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Nueva beca Proddar: los cambios que vienen en sueldos de los deportistas

El sistema estrella de ayuda al alto rendimiento chileno será objeto de importantes modificaciones que le darán mayor transparencia y criterio tanto a la hora de asignar los recursos como de evaluar a sus beneficiados. El deporte regional le pone nota.

Por: Samuel Esparza 10 de Junio 2019
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Se avecinan cambios al sistema más importante que existe en Chile de ayuda económica a los deportistas de élite: la beca Proddar.

El formato, que durante años viene siendo objeto de críticas, ya sea debido a la información confusa que la envuelve (al punto que incluso sus propios beneficiarios rara vez conocen sus fundamentos) o porque no respeta los procesos a la hora de evaluar rendimientos, entre varios otros aspectos, se verá modificado a partir de este año.

Según fuentes ligadas a la institucionalidad deportiva, es una aspiración que las autoridades del Ministerio del Deporte tenían desde el día que asumieron el cargo, para lo cual se conformó una comisión liderada por la propia ministra, Pauline Kantor.

Cómo funciona

El Proddar (Programa de Desarrollo para Deportistas de Alto Rendimiento), es una de las iniciativas pioneras de apoyo al deporte en el país y partió a mediados de la década del ‘90 bajo el nombre de Programa Top.

Se trata de una asistencia gubernamental (administrada por el IND), que incentiva el cumplimiento de metas para deportistas, basándose en la consecución de logros internacionales, y se concreta mediante la entrega mensual de un estímulo económico a los deportistas beneficiarios y su cuerpo técnico. Una especie de sueldo mensual para que los deportistas de alto rendimiento sigan cosechando triunfos y se enfoquen en sus carreras.

Además, entrega soporte médico, evaluaciones funcionales, ayuda psicológica, apoyo en rehabilitación de lesiones, además de becas de alojamiento y alimentación en el hotel del Centro de Alto Rendimiento (CAR).

Mensualmente, son casi 400 deportistas (hasta abril de este año eran 393) de diferentes disciplinas (37 deportes en abril) los que reciben el aporte gubernamental para solventar sus carreras.

El grupo es clasificado en siete categorías que se corresponden con los resultados deportivos de cada becado. La categoría 1 es la que entrega los montos más altos, con un tope de $2 millones 585.712 para los medallistas de oro en Juegos Olímpicos, partiendo en $1 millón 45.485 (para quienes obtengan un cuarto puesto en Juegos Olímpicos o ParaOlímpicos). Mientras que la categoría 7 es la que reparte el monto más bajo, con $323.214.

Del mismo modo, el incentivo para deportes colectivos tiene como tope $1 millón 236.000 (para los equipos que logren podio en unos Juegos Olímpicos o ParaOlímpicos), siendo la categoría 4 la más baja, repartiendo un monto total de $323.214.

Sistema perfectible

Con todo, y pese a ser uno de los aportes más importantes con que cuenta el deporte de alto rendimiento chileno, hace algún tiempo que la beca viene sumando detractores, partiendo por sus principales beneficiarios, los deportistas.

En lo formal, el Proddar está normado por la Ley del Deporte N° 19.712 (Art. 12 y 79, Decreto Supremo número 4), de julio de 2015. Para acceder a ella, el deportista debe: “ser chileno; estar afiliado a una organización deportiva asociada a una federación deportiva nacional miembro del Comité Olímpico de Chile (Coch), y cumplir con un logro técnico determinado en la categoría juvenil o adulto en eventos deportivos del ciclo olímpico, o eventos internacionales específicos en cada disciplina (Sudamericanos, Panamericanos y Mundiales)”.

Es decir, para confirmar la ayuda, los deportistas deben revalidar el logro por el que accedieron a ella en un único evento, premiándose sólo el logro del año sin importar las curvas de rendimiento.

Añadido a eso, “ser considerado con proyección deportiva, de acuerdo a la evaluación y análisis del Panel Técnico, y disponer de tiempo acorde a su plan de entrenamiento, para la preparación en el alto rendimiento”.

En justamente a partir de la postulación donde surgen los primeros reproches a la beca, en cuanto a la nula claridad de los criterios utilizados a la hora de confirmarla, y un vago reglamento.

Elementos a los que se añaden otros como, retrasos en pagos a deportistas; rebaja o despojo de la beca sin fundamento técnico; discutible idoneidad de los metodólogos a cargo y, falta de criterio para enfrentar casos de receso del deportista por lesiones. Este último punto comprende la maternidad en el caso de las mujeres, que estalló con la situación vivida por la gimnasta Makarena Pinto, que en 2018 perdió su beca tras un largo periodo de pausa producto de un embarazo, recobrándola finalmente tras hacer público el caso.

Los cambios que vienen

Es desde lo anterior que la institucionalidad deportiva ha querido efectuar las modificaciones al reglamento, de modo de transparentar y facilitar el proceso.

La columna vertebral de la reforma que se está trabajando pasará por el cambio desde un sistema de medallas, al fortalecimiento de logros y procesos. A cada deportista se le asignará el tiempo de permanencia en la beca acorde a sus éxitos, con lo cual se le dará estabilidad necesaria para alcanzar sus objetivos.

Los deportistas serán evaluados tres veces al año por la Unidad Técnica Nacional, que con criterios técnicos y mediciones regulares, monitorearán su carrera. Se considerarán marcas, ranking o medallas como elementos.

Con la nueva normativa, se pretende que todas las decisiones que se tomen respecto del becario, sobre sus postulaciones, logros y hasta su exclusión, se encuentren sustentadas en criterios exclusivamente técnicos que no permitan espacio a la arbitrariedad.

Otra puntada al reglamento tiene que ver con la maternidad de las deportistas, tras el mencionado caso de Makarena Pinto, para lo cual se convocará a especialistas de la salud con el fin de abordar todas las variables. Similar situación sucederá con los deportistas paralímpicos.

Sumado a lo anterior, y como otro punto importante, destaca también el sentido de independencia que se le quiere dar al competidor, que tendrá comunicación directa con el Estado, encargándose personalmente de postular a la beca, sin tener que pasar necesariamente por una federación.

Al final de cuentas, la meta es desburocratizar el sistema para hacer más expedito su ingreso y permanencia, además de digitalizarlo, estableciendo la postulación en línea. Así mismo, se confeccionará una ficha técnica de cada deportista, para garantizar la transparencia.

¿Qué dicen los beneficiarios?

“Ojalá que con los cambios se den oportunidades de desarrollo a deportistas que están iniciando”, opina la canoísta paralímpica, Katherinne Wollermann, una de las beneficiadas con la beca en la Región (ver recuadro).

A ese respecto, la deportista paralímpica agrega que, “hay varios competidores a quienes el Proddar no les considera sus medallas en torneos Sudamericanos que tengan menos de nueve u ocho países. Pero eso no es culpa del deportista, sino de los países que priorizan tornos más grandes por sobre los Sudamericanos”, dice.

Sobre las innovaciones que se vendrían, la campeona panamericana se muestra atenta. “Si va a estar toda la información disponible estaría súper bueno, porque así también habría más inclusión a nivel deportivo. Lo mismo que las evaluaciones, porque hay que ir objetivando los protocolos”, menciona.

Por su parte, la medallista de oro suramericana de pelota vasca, Natalia Bozzo, también dice estar abierta a los cambios. “Si es para optimizar los recursos y llegar a más deportistas, o aquellos que realmente están dedicados a la actividad, lo encuentro bien. Hoy se les está pagando becas a deportistas que no están compitiendo, o que derechamente se encuentran inactivos y eso no corresponde”, advierte.

Bozzo apoya además la importancia que se le daría a los procesos. “Creo que está bien el tema de tener más control y fiscalización en la medida que no se perjudique al deportista. Porque cuando uno compite, los resultados no siempre son favorables, no se puede ganar todo, y aun así el apoyo debe seguir”, manifiesta.

Lo propio señala el taekwondista, Sebastián Navea, que resalta lo clave que puede resultar para su caso personal esta reforma reglamentaria. “Estoy preocupado ya que debido a temas médicos no podré asistir a los Juegos Panamericanos, y hace poco me avisaron que me evaluarían el Proddar justamente en ese certamen. Estoy inquieto, no quiero que me bajen la ayuda ni menos que me la quiten”, subraya.

Carolina Echagüe M.

A juicio del último campeón de los Juegos Bolivarianos y Juegos Suramericanos, las modificaciones llegarían para dar estabilidad a los becados. “Si se producen estos cambios, sería súper positivo pues le daría mucha más seguridad a los deportistas. Como en mi caso, el hecho de que me evalúen un solo evento en el año igual es complicado, genera un estrés porque viene siendo nuestro sueldo”, añade.

Navea hace hincapié en la opción de que se trate de manera especial el tema de la maternidad. “Es algo que se debía discutir, hacer políticas al respecto ya que es una arista súper importante, sobre todo ahora que el deporte femenino se está metiendo muy fuerte. Ser mamá, tener familia es un derecho y hasta ahora viene complicando mucho a las mujeres, pues no pueden complementar su vida personal con el deporte, y terminan alejándose del alto rendimiento”, cierra.

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