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Gustavo Florentín: “se ve poca soltura y falta de ritmo futbolístico”

Huachipato jugó amistosos ante Ñublense en Chillán, encuentros donde los resultados pasaron a segundo plano. Protocolos sanitarios se cumplieron a la perfección.

Por: Carlos Campos 31 de Julio 2020
Fotografía: Huachipato

Fue una jornada absolutamente atípica en Chillán. Con mucha más ventaja que prácticamente el 90% de los equipos del fútbol chileno, Huachipato y Ñublense jugaron ayer en el complejo deportivo Paso Alejo.

Disputaron dos partidos: 1-0 ganó el local en el primero (gol de Pérez) y el segundo fue 1-1 (Astete para Ñublense y Sánchez Sotelo para la visita). Pero, más allá de los resultados, que incluso dentro de un contexto normal no son lo que más importa, ayer estaban otras cosas en juego.

Cumplieron

Dentro de la planificación de la usina, estaba jugar amistosos como visitante para probar el protocolo. Era el único aspecto que le faltaba a un equipo que ganó más tiempo que todos en Primera División. “Se ve la falta de soltura y poco ritmo futbolístico”, reconoció el técnico Gustavo Florentín tras el primer duelo, donde su equipo no se vio bien.

Parra; Córdova, Ramírez, Tapia, Castillo; Sepúlveda, Martínez, Valenzuela, Altamirano; Rodríguez y Escobar. Así formó Huachipato en el 0-1 inicial, encuentro donde el local se sintió cómodo, presionó en tres cuartos de cancha y dominó el partido.

En el segundo partido, jugaron Urra; Gutiérrez, Gazzolo, Garrido, Cuevas, Molina, Poblete, Palmezano, Ovando, Silva y Sánchez Sotelo. El gol acerero llegó cuando ya se iba el partido, con un descuelgue del “Cimbi” por izquierda. Como buen “9” goleador y muy bien ubicado, el argentino sólo tuvo que empujar el balón.

Pero, si bien lo que ocurría dentro de la cancha era importante, la idea de ambos equipos de jugar este tipo de amistosos iba más allá de probar nuevos esquemas, jugadores y jugar un rato al fútbol. Como prevención al contagio, por ejemplo, cada uno de los jugadores llegó al estadio con su caja plástica con implementos, la misma que ocupan para entrenar desde hace dos meses. Además, la fila de sillas para los suplentes era larguísima, considerando que cada una estaba separada por alrededor de un metro de distancia de la otra.

“Se cumplió con todo y, en ese sentido, estamos muy conformes con lo que se está realizando”, dijo Florentín tras el amistoso ante un Ñublense que mostró buen fútbol en casa, alistándose para intentar ser protagonista en Primera B. En el juego hubo roce, fricción y fue un partido común y corriente. A nadie le faltó mascarilla y las conferencias de prensa fueron virtuales. El fútbol también se adapta al paso a paso y la nueva normalidad.

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