El no pago de Rusia a la multa impuesta por la Federación Internacional de Atletismo por su complicidad en los casos de dopaje de sus deportistas, está provocando los primeros síntomas de rebelión entre algunos de sus atletas, que ven peligrar sus carreras.
Tanto así que el campeón mundial de los 110 metros vallas en 2015, Sergei Shubenkov, se mostró dispuesto a cambiar de nacionalidad si no se resuelve el veto que pesa sobre la federación de su país.
Rusia tenía como plazo límite el 1 de julio para pagar una multa de 5 millones de dólares, más otros 1,3 por el coste de las labores que un grupo de trabajo realiza para garantizar la limpieza del atletismo ruso. Era un requisito para permitir a sus atletas competir, aunque sin representar oficialmente a su país. Ese pago no se realizó, alegando dificultades financieras.
Algunos deportistas llegaron a pedir ayuda al presidente Vladimir Putin para que fuera el Gobierno quien asumiera el pago. Uno de los más destacados, Sergey Shubenkov, mostró en una entrevista al programa Match TV las primeras grietas que está provocando la inacción de su federación y de las autoridades deportivas rusas. Preguntado si se plantearía cambiar de nacionalidad para seguir compitiendo, mostró sus dudas: “Es una pregunta muy difícil. Rusia es mi elección, pero si no tengo ninguna esperanza haré lo posible por cambiar de nacionalidad”, admitió el atleta de 29 años, también doble subcampeón mundial en 2017 y 2019. En esta última ocasión compitió como atleta “neutral”.
La advertencia de Shubenkov se suma a otros pronunciamientos de estrellas del atletismo ruso cuestionando el proceder de su federación y de las autoridades deportivas rusas. La triple campeona mundial de salto de altura, Maria Lasitskene, tachó de “vergüenza” cuando la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sancionó este país dejándolo cuatro años fuera de las competiciones internacionales por su complicidad con el dopaje.