Este martes, se embarcará rumbo a Alemania, donde se sumará como refuerzo del TSV Schöppenstedt, elenco con el que disputará la liga germana y un nacional. Se une así a Paulina Vega y Felipe Olivares en el viejo continente.
No fue el más precoz de su generación, lo suyo más bien se fue dando a “fuego lento”, quemando etapa por etapa hasta llegar al deportista que es hoy. El mejor momento de su carrera en el tenis de mesa está viviendo el sampedrino Mauricio Bernales (31), quien tras erigirse como uno de los mejores exponentes en el último selectivo nacional (clasificando a la preselección chilena), se apresta a jugar en el circuito alemán, el más poderoso del mundo.
La paleta sampedrina se integrará a contar de esta semana al TSV Schöppenstedt, elenco perteneciente a la Bundesliga y que contrató sus servicios por dos meses y medio.
De esta manera, Bernales se suma a nombres como Paulina Vega y Felipe Olivares, otros destacados tenimesistas regionales que exhiben pasos por el viejo continente (España y República Checa, respectivamente).
Mauricio Bernales reconoce que hizo el camino largo en el deporte. Comenzó en el tenis de mesa cuando era niño y a instancias de su abuela, entusiasta jugadora de los interligas del Registro Civil.
En el Colegio Concepción San Pedro continuó puliendo la técnica hasta enrolarse en Petrox y desembarcar posteriormente en Huachipato, su club actual. Cuando entró a la carrera de Odontología, el tenis de mesa dejó de ser la prioridad, aunque siguió acompañándolo en sus tiempos libres.
Fue después de titularse que retomó la pasión y empezó a elevar su nivel hasta convertirse en uno de los principales exponentes regionales.
“Dispuse de más tiempo, trabajé aspectos de juego, además de físicos, y puedo decir que los dos últimos años han sido excelentes. Me metí entre los 10 mejores de Chile, obtuve un bronce para Bío Bío en los últimos Juegos Deportivos Nacionales de 2019 y también pude destacar en el ámbito internacional, con una plata individual y un bronce en dobles en el Abierto de Perú”, detalla.
Así llegó el clasificatorio nacional desarrollado hace unos días en el Centro de Entrenamiento Olímpico de Santiago, donde lució su nueva forma para anotarse en la preselección chilena que disputará los próximos torneos internacionales, incluyendo el Mundial de Corea y el preolímpico.
“Fue un campeonato muy duro, porque de los 16 que participamos, la mitad milita en clubes extranjeros. Y de los ocho que clasificamos a la preselección, seis juegan fuera del país”, sostiene.
Lo más importante es que con la llegada del nuevo head coach nacional, Francisco Seijas, las opciones del sampedrino de vestir la casaquilla chilena crecieron considerablemente, tal como explica. “El profesor quiere ampliar el espectro de los que juegan torneos internacionales para que no sean siempre los mismos, el mismo sistema que usan las grandes potencias mundiales, como son China y Japón, que tienen cerca de 12 jugadores que van rotando en sus selecciones. Así todos podremos sumar experiencia”, resalta.
Este martes, Mauricio Bernales enfilará rumbo a Alemania, donde se integrará al TSV Schöppenstedt, equipo con el que disputará la Bundesliga y la Copa Alemania hasta abril, en lo que será su segunda experiencia en un club europeo.
“En 2016, jugué en España por Unidad Santa Eularia, también por dos meses y medio. Me fue bastante bien, de 14 partidos gané 13 y dejé una buena impresión. Me sirvió, además, para conocer la realidad europea, saber cómo viven el deporte, lo grande del espectáculo”, expresa.
Sobre este nuevo periplo, cuenta que fue un amigo radicado en Alemania quien le hizo el contacto con el club.
“Allá siempre buscan jugadores, lo más difícil es hacer el contacto y afortunadamente tenía a mi amigo allá. Siento que ahora voy en mejores condiciones aún, estoy en mi peak físico y de juego, más maduro en todos los aspectos, y espero tener una buena temporada. La liga alemana es ultra profesional, quizás la más grande del mundo, sé a lo que voy, pero tengo confianza en que estaré a la altura y podré hacer el trampolín para regresar en los playoffs”, manifiesta.
Y añade: estoy muy motivado, porque también tendré la oportunidad de jugar los Pro Tour por Chile, que se realicen cerca. Disputaré el de Portugal y en abril el de Italia. Eso me pone contento, porque desde 2016 que no juego ningún torneo válido por el ranking mundial. Mi meta a corto plazo es jugar por la selección en un latinoamericano y algún sudamericano, junto a eso, no veo lejano ganar un campeonato nacional, voy más lento, pero sé que derivaré en un título”.
Por lo pronto, su primer desafío es conseguir recursos: el club alemán le pagó los pasajes y un mes de estadía en un centro de entrenamiento, y le queda reunir el resto para completar su travesía. “No es la idea venirme a mitad de temporada, tengo mucho por rendir y estoy seguro que podré brillar” .