Basquetbolista ex UdeC cambió triples y clavados por ayudar a ganar un partido mucho más importante. Es ingeniero mecánico y trabaja en el Servicio de Salud Ñuble ayudando a cientos de pacientes.
Son días en que los deportistas suelen estar entrenando en casa, esperando que vuelva la actividad o, incluso, estudiando vía online. Pero ninguna de las anteriores es la realidad de Matías Villagrán, ex pívot del Basket UdeC, quien aprovechó su faceta de ingeniero mecánico y está trabajando en el combate de la pandemia.
“Ha sido un cambio brusco y muy distinto el salir de la cancha para ahora estar en esto. Paso casi todo el día en un computador y dentro de la oficina, totalmente opuesto a lo que hacía antes”, dijo Matías, quien explicó que “estoy trabajando en el Servicio de Salud de Ñuble en una estrategia que se creó contra el Covid-19. Me toca estar encargado de la logística, flota y todo lo que tiene que ver con la movilización. Gracias a Dios esto es algo que tengo para echar mano y trabajar, y qué mejor aún que ayudando a la gente”.
El último club del pívot fue UdeC, con quien si no era por la pandemia, tenía claras opciones de quedarse con la Liga Nacional. Hoy cambió la cancha por una oficina, en una gran iniciativa que beneficia mucha gente. “Tenemos 25 equipos que se reparten por toda la Región, cada uno está compuesto por un médico, enfermero, kinesiólogo y tens. A mí no me toca salir a terreno, pero al equipo le toca ver gente contagiada con Covid-19 para que se les ingrese al programa, se les haga seguimiento y controles cada ciertos días. Así no tienen que estar saliendo para ir al hospital, congestionando el sistema y posiblemente contagiando a más personas. Ese es uno de los grandes objetivos que tenemos”, dijo Villagrán.
El basquetbolista añadió, además, que “otro propósito que tenemos es que quienes estén sanos o, por lo menos, sin Covid-19, no salgan de sus casas para hacerse los controles médicos. Por lo mismo, va nuestro equipo a sus hogares y así evitamos posibles contagios y congestión en hospitales. Estamos viendo unos 200 pacientes por día, imagina esa misma cantidad de gente en una gran fila en el Cesfam. Esto es algo innovador que realmente nos está dando grandes resultados. Nuestro equipo está compuesto por unas 100 personas y no hay contagios en ninguno. Los protocolos de seguridad que acá manejamos son muy estrictos. Acá tenemos conciencia total que si se contagia uno, serás agente transmisor del virus y así lo llevarás a otro domicilio”.
El programa Cuida (Cuidados Domiciliarios Avanzados) tiene su base en Chillán y desde ahí los equipos se van desplegando por lugares recónditos de la Región. “En estos momentos es imprescindible que ayudemos a quienes no pueden tener acceso a la salud. Los equipos han llegado a lugares rurales en los que hay gente que no ha visto a otras personas en mucho tiempo. Son lugares abandonados y nos da rabia que el sistema no sea capaz de llevar la salud a todos lados”, añadió el pívot.
Finalmente, Villagrán señaló que “creemos que perfectamente esto es replicable en otros lados. Todos queremos que esto se acabe rápido y ojalá lo antes posible. Acá los muchachos del equipo nos llegan contando historias que te dan mucha impotencia y dejan con un nudo en la garganta”.