Fanático de la figura de la NBA, LeBron James, el talentoso conductor fue destacado como una de las figuras en la última temporada de este deporte en Adicpa. Dice que tiene la idea de seguir en esta disciplina, aunque con un plan B: le gustaría ser ingeniero comercial.
Por Álvaro Ahumada
El básquetbol es uno de los deportes más populares del mundo, una disciplina que ha tenido grandes figuras como LeBron James, “Magic” Johnson, Stephen Curry, Michael Jordan y el recientemente fallecido Kobe Bryant. Todos ídolos de la NBA, que inspiran a muchos chicos a practicar la disciplina. Uno de ellos es Esteban Salazar, estudiante del Colegio Etchegoyen que fue recientemente reconocido por su buen rendimiento en el campeonato Adicpa.
Con 17 años tiene pensado estudiar Ingeniería Comercial, aunque no está muy seguro, dado que dice que la carrera está saturada. Además, aparte de jugar por su colegio, también lo hace en el Club Deportivo Omega, equipo que se gana un espacio y quiere ser un aporte para el básquetbol penquista.
– ¿Cómo nació esta pasión por el básquetbol?
Toda mi familia lo ha jugado desde muy pequeños. Yo pasé por hartos deportes antes, pero fue el que más me llamó la atención. Jugué también fútbol y hockey, pero el básquetbol fue el más que mi favorito gracias a un profesor que en el colegio me lo inculcó más que nadie.
– ¿En qué posición te gusta jugar?
Siempre he jugado de conductor y de escolta, desde el colegio.
– ¿Algún equipo de la NBA que te guste?
Sigo a los Lakers. Antes a los Cleveland, la verdad más que nada sigo a mi jugador favorito LeBron James, es un deportista muy completo, tiene la mezcla completa de habilidad y fuerza que lo hace dominar todas las facetas del juego. Por eso lo admiro mucho, es mi ídolo”.
– ¿Y alguno de la zona?
Acá sigo a la Universidad de Concepción, siento que este cariño se inició cuando junto a mi familia seguíamos al equipo en la Casa del Deporte, y a medida que avanzaba hacia los playoffs veíamos cómo el gimnasio se llenaba cada vez más. Existen jugadores emblemáticos de la UdeC que han sido una inspiración para mí, como (Evandro) Arteaga y (Eduardo) Marechal, que ahora están en Leones de Quilpué.
– ¿Qué significó para ti el recientemente fallecido Kobe Bryant?
Fue una leyenda del básquetbol, alguien importante para todos los que practicamos este deporte. Uno siempre mira para arriba, a los mejores, y por mucho tiempo ese sitial fue de Bryant.
Brillando en Adicpa
– ¿Cómo te fue en el 2019 en los campeonatos escolares de Adicpa?
El año pasado quedamos segundos. El equipo que nos derrotó era muy fuerte, tenían más jugadores, ellos eran más grandes en lo que se refiere en edad. Por ello, quedamos conformes con nuestra actuación.
– ¿Qué te parece la popularidad del básquetbol en Chile?
En mi vida al menos ha sido popular y muy importante, ya que desde pequeño me inicié en esta disciplina, en el Colegio Etchegoyen. La verdad es que gracias al basket he conocido a mucha gente. No solamente está el campeonato escolar, sino también la liga regional y nacional, es un deporte que aún sigue creciendo y esperamos que continúe a todo nivel.
– ¿Te ves a futuro jugando básquetbol o lo ves más como un hobbie, un pasatiempo?
Algunos lo ven como su futuro, buscando irse a otro país y esas cosas, pero yo quiero seguir jugando aunque con mis objetivos claros. No sé qué pasará, porque quiero estudiar a futuro, sería bueno jugar en la universidad y poder complementar ambas cosas.
– ¿Y qué tienes pensado estudiar en la universidad?
Estoy interesado en estudiar Ingeniería Comercial, aunque entiendo que es una carrera que está un poco saturada. Igual no lo tengo tan claro todavía, me queda algo de tiempo para tomar la decisión. – Hay jóvenes que tal vez les gusta mucho el básquetbol, pero que no tienen la confianza en sus propias capacidades ¿Qué le dirías? – Que se atrevan y que no paren de hacerlo, el básquetbol igual tiene lesiones de por medio, yo he tenido varias ya. Cuando tenía 14 años me gustaba este deporte y nunca he dejado de practicarlo. Algunas personas han tenido una dolencia y paran, pero no hay que dejarse abatir. Así es que hay que darle con todo nomás.