Anfp e Intendencia quieren retomar la competencia y analizan opciones para ello. Eso sí, jugadores no comparten aquella medida. Todo se resolverá esta tarde en Santiago.
En el mundo del fútbol chileno, la postura es prácticamente única: no se debe reanudar aún el torneo. Así lo dijo, por ejemplo, el capitán de Colo Colo, Esteban Paredes, quien indicó ayer que “el gobierno y Anfp quieren retomar el campeonato para calmar un poco a la gente, pero no estamos de acuerdo. En mi caso, no quiero que se reanude el fútbol. Primero está el país y el pueblo”.
A nivel local, Alejandro Camargo, capitán del Campanil, aseguró que “si no están las medidas necesarias, no se tiene que jugar por respeto a la gente que está transmitiendo un mensaje. Mientras no los escuchen a ellos, esto va a continuar. Hay que respetar lo que quiere el pueblo”.
Eso sí, ayer, tras una reunión en la Intendencia Metropolitana, desde la Anfp, el presidente Sebastián Moreno, afirmó que “la idea es volver al fútbol en condiciones que permitan asegurar el normal desarrollo de los espectáculos. Hay disposición de las autoridades e Intendencia, para explorar los caminos que nos permitan volver a jugar”.
Bajo esa lógica, ¿hay plazos para determinar el probable retorno del fútbol nacional? Moreno agregó que “es la tarea que tenemos y hay que resolverla lo antes posible, porque los clubes deben resolver logística con varios días de anticipación. Se requieren análisis con los clubes”.
En definitiva, en esta jornada, se conocerá si se retomará la acción en el campeonato nacional. Sobre ello, Camargo añadió que “es difícil todo, porque hay manifestaciones en varios lugares y no sé si hay muchos carabineros como para sacarlos de ahí y meterlos a un partido. Creo que es arriesgado. Siempre están las ganas de jugar, pero tenemos que respetar lo que pide la gente, que no es algo de hoy, sino que un tema de bastante tiempo, por lo que veo en redes sociales y televisión”.
Todo se resolverá hoy, aunque la postura de Anfp y gobierno es, como sea, jugar el fin de semana. Aquel factor será clave para que Santiago se ratifique, una vez más, como sede de la final de Copa Libertadores.