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Atención aurinegros: el Once Ideal de Fernández Vial

Por: Paulo Inostroza 26 de Julio 2020
Fotografía: Lukas Jara M.

Onofre Pino: no podía ser otro. El mítico bicampeón del torneo regional en 1958 y 1959 es el gran referente del arco aurinegro. De los tiempos en que se atajaba sin guantes, con rodilleras y, en su caso, polera negra. Cuentan del oriundo de Penco, que era de gran presencia y reflejos. De esa forma, le sacó un gol de chilena al mismísimo Pelé, cuando visitó El Morro defendiendo al Santos. Falleció el 2012.

Pedro Jaque: desde que apareció en Vial, con 25 años, se notó que llegaría lejos. Estuvo cuatro temporadas en la “Maquinita” y tras dejar al club en la liguilla pre Libertadores de 1991 emigró a Cobreloa, donde sería campeón. Memorable fue su doblete a Colo Colo, en 1988, derrotando a Morón con dos bombazos desde fuera del área. Partió como lateral y terminó siendo un gran central y seleccionado chileno.

Víctor Hugo Amatti: el argentino llegó mu joven a Lota, pero se transformó en ídolo de Vial, club al que defendió en tres periodos distintos. En el campañón del ’91 fue subgoleador del equipo, con 5 tantos. Solo lo superó Álvaro Vergara. Un zaguero imponente, de buena pegada y salida tan clara, que muchos técnicos prefirieron ubicarlo de volante central. Cada vez que Vial lo llama, ha demostrado su amor por la institución.

Joel Molina: el rancagüino llegó a Vial en 1986 y jugó tres torneos con la camiseta negra y amarilla antes de volver a sus tierras y transformarse en referente del buen O’Higgins de los ’90. Un lateral de recorrido por la izquierda, que también marcaba goles y tuvo presencia, incluso, en la selección chilena. Las mejores campañas ferroviarias siempre se caracterizaron por la fiereza y la dureza de su defensa.

Nelson Acosta: y si de duros se trata, el uruguayo lleva la bandera. Cuando este raspador volante llegó al club ya tenía un nombre hecho, sobre todo, gracias a sus tres vueltas olímpicas con la camiseta de Peñarol. Tenía 38 años, pero su experiencia y empuje fueron fundamentales para el ascenso a Primera y luego un noveno lugar en su primera temporada en Primera. Como técnico, lograría el segundo ascenso a la máxima serie. Un referente.

Arturo Sanhueza: el criterioso mediocampista de Barrio Norte debutó en 1996 con la tricota del Almirante y estuvo ahí hasta el ’99, sin poder conseguir el ascenso. Pese a ello, todos sabían que su calidad alcanzaría niveles de elite. Y así no más fue: campeón con Wanderers y seis veces con Colo Colo, pero el Rey no olvidó sus orígenes. Volvió al club con 40 años, a pelear en Segunda, y fue el mejor de esa campaña. Un ejemplo de trabajo.

Alberto Cisternas: referente de los ’80, de los primeros equipos de Primera y vigente hasta el ’91. El volante dijo presente en 134 partidos de Primera División con la camiseta aurinegra. Un tipo que metía como le gusta a su gente y, cada tanto, se daba maña para convertir. Su último año en el club fue el más anotador, con tres aciertos. Este mediocampo ideal no tendrá mucha gambeta, pero pasar por acá no será nada fácil.

Luis Riquelme: otro hombre de medioterreno muy a la vialina y puntal de la mejor temporada del club en la historia, la de 1991. Ahí marcó dos tantos y fue el acompañante ideal para el talento de Walter Pajón y lo que hacía Ceballos, por entonces mucho más cargado a la banda. Riquelme hacía un poco de todo y terminó siendo fundamental. Sería su último año en el club, en un torneo que fue trampolín para muchos.

Luis Ceballos: el “Mágico” también es cara de aquellas gloriosas campañas de principios de los ’90, pero tiene un plus especial. El lotino volvió al final de su carrera y se retiró con 41 años en Vial, pero aún jugando a altísimo nivel. La zurda de Ceballos guió a un grupo de jovencitos en años donde al club no le sobraba nada y Luis, con todo su currículum, siempre estuvo. En su última temporada logró 6 goles.

Feliciano San Martín: muchos no lo vieron jugar, pero sus historias son legendarias. Quienes lo disfrutaron, hablan de un delantero difícil de controlar y doble campeón del torneo regional en los tiempos en que Vial no encontraba fórmula para levantar la Copa. Con el “Loco” y un grupo de grandes jugadores lograron la hazaña. San Martín fue dirigente y hasta sus últimos días una pieza fija en la galería de Collao. Su féretro, fue adornado de amarillo y negro.

Richard Zambrano: el delantero que más carrera hizo saliendo de Vial. Oriundo de Laja, jugó 96 partidos en Primera por la “Maquinita”, marcando 29 tantos, artillero histórico en la serie de honor. Al igual que Ceballos, volvió para revivir al club en Primera B y estuvo cuatro temporadas en la serie. Es el máximo anotador en clásicos contra D. Concepción, con 9 tantos, fue seleccionado chileno, jugó en México, Colo Colo y la “U”.

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