Tras casi cinco meses sin ganar, el Campanil superó 3-1 a los albos en el Ester Roa y tomó oxígeno en su lucha por mantener la categoría. Partidazo de Bryan Rabello quien marcó dos goles tras la apertura de la cuenta de Rubio. Marcos Bolados descontó para la visita, que se vio superada por el cuadro de Bozán.
Hace rato se esperaba un partido así del Campanil. Cuando parecía que el rumbo estaba perdido y todo iba cuesta abajo, UdeC se hizo fuerte en casa y tomó oxígeno en su lucha por mantener la categoría.
El 3-1 sobre Colo Colo de ayer en el Ester Roa fue inapelable. Sin ser inmensamente superior, el equipo de Bozán tuvo la efectividad que no había mostrado en todo el torneo y marcó en los momentos precisos del partido. Tremenda actuación de Bryan Rabello, quien marcó dos goles y centró para Rubio cuando sólo iban 3’ de partido. Desde ahí, el Campanil se aprovechó de la visita, que llegó al Ester Roa desesperado por ganar y aparentemente más preocupado del récord de Paredes que de otra cosa.
Gran abrazo de Rubio con Bozán tras el 1-0 y UdeC manejó el duelo a su antojo, aunque iniciada la etapa final del partido, se encontró con un equipo distinto al frente. Colo Colo salió con otra disposición y logró el empate tras un pivoteo de Paredes a Bolados. El capitán albo se elevó en el área y muchos pensaron que llegaría el histórico gol 216, pero asistió al ex UC quien sólo tuvo que empujar la pelota.
Parecía que despertaba Colo Colo y el Campanil se venía abajo, pero Bryan Rabello logró el desnivel con un tremendo golazo que no festejó por su pasado albo. Fue, quizás, el inmerecido premio a un equipo que iniciada la segunda etapa, se echó atrás demasiado temprano y cuidó la ventaja prácticamente en su área, pero alguna vez en el torneo le tenía que tocar a UdeC.
Los minutos pasaban y con más empuje que fútbol Colo Colo llegó al área del “Tigre”, pero apareció otra vez Rabello para liquidar el partido, desatar la euforia de Bozán y darle un respiro gigante a UdeC en su lucha por seguir en Primera. Un triunfazo quedando aún 27 puntos por disputar, donde seguramente el volver a festejar tras casi cinco meses, les dará gran confianza a los penquistas de cara a lo que resta de campeonato. El próximo rival del Campanil será Everton, el viernes 27 en el Sausalito, otro duelo vital.
Francisco Bozán estaba feliz tras el partido, aunque optó por bajarle el perfil a la victoria sobre los albos. “Estamos todos decididos a que nuestro único objetivo es seguir en esta categoría. Hoy (ayer) fue una muestra de lo que tenemos que ser como equipo, pero no más que eso. El llamado es a volver a esforzarnos, porque no hemos ganado nada”, dijo en conferencia de prensa el DT del Campanil.
Por el lado albo, Mario Salas se deshizo en explicaciones y Esteban Paredes fue el único en dar la cara tras el 1-3. Los protagonistas ayer fueron auricielos. “Esperamos que este sea el impulso para salir de la zona de descenso. Sabíamos que sería difícil, pero lo primordial era ganar”, comentó la figura del duelo ayer en el Ester Roa, el volante Bryan Rabello.
Finalmente, y sobre la dupla de centrales Navarrete-Martínez que tuvo un buen desempeño, Bozán sentenció que “Hans jugó contra el Real Madrid hace un par de años y Claudio lo hizo contra Olimpia y Roque Santa Cruz sin problemas. No los voy a descubrir ahora”.