“No tuve noción de lo que pasó, recién en la clínica supe”, dijo Guillermo Pacheco al intentar recordar los últimos minutos del 2-1 de Universidad de Concepción sobre O'Higgins. Estará alrededor de dos meses sin jugar.
El único punto negro en el gran triunfo del Campanil el domingo fue Guillermo Pacheco. Pero no por una mala actuación, al contrario. El lateral jugó fracturado los últimos minutos del partido, aguantando lo más que pudo un resultado que era brillante para un equipo que sueña con la permanencia.
Se jugaba el 90’ cuando Pacheco fue embestido violentamente por Marcos Sebastián Pol. El lateral cayó al piso y a los pocos segundos volvió a la cancha, prácticamente deambulando en ella. Pitazo final y llanto desatado del ex San Luis, quien fue el único que no festejó la victoria por 2-1.
“No me acuerdo de nada. No tenía noción de lo que pasó. Más tarde vi el compacto, ahí ‘caché’ que había jugado y todo lo que pasó. Si me preguntas que hice, sólo te lo puedo decir porque vi un par de imágenes. Abracé a Llorca (integrante del cuerpo técnico) y me largué a llorar. Seguramente fue de manera inconsciente”, comentó ayer, desde Santiago, el lateral del Campanil, Guillermo Pacheco, quien estuvo hasta las 22 horas del domingo realizándose exámenes en una clínica de Rancagua y viajó ayer por la tarde a Concepción para seguir en reposo.
¿El diagnóstico final? Una fisura de la última costilla y dos fracturas en la apófisis transversa: lumbar uno y dos. “Son huesos que van pegados a la columna vertebral”, detalló el directivo de UdeC, Mario Lucero. Así, hoy un especialista definirá si la lesión requiere operación o no, al igual que determinar el plazo de recuperación definitivo, que sería de dos meses, preliminarmente, a la espera del chequeo oficial.
Aún con mucho dolor y tomando calmantes por lo mismo, Pacheco agregó sobre sus últimos minutos en cancha que “traté de entregarme por completo. Llegando a la clínica en plena ambulancia recién supe como había terminado el partido. El dolor era tremendo, pero estamos en una situación en la que hay que pelear hasta cuando el árbitro toque el pito. La fuerza de voluntad y el ayudar al equipo pudieron más”.
Y Marcos Pol, ¿tomó contacto con Pacheco? “Si, me escribió. Pidió las disculpas correspondientes… pero eso. Igual le agradecí, pero creo que, por más que haya estado caliente, la jugada era totalmente evitable. Uno es su compañero de profesión al final”, cerró el lateral.