Desde que llegó a Chile en 2018, de inmediato comenzó a sonar con fuerza en los gimnasios de Biobío el nombre de una niña venezolana capaz de levantar lo que muchos varones de su edad no podían. Cada vez que tomaba una barra, las miradas apuntaban a su figura decidida, que no conocía de límites.
Hoy, dos años después, Maryangel Hernández (18) es ya una deportista consumada. Bajo la atenta mirada de Cristián Cerro en el polo de desarrollo de San Pedro de la Paz, su crecimiento ha sido exponencial, al punto que entre los especialistas no hay dudas de que está llamada a ser la nueva figura de la halterofilia femenina chilena. Sí, chilena, porque es bajo estos colores que ella quiere llegar a lo más alto de la disciplina internacional.
Maryangel nació en la ciudad venezolana de Valencia, donde desde pequeña se perfeccionó en la gimnasia artística. Pero había algo con ese deporte de saltos y piruetas que no terminaba de llenarla. Fue en Perú, hasta donde se trasladó junto a su familia en el 2016, donde probó en la halterofilia sin saber que terminaría por apasionarse.
“Nunca me gustaron los deportes convencionales de mujeres, quizás porque tampoco soy muy femenina, entonces sentí que eso de levantar peso iba conmigo. Además de que la base atlética que traía de la gimnasia fue también muy importante, tenía fuerza, potencia y coordinación así que fue más fácil entrar a la disciplina”, cuenta Maryangel.
Al año siguiente, llegó otro cambio de país siendo Chile el destino. Aquí, reconoce que terminó por afianzarse en el deporte. “En el Cendyr me integré rápidamente a los entrenamientos y significó un cambio bien grande porque venía con una técnica bien básica, pero aquí pude comenzar a mejorarla. Empecé un trabajo que me permitió crecer en lo deportivo, eso complementado con mi coordinación por mis años de gimnasia, me tienen en un nivel alto”, asevera.
“Cuando mejoré la técnica empecé a subir los pesos y eso fue un golpe de motivación, ir viendo cómo voy superando mis marcas es algo que me llena de satisfacción. Creo que eso también hace que me guste tanto este deporte”, añade.
Una cosa fue mejorar sus logros en los entrenamientos, pero le faltaba ratificar toda esa capacidad en competencia. Y vaya cómo lo hizo.
“Solo había competido en Perú y quería probarme a nivel chileno, Así es que me inscribí en mis primeros nacionales saliendo campeona de inmediato. Ese fue un gran comienzo y si bien me sorprendió, para eso habíamos entrenado”, comenta Maryangel.
A inicios de esta temporada confirmó que aquello no fue accidente, consagrándose campeona nacional Sub 17 y Juvenil, quedando además en el segundo puesto de la categoría Adulta en la división de los 64 kilos de peso corporal. Sus marcas de 73 kilos de Arranque y 91 kilos de Envión sorprendieron a todos, pero no a ella que tiene metas para su prometedora carrera.
“Aquí estoy muy motivada y mi mentalidad es llegar lejos en este deporte. En ese sentido me gustaría representar a Chile a nivel internacional, siento que puedo darles alegrías en ese nivel, además que sería como una forma de agradecer las oportunidades que he recibido”, expresa.
Para que eso ocurra aspira a la nacionalización, algo que espera pueda concretarse pronto. “Hace un año llamaron a mi mamá y a mi profesor para ver el tema, pero después de eso no he sabido nada más. Estoy trabajando para ser primera de Chile, pero cuando se obtienen estos resultados uno quiere seguir subiendo y enfrentarse a las mejores de otros países. Lamentablemente, no puedo competir en torneos internacionales, por el momento no puedo seguir avanzando y eso afecta para crecer”, señala.
Y es que necesitará seguir desarrollándose de cara a los sueños que alberga su mente de niña. “Por supuesto que quiero llegar arriba, a unos Panamericanos y Juegos Olímpicos. Aún soy joven, además que estoy segura de que con trabajo es una meta que puede cumplirse. Y si puedo hacerlo para Chile, me haría feliz”, sentencia.