Aunque es difícil realizar proyecciones demasiado concretas mientras dure la pandemia, voces ligadas a este ámbito coinciden en que habrá que tener un periodo de adaptación, debido al largo receso. Además, que habrá cambios debido a los protocolos sanitarios.
El 2020 ya es un hecho que no habrá deporte universitario de forma presencial. Más allá que puedan prosperar más iniciativas virtuales, como el encuentro de taekwondo realizado el pasado sábado, la emergencia sanitaria actual llevó a las instituciones de educación superior a seguir sus programas académicos en modalidad online, lo que sin dudas impide la realización de actividades en terreno. Y si bien aún es pronto para realizar una proyección sobre el regreso, voces ligadas a Adesup reconocen que ya hay algunos factores que deberán tenerse muy en cuenta.
Renzo Merello, presidente de Adesup, comentó que “el deporte universitario se ha visto afectado, tanto con el estallido social como por los efectos que ha generados la pandemia. Lo anterior, nos ha obligado a estar sin actividad presencial y las instancias competitivas a nivel local y nacional no se han desarrollado”.
En ese sentido, agregó que “lo más lamentable es que dependemos de cómo evolucione la pandemia y de cómo las instituciones puedan poner en marcha los procesos presenciales. Tomando en cuenta lo anterior, creo que el 2021 será un año distinto y tendremos que acostumbrarnos a condiciones diferentes, las cuales nos obligan a planificar las actividades tomando en cuenta protocolos sanitarios o precauciones en ese tema. Los tiempos de trabajo no serán los mismos, considerando el largo tiempo alejados de las actividades en cancha, gimnasio, piscina o pista. El 2021, sin dudas, nos presenta un gran desafío”.
Carlos Ríos, profesor de Educación Física y entrenador de vóleibol de la USM, indicó que necesariamente deberá haber un periodo de ajuste cuando se pueda volver a lo presencial.
“A modo personal y considerando que este año no se logró desarrollar el entrenamiento y competencias acostumbradas, ya lo damos por perdido desde esa perspectiva. De manera paralela, muchos de nuestros alumnos que están próximos a egresar y quienes han participado a nivel competitivo no lograrán realizar un cierre adecuado a su ciclo deportivo. Un escenario que no sólo afecta a la USM, sino a la gran mayoría de las casas de estudio. Ante un panorama así, considero necesario, según las condiciones que permita la situación sanitaria, iniciar el año 2021 bajo un periodo de transición, sería positivo retomar la participación, entrenamientos o competencias de manera paulatina”, indicó.
Al respecto, añadió que “eso, confiando en que se pueda tener una pronta solución y volver de la mejor manera a lo que tanto nos apasiona, que es el deporte competitivo”.
Víctor Méndez, jefe de Deportes de la UdeC, es más cauto. “Es difícil proyectarse, pues no hay muchos elementos de dónde tomarse. Partamos con los proceso de admisión, cómo van a entrar los estudiantes en 2021. Hay un proceso nuevo, una prueba de transición que se realizará en enero y con resultados en febrero, por lo que las matrículas serán a fines de este último mes. Luego, se espera que todas las instituciones podamos hacer procesos relativamente normales para su ingreso. Además, no está claro si se podrá empezar con clases presenciales el primer semestre de 2021, pues no hay claridad sobre cómo seguirá la pandemia. Posiblemente, se podría hacer una modalidad mixta, presencial y a distancia, pero nada se puede asegurar”.
Sobre tener un periodo de transición el próximo año, Méndez indicó que “eso es relativo. Un ejemplo es lo que está pasando con la Liga Nacional de Básquetbol, que tiene una fecha prefijada para iniciar la Copa Chile el 9 de enero de 2021. Eso se da porque hay que fijar algo, pues si no pones plazos es más complicado. Probablemente, los entrenamientos tendrían que partir al menos en diciembre. Pero no es como el fútbol o deportistas de alto rendimiento que tienen permisos especiales, y más allá de la situación de sus localidades o dónde vayan pueden moverse sin problemas e independiente de las restricciones”.
En esa línea, agregó que “la LNB no tiene esos permisos y los basquetbolistas están supeditados a la condición sanitaria de su localidad. En el caso nuestro, la UdeC no podría partir, pues estamos en fase 1. Y la etapa 3 habla que puedes tener trabajando hasta cinco personas en un espacio cerrado. Así, podríamos tener 5 personas en el gimnasio A de la Casa del Deporte y 5 en el gimnasio B, sin que se crucen. En espacios abiertos son hasta 25 personas”.
Tomando como base ese ejemplo, el jefe de Deportes de la UdeC afirmó, además, que “la vuelta del deporte universitario estará condicionada a eso, pues los recintos deben funcionar de una manera y cada especialidad tiene sus particularidades. Nosotros entrenamos el tenis en Bellavista y si está abierto podríamos hacerlo, en dos canchas. Pero es difícil la situación. Hay que partir por el regreso a lo presencial, aunque sea parcialmente y hay que ver la realidad de cada institución, pues competimos con otros. Es una cantidad de factores que deben conjugarse”.