en óptimas condiciones a ese taaaaaan (sic) deseado retorno”.

Además, Viafora agregó que “en general me he logrado mantener bien entrenando, yo creo que al principio me costó un poco más. Aveces tenía bajones y pasaba unos días sin entrenar, pero ya hace un tiempo que tengo más organizado todo. Creo que he podido sobrellevar bien la situación, y como te decía antes, lo fundamental es la disciplina”.

Jaime Urrutia, entrenador de básquetbol del Colegio San Ignacio, comentó que “indudablemente es complicado, hay desmotivación más aún ahora, pues el tiempo está cambiando, las tardes son más largas, los días más lindos y los chicos tienen otras expectativas. No es fácil sostener tantos meses un actividad en las condiciones actuales, con encierro, en espacios reducidos, porque no todos tienen patio por ejemplo.Sumado a eso, las posibilidades de trabajo que te da la pandemia son muy limitadas en este momento.Sólo puedes hacer ciertas cosas en formato virtual, y eso con el paso de los meses empieza a volverse monótono”.

Sobre qué se puede hacer, apuesta a que las medidas de confinamiento puedan volverse menos restrictivas a corto plazo. “Lo ideal es que en algún instante esto cambie, y se pueda entrenar en un espacio abierto, ojalá de aquí a un mes más. Que en noviembre se pueda juntar a los chicos a hacer algún trabajo físico, en otro entorno.Eso es muy importante, poder cambiar el entorno, pues eso se vuelve desgastante y afecta en la motivación. Sería algo positivo, pues veo muy lejana la vuelta a los gimnasios, creo que no pasará por lo menos en lo que resta del año”.

El rol del entrenador motivador

Urrutia también comentó cómo ha sido su experiencia. “La misma cantidad de niños que hemos tenido los últimos meses, que ha bajado, pues es un 20, 30% de los que practicaban regularmente antes de la pandemia, se han mantenido. Principalmente porque está la expectativa, en la clase misma, de compartir, de conversar, de ‘echar la talla’ con sus compañeros. No es sólo el desarrollo técnico-táctico que se puede trabajar en este formato, sino también encontrar un espacio para exteriorizar el contexto en que se encuentran. Le hemos dado ese enfoque a las clases, y eso ha ayudado a que sigan perseverantes en la actividad, distender un poco el nivel de encierro y desmotivación que se pueda generar”.

Julián Friz trabaja con las series Sub 10 y Sub 11 Huachipato, e indicó que “con niños, esto de motivar cuesta no solo para ellos, también es para los de 15 y hasta los de 19. Es transversal y hoy tienes que usar mucho de lo que sabes de sicología. Es tan importante como los aspectos técnicos. Yo me grabo para mandar material audiovisual, los chicos al principio recibían una planificación cada dos semanas y entrenaban tres veces a la semana en casa. Los evaluaba al azar, ellos se grababan y los lunes conversábamos. Les corregía cosas y les enseñaba a tener paciencia. Que este tiempo no sea perdido, que sirva para mejorar sus falencias. Antes de la pandemia ejecutabas mucho, hoy les puedes hablar más”.

En esa labor, Friz destacó que “para motivarlos empecé con charlas de futbolistas, como Héctor Mancilla, Pedro Morales. Ahí se dan cuenta que no hay que ser solo bueno para la pelota, hay que perseverar. Por eso no pueden bajar los brazos ahora. Hoy entrenan cuatro veces a la semana y los papás se motivan, quieren sacarlos de internet, nos piden que trabajemos más tiempo. También nos dicen cuando su hijo está comiendo mucho y uno les habla. Los padres se están involucrando más que antes y eso ayuda. Claro que necesitan la competencia, pero trato de no hablar mucho de eso. Hablamos más de lo que podemos hacer”.

Raúl Umaña es entrenador de balonmano del Colegio Pinares, del CSDConcepción y de los varones del programa Promesas Chile Biobío, indicó que “si alguien tiene la receta para que los niños no se desmotiven, ojalá me la dé. Pasa con todos. Claro, los chicos que ya llevaban 3 o 4 años conmigo yo sé que cuando vuelva la pandemia van a estar. No avanzando todo lo que quisiéramos, medio aburridos de las pocas cosas que te permite hacer el encierro, pero van a estar. El otro problema grande es con los niños de 12 o 13 que estaban probando, estaban en la búsqueda de su mejor deporte. Ahí muchos han salido. Muchos papás tienen a sus hijos en deportes colectivos porque te ayuda a sociabilizar, a superar problemas trabajando en equipo, hace que los chicos crezcan en personalidad. Bueno, nada de eso te lo da el zoom. Las cámaras te aislan, en un deporte donde los niños necesitan hasta echarse tallas entre ellos, generar unión. Todo eso se pierde”.

Tema formativo

Lo que se vive no sólo afecta en que se pueda mantener a quienes practican una determinada disciplina. Un gran desafío es tratar de encantar a nuevos talentos y que quienes no tenían una vinculación tan fuerte con algún deporte colectivo emigren hacia otros de corte individual.
Jaime Urrutia aseguró que “me preocupa la desmotivación, porque si antes tenía una lista con cien jugadores, sé que a la vuelta de la pandemia serán unos cuantos menos. Los chicos que ya tenían cierto aprendizaje y encantamiento con el básquetbol van a seguir, ya están impregnados. Pero hay muchos que juegan como un pasatiempo, por hacer algún deporte, el que sea… Y está bien. Pero ellos se van a cambiar y se están cambiando de rama”.

Al respecto, agregó que “si yo fuera papá y quiero tener a mi hijo realizando actividad física, hoy preferiría meterlo al tenis o al ciclismo que a un deporte colectivo. Los papás sienten eso. Tienen que mover a sus hijos para ganarle al sedentarismo y el básquetbol o el vóleibol pareciera que no te solucionan el problema. Todos fuimos niños y sabemos cómo era esta etapa: quieres hacer los trabajos luego para después jugar. Pero lo que más te interesa y te motiva es jugar. No entiendes la importancia de lo técnico o los fundamentos si después no tienes lo otro. Cuesta decirles ‘trabajemos en esto’ y después explicar que no hay una competencia cerca”.

Julián Friz comentó que “entre las categorías, se me ha retirado un solo chico y eso es un logro. Son 65 niños. Significa que hemos sabido entusiasmarlos, trato de hacerles todo muy lúdico. Ya no preguntan tanto ‘profe, cuándo vamos a volver’. También la pandemia sirvió para sumar un chico de Punta Arenas y otro de Coyhaique. El Zoom te permite eso. Hicimos pruebas de jugadores viendo videos, algo súper raro”.

Además, afirmó que “yo soy bien sincero con ellos y les digo que la pandemia tiene para rato porque ellos son niños, sus papás no los van a arriesgar y nosotros tampoco. Volverán cuando haya vacuna. Mira, yo siento que la vuelta a clases marcará un hito. Solo después de eso, los niños volverán a entrenar presencialmente. Acá son chicos, pero quieren ser futbolistas y uno debe enfocarlos, yo sé que como niños se mueren por jugar a la pelota, correr de nuevo, estar con los amigos”.

Josefina Viafora señaló que “quizás esas chicas que estaban partiendo en el básquetbol se cuestionen si volver o no después de todo este tiempo, o muchas que ya jugaban lo dejen por no haber entrenado durante este tiempo, o simplemente encontraron algo nuevo que hacer. No lo había pensado, pero es muy probable que afecte mucho, que menos chicas jueguen. Imagínate una niña recién conociendo el deporte y tener que dejarlo por prácticamente un año, difícil que vuelta a jugar”.

En el caso del balonmano, Raúl Umaña destacó que “antes te preguntaban siempre ‘profe, ¿cuándo vamos a volver?’. Ahora ya ni lo hacen, como que se resignaron a que falta mucho. Cuando avanzamos de fase y se podía salir a correr, los chicos se ilusionaron, pero volvimos a fase 3 y fue un golpe, un retroceso. Entrenadores amigos, de Santiago, publican fotos con sus alumnos, practicando al aire libre, y uno se muere de envidia”.

Sobre lo anterior, añadió que “tengo a los varones Sub 14 y algunos cuesta que se conecten, como que los pierdo un poco. En damas fue peor. Se nos desarmó todo un equipo, con el que competimos en San Carlos. Eran 9 y solo me quedan 2. Imagínate. Tengo también 10 muchachos que son del Promesas de Chile y ya les están dando charlas de protocolos, de cómo sería la vuelta, pero pensando en cuando estemos en fase 4. Se ve lejos, pero estas pequeñas señales, hace que sientan que estamos un poquito más cerca”.

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