Suma poco más de tres años en el ciclismo de ruta, sin embargo, Ignacio Candia puede decir que ya se cuenta en el pelotón de adelante, ese que aspira a cosas grandes.
Tiene como aliados su juventud (28 años) y una voluntad a toda prueba, que le permitió sortear todos los obstáculos desde que, hace una década ya, se inclinara por el deporte de las dos ruedas.
Partió en el BMX haciendo trucos con amigos en las calles de Denavisur. Tenía una base deportiva importante, con pasado en el atletismo, básquetbol, fútbol y hasta rugby. Pero sobre la ‘bici’ sentía algo especial, así es que trabajó para comprar su primera mountainbike. “Mi familia no era de recursos, pero comprobé que, si uno se lo propone, las cosas se logran. Eso fue lo primero que me enseñó el deporte”, asevera.
Fue a instancias de Jorge Vega, presidente del Club Ciclista de Concepción, que conoció la especialidad de ruta, aunque fue en velódromo donde debutó competitivamente. También pasó por carreras callejeras de resistencia en Santiago. Corría 2017 y los resultados llegaron pronto; eso lo motivó.
“Noté que se me hacía fácil, me gustó que fuera un deporte individual donde, para ser protagonista, hay que esforzarse sí o sí. Una de mis primeras competencias fue en Omnium, donde saqué una vuelta de ventaja y fue sorpresivo”, relata.
Ese mismo 2017 disputó su primer nacional de ruta, el que pudo ganar de no ser porque las ansias le jugaron en contra. Tuvo su revancha al año siguiente, cuando defendiendo los colores del Club de Ciclismo Concepción, se quedó con el título chileno de la serie Novicios. “Quería terminar la categoría en lo más alto y pude pasar a Elite siendo campeón chileno”, sostiene.
En la categoría mayor, y pese a lo alto del nivel, pronto se convirtió en una de las cartas fuertes de la Región. “Se compite contra gente de mucha experiencia y trayectoria, hay que ser humilde para aprender de ellos. Por eso siempre estoy cosechando triunfos y me he mantenido en el deporte”, destaca.
Ese nivel le dio también la opción de disputar el clasificatorio a la Vuelta de Chile por el Club Quinta Normal en 2019, desde donde pasó al Club de Ciclismo de Linares, con el que permanece en constante actividad. “He corrido muchas carreras con ellos, son muy activos y protagonistas”, enfatiza. Con ellos viajó a la Vuelta de Mendoza, una de las pruebas más tradicionales del vecino país, donde reforzó a un equipo dueño de casa, siendo uno de los mejores. “Quedaron muy conformes con mi rendimiento, se me abrieron puertas allá y ya estoy invitado para cuando se retome el calendario”, añade.
El año pasado, Ignacio Candia también corrió el clasificatorio al Panamericano en Aguascalientes, México, donde quedó a tan solo dos puestos de la clasificación. Y aunque posteriormente sufrió un accidente que le costó la luxación de un hombro y una fractura de la clavícula izquierda, dice que este 2020 tiene más entusiasmo que nunca.
Es así como en Antofagasta, donde está trabajando, se alista para el Nacional de XCM (cross country) programado para el 5 y 6 de diciembre en Temuco. Eso a corto plazo porque, más lejos en el horizonte, está su gran objetivo: Santiago 2023. “Es la meta mayor y quiero prepararla con todo lo que pueda porque para llegar a unos Juegos Panamericanos se debe estar activo y bien planificado. Quiero conseguir un logro épico que me permita emigrar y tener grandes oportunidades. Ese es el desafío”, cierra.