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Daniel Pineda: Saltos para seguir en la historia grande del atletismo

Tras una década de carrera, el deportista chorero todavía disfruta de su romance con las pistas, las mismas que han sido testigo de su consagración. Dueño desde 2012 del récord nacional en pista abierta, hace unos días rompió la plusmarca bajo techo, para consolidarse como el mejor chileno en la disciplina.

Por: Samuel Esparza 10 de Febrero 2020
Fotografía: Cedida

Reinventarse diariamente en el éxito, porque lo más difícil no es llegar sino mantenerse en la cima. Aquella es la máxima que rige al alto rendimiento y bien lo sabe a sus 34 años Daniel Pineda, el atleta local que una vez más copó portadas tras romper el récord chileno de salto largo bajo techo en el Sudamericano Indoor desarrollado recientemente en Cochabamba, Bolivia.

Un logro que llega casi una década después de que el chorero consiguiera anotar por primera vez la plusmarca chilena de la especialidad (pista abierta), cuando en mayo de 2010 saltó 7,97 metros para lograr su mejor actuación personal hasta ese momento, superando los 7,86 que Jorge Naranjo mantenía desde 2004.

Una extensa trayectoria que por años lo ha tenido como protagonista del atletismo chileno, con sucesivos récords en la disciplina y una capacidad encomiable para mantenerse vigente. Lo hizo en el amanecer de su trayectoria, quebrando marcas y representando al país entre lo más granado del circuito internacional, y lo sigue haciendo hoy cuando, con resultados como respaldo, asegura que le queda cuerda para muchos hitos más.

Saltando por un sueño

Luego de dejar atrás con laureles su época escolar donde haría con éxito el traspaso desde la velocidad al salto largo, Daniel Pineda dejó en claro que lo suyo iba en serio. Paulatinamente fue destacando con triunfos como el título sudamericano juvenil en 2002 en Paraguay (7,28 metros) y otras auspiciosas ubicaciones en los torneos adultos siguientes. Así llegó el Iberoamericano de 2010 en España, donde avisó con el décimo puesto y el Sudamericano de Argentina, donde consiguió su primer podio internacional con el tercer puesto y una marca de 7,82 metros. En esa misma temporada batiría su propio récord nacional en el Grand Prix de La Paz, con un notable registro de 7,98 metros.

Aunque sería el año siguiente el de su consagración, primero al transformarse en el primer chileno en superar la barrera psicológica de los 8 metros, marca exacta que consiguió en Bogotá, y posteriormente con la conquista de la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, tras un brinco de 7,97 metros. Veinteañero aún, ya tocaba el cielo con las manos mostrando un crecimiento constante y regular.

Por eso al año siguiente a nadie le extrañó que volviera a entrar a la historia con una nueva plusmarca de 8,07 metros en el Grand Prix Sudamericano de Santiago, la que mejoraría ese mismo año en el Nacional de Santiago con los 8,08 metros que se man- tienen hasta hoy como el mejor salto de la historia chilena.

Más vigente que nunca

Cuarto lugar en los sudamericanos de 2014 y 2018, y bronce en Asunción 2017, Pineda se las arregló para seguir marcando presencia en el ámbito internacional, pese a contratiempos físicos que marcaron esos años.

Su carrera se ve hoy revitalizada gracias a lo acontecido en Cochabamba, donde con un salto de 7,62 metros batió por dos centímetros el récord indoor que también pertenecía a Jorge Naranjo desde 2004.

“Estoy satisfecho, porque este récord me confirma como el mejor de la historia en el salto largo nacional. Independiente de altos y bajos, siempre los entrenamientos son un indicador para saber si aún tenemos ‘bencina’ y en mi caso, siento que tengo para mucho más”, asevera el atleta.

“Si bien no es fácil mantenerse al tope tantos años, lo único que he notado diferente en este tiempo de carrera es que los periodos de recuperación no son los mismos, las lesiones son más frecuentes y hay que invertir más tiempo en descanso. Pero mis parámetros de fuerza y velocidad están a tope, siempre fui bueno en eso; lo único que me saca de planificación son algunas molestias, sin embargo, las capacidades técnicas y físicas están intactas”, agrega.

Según el atleta, lo mantiene en forma la seguridad de que más pronto que tarde se viene el gran salto de su vida. “Siempre he pensado que pue- do saltar más, quizás aun no encuentro esa fortuna de decir que logré lo que realmente estaba capacitado para hacer, aún estoy esperando ese momento y esa ilusión me mantiene arriba”, explica.

Motivación que este año se multiplica tomando en cuenta los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, un evento en el que pondrá todas sus energías para decir presente. “Viene la tempo- rada al aire libre, parto el 28 de febrero en Santiago y luego haré un circuito sudamericano entre marzo y mayo donde estaré en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, y en el Orlando Guaita de Santiago. El primer objetivo es clasificar al Iberoamericano, para defender la medalla de plata que logré en Tenerife 2018. Posteriormente la idea es quedarme en Europa tratando de optar a buenos puntos y marcas para ir a Tokio”, detalla.

Así las cosas, la esperanza está más viva que nunca según reconoce Pineda, sobre todo porque además de la marca (8,22 metros), la otra opción para ir a Tokio es el ránking mundial que se estructura a partir de estos torneos. “Es un desafío bonito porque el ránking se mueve hasta agosto y estos campeonatos son los que entregan los puntos necesarios. Por eso estoy agradecido del Gobierno Regional, ya que con el proyecto que me aprobaron el año pasado pude ir a Europa y hacer una buena base. Lo mismo pasa con el club Huachipato que siempre está conmigo y mis marcas y empresas como GNL, que a través de la seremi de Deportes me ayudó. Sería muy importante que todo ese apoyo se repitiera este 2020 en mi proceso olímpico”, sentencia.

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