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Entrenar sin fecha de competencia: ¿cómo mantener la motivación intacta?

Deportistas practican con objetivos a corto y mediano plazo, que de un momento a otro se borraron del calendario. En días donde la salud mental importa tanto como protegerse del Covid-19, protagonistas repasan su día a día.

Por: Carlos Campos 13 de Julio 2020
Fotografía: Raphael Sierra

En marzo se hablaba de junio o julio, pero ya en esta fecha la mayoría de los deportistas siguen encerrados en su casa, entrenando como pueden y sólo esperando. Algunos tienen patio, otros debieron mover los muebles para tener espacio, mientras afuera el panorama sigue igual de duro.

Salvo excepciones como algunos clubes de fútbol o el remo, la gran mayoría de los deportistas viven meses difíciles, donde de golpe han tenido que adaptarse a una realidad en la que el teletrabajo no corre para ellos. “Por lo menos volvió el fútbol europeo para mirar algo en la tele que sea. Ha sido difícil todo, porque estás acostumbrado a una rutina, levantarte a la misma hora y prepararse para competir, pero ahora no hay nada. Hay días donde despiertas pensando que pronto habrá una solución a todo esto, pero, a veces, simplemente no hay ganas de nada, comentó el ex volante de Deportes Concepción, Matt Lagos, actualmente en San Felipe.

Josefina Viafora juega en Basket UdeC y aseguró que “es difícil saber que entrenas y no hay ningún campeonato cerca. No se sabe que pasará ni nada. Al final todo va en uno mismo, tratando de mejorar e irse superando. No queda otra para motivarse, es lo único que hay. Por mi parte, sigo entrenando en casa, acomodándome al espacio que tengo”, agregando, además, que “siento que, si a ti algo te gusta de verdad, tienes que saber adaptarte a todas las situaciones. Me ha costado mucho todo, igual he tenido bajones y he pensado ‘para que estoy entrenando si no tengo torneos cerca’. Pero al final lo tomé como un desafío personal, tratar de mejorar en cosas pequeñas cosas que más adelante te pueden sumar. Esto puede servir para que en un futuro todos seamos mentalmente mucho más fuertes”.

Trabajo psicológico

Los niveles de estrés y ansiedad han aumentado a gran nivel en todo el mundo y para los deportistas no es la excepción. “Al principio varios se lanzaron a comer y ver series, por lo que hubo que reestablecer las rutinas para que no perdieran la forma. Desde el inicio de la pandemia, hemos orientado el trabajo a tener metas y objetivos acordes a todo lo que está pasando”, afirmó el sicólogo deportivo, Eliot Brito.

El profesional sostuvo que “los futbolistas siempre tienen como gran objetivo meterse en alguna copa o mantener la categoría, pero ahora todo se modificó, porque al no haber competencia, existir gran incertidumbre y no saber cuando volverá todo, se generó desmotivación. La meta que establecimos fue realista: mantener la condición física. ¿Por qué eso? Porque es lo que en mucho tiempo cuesta lograr, pero se va de forma muy fácil. La intensidad con que se hace el trabajo es importante y debe ser media, o puede provocar algún tipo de lesión. Lo ideal es mantener un horario y ser flexibles, sabiendo que estamos viviendo un problema mundial. Si los deportistas logran aceptar que esto es algo global, se les hará más sencillo. Es clave la aceptación”.

Por lo menos en el fútbol, gran parte de los clubes cuentan con un psicólogo deportivo dentro de sus equipos multidisciplinarios. Otros deportes también se han nutrido de aquel complemento para sus planteles. “Hemos tenido charlas con psicólogos deportivos, para así no decaer”, confesó Matt Lagos, por ejemplo, a quien se sumó el técnico de Huachipato, Gustavo Florentín. “Tratamos de cuidar todos los puntos y aspectos, donde lo psicológico es fundamental para el plantel y cuerpo técnico. Comenzamos el retorno al trabajo con algo de temor, pero de a poco nos fuimos sacando las dudas. El sicólogo nos acompaña una o dos veces por semana, se reúne virtualmente con los jugadores y si es necesario de manera individual con alguno, también lo hace”, dijo el paraguayo del acero, club que, eso sí, hace casi un mes y medio volvió a las prácticas, bajo la preocupación de muchos en el plantel.

El tiempo pasa, el reloj corre, los días pasan y ya llegamos a la mitad del año. ¿Cómo trabajar con los deportistas el inevitable hecho de mirar re reojo el calendario? Eliot Brito sostuvo que “nos centramos en el presente, que te da seguridad y autoconfianza. Si te pones a pensar que el tiempo pasa, o que volverás el próximo año, eso te genera más ansiedad, porque piensas en algo que es totalmente incierto. Los niveles de estrés han aumentado muchísimo, ya que el deportista siempre sabe cuando competirá, que el sábado o domingo juega y ahora no hay nada claro. Si muchos clubes congelaron sueldos, lo que para todos fue complejo también. Todo esto sacó al deportista de su hábitat de entrenamiento, ya que nadie en casa tiene el mismo espacio que en una cancha”.

Resilientes

Dos atletas se hacen fuertes en este panorama adverso. Margarita Masías hoy vive y corre en Temuco, desde donde asegura que “entrenar me enfoca netamente en eso y no doy lugar a la angustia. No veo a mi familia desde enero y claro que no es fácil este momento, pero tomo el deporte como vía de escape. Si ya hay tanta cosa mala sucediendo, no puedo ser yo quien comparta más negatividad en redes sociales o en la vida. Siento responsabilidad en el deporte, porque me sigue mucha gente y uno tiene que tratar de dar alegría, ¿qué saco con estar publicando cosas tristes? Uno tiene que motivar al resto, tratando de mantener lo que más se pueda la buena vibra”.

Catalina Bravo es otro ejemplo. Es lanzadora de disco y la pandemia cambió bruscamente sus planes, pero ella busca lo positivo “Saber que hay mucha gente en tus mismas condiciones que aún así trabaja y ve formas de mejorar, ayuda a pensar que no puedes rendirte tan fácil. Debo agradecer que tengo un hijo que me saca adelante todos los días. Ahora él ve lo que hace la mamá. El deporte es mi vida y me encanta. Si lo dejo, ahí si me desmotivaría”, dijo la atleta.

Masías, además, recalcó que “he tratado de enfocarme en cosas que antes no hacía. Mi trabajo en este tiempo ha sido fortalecer aspectos débiles que tenía, como la potencia, fuerza, explosividad y todo lo muscular. Acá en Temuco hubo cuarentena y estuvo todo muy complicado en su momento, pero menos mal en la casa tengo trotadora. Claro que es un momento incierto, porque nadie ha dado fechas, pero uno siempre trata de ingeniárselas para moverse y hacer algo”.

Para Catalina Bravo, lanzadora de disco, la pandemia interrumpió hasta un proyecto de vida que iba más allá de lo deportivo. “Debería estar en Argentina, me fui a estudiar allá. Justo en febrero vine a buscar a mi hijo Martín y me pilló acá todo esto. Así que como el espacio en la casa no me da, he entrenado con él en la calle. Trato de aprovechar el tiempo junto a él y mi familia. De todo, siempre, hay que sacar cosas positivas”.

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