En sus últimos nueve duelos en el certamen, la verdeamarela ganó seis y apenas perdió uno, con 20 goles a favor y apenas dos en contra. Además, siempre levantó la copa en su casa.
De cara a la final de la Copa América, es imposible no tomar en cuenta varios hechos que marcan la historia entre Brasil y Perú en la competencia. Ambos definirán al nuevo monarca del certamen, mañana desde las 16 horas en el estadio Maracaná, en duelo que será arbitrado por el chileno Roberto Tobar.
El primer antecedente que aparece es el enfrentamiento más reciente, que fue en esta misma edición. Por la última fecha del Grupo A, Brasil aplastó a Perú y lo goleó por 5-0, en el que ha sido su mejor partido en el torneo, tanto por la expresión futbolística como por la contundencia que tuvo frente al arco del seleccionado bicolor.
Sin embargo, el técnico Ricardo Gareca sacó lecciones de ese mal encuentro, donde Perú jugó, quizás, su peor partido bajo la conducción del argentino. Y tras eliminar por penales a Uruguay en cuartos de final, jugó su mejor encuentro del torneo frente a Chile, al que goleó por 3-0 mostrando un gran nivel colectivo e individual.
Otros datos dicen relación con la historia. En primer lugar, esta es la quinta ocasión en que Brasil organiza la Copa América, y en todas las anteriores terminó levantando el trofeo. En 1919 venció a Uruguay en la final, tres años más tarde a Paraguay y en 1949 repitió los festejos ante los guaraníes. En 1989 fue su última coronación en casa, cuando el torneo tenía un cuadrangular final para definir al campeón y el “Scratch” ganó todos sus duelos sin recibir goles en contra.
Y en segundo término, en sus últimos nueve partidos por la Copa, Brasil se impuso en seis, hubo dos empates y una sola victoria peruana (2016, con polémico gol con la mano de Raúl Ruidíaz).
De cara al encuentro de mañana, el local tiene una baja confirmada: Willian quedó con dolores en su muslo derecho tras el duelo con Argentina y la federación brasileña confirmó que no jugará la final. En el caso de Perú, Gareca espera contar con Edison Flores, el único hombre en duda para el duelo.