La situación más delicada es de los jinetes: de los 26 que participan regularmente en la zona, la mayoría tiene en las carreras su único ingreso. Piden retomar la actividad a puertas cerradas.
“Los más afectados somos los jinetes, que no recibimos nada si no se corre. La mayoría se dedica solo a esto, no existe otro empleo”, contó Patricio Torres, representante de estos deportistas a nivel local. Desde el 17 de marzo que la actividad hípica se suspendió en todo el país, provocando una severa crisis económica sobre todo para quienes viven de los ingresos de las carreras.
Luis Leal, representante de los preparadores, comentó que “es complicado, por cómo funciona la hípica en Chile, con leyes precarias. La mayoría de sus trabajadores son independientes, y el sistema de remuneración se basa en temas variables por los premios. De ahí, hay un porcentaje para el jinete, otro para el propietario, herrador y cuidador. Básicamente, todo el mundo funciona a raíz de lo que obtienen los caballos en las carreras”.
Al respecto, Leal agregó que “los preparadores siguen teniendo la pensión que paga cada propietario, para la mantención del corral. Pero todo el sistema se financia con los premios. Por eso, la hípica está pidiendo realizar las carreras a puertas cerradas, y se puede jugar por fonotrack en internet, gran parte de las apuestas se hace por esa vía (…) Se le presentó un protocolo al ministro (Jaime) Mañalich para que pudiera ver cómo funcionaríamos: cuánta gente estaría y las medidas sanitarias. Estamos esperando respuesta, y extraoficialmente se dice que podría reanudarse la actividad a mediados o fines de mayo, pero hay que esperar. Se piensa en bajar la cantidad de carreras y de caballos en cada una. Ojalá resulte”.
El representante de los propietarios también remarcó que el panorama no cambiaría mucho en relación con la labor que se hace hoy, sin carreras. “Fácil, hoy son 200 personas trabajando, y para una jornada de carrera deberían ser unas 50 más, puede que menos. Los mismos empleados que hoy cuidan y alimentan los caballos, participan en las reuniones de cada semana cumpliendo otras funciones. Entonces, sería casi la misma gente”.
Patricio Torres, debido a la falta de actividad, señaló que ha ido a hacer trabajos esporádicos a la Vega Monumental. “Acá somos 26 los que corremos habitualmente y la mayoría está sin ingresos. Entendemos lo que pasa, pero a nosotros nos afecta mucho. Nunca se había parado la actividad tanto tiempo”.