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El uso de la mochila

Por: Diario Concepción 08 de Abril 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Gloria Inostroza Reyes
Académica Kinesiología Ucsc

Desde hace muchos años las mochilas son una forma práctica para que los niños y adolescentes lleven sus materiales. Cuando se usan correctamente están diseñadas para distribuir el peso de la carga entre algunos de los músculos más fuertes del cuerpo. Sin embargo, las mochilas que son demasiado pesadas o que se usan incorrectamente pueden causar problemas en la espalda y, más específicamente, en la columna vertebral. Esto puede originar dolor en espalda, cuello y hombros, y problemas posturales.

Por eso, es muy importante tener en cuenta ciertas consideraciones a la hora de que nuestros niños transporten sus útiles al colegio: lo primero que nos preguntamos es ¿cuánto es el peso máximo que puede llevar en su mochila? En este punto no hay en consenso un valor exacto, sin embargo, muchos especialistas concluyen que la carga máxima debe ser un 10% del peso corporal. En otras palabras, si el niño pesa 30 kilos, el peso total de la mochila no debe exceder los 3 kilos.

Esta cifra tiene acuerdo en las recomendaciones realizadas por organizaciones internacionales de salud. No obstante, en Chile no existe legislación en el ámbito educativo al respecto, sólo a nivel laboral, y a falta de mecanismos de prevención formales habría que educar a padres y estudiantes desde edades tempranas.

Por otro lado, además del peso, debe tenerse en cuenta el diseño de la mochila, cuyo tamaño tiene que ser acorde al de la espalda del niño, contar con tirantes o correas lo suficientemente gruesas para evitar lesiones en los hombros y preferentemente un cinturón para mejorar la distribución del peso. Además siempre deben utilizarse los dos tirantes a la vez.

El orden de los útiles también es importante. El material pesado debe ir en forma vertical apoyado en la región dorsal (espalda) y lo más liviano y pequeño hacia la parte anterior de la mochila, con el fin de mantener el centro de gravedad de la carga más cerca del centro del cuerpo.

En el caso de las mochilas con ruedas, debe ser utilizada de manera correcta. Esto es manteniendo la columna recta y no curvada, para lo cual el mango extensible debe estar a una altura adecuada (a la altura de los nudillos con el brazo extendido al costado del cuerpo). Por otro lado, en comparación con el uso de mochilas convencionales, el exceso de peso en las que tienen ruedas, aumentarían la probabilidad de lesiones en otras articulaciones distintas a las de la columna vertebral. Por esta razón, se debe enseñar a los niños a cambiar de mano la mochila cada cierto trayecto para no sobrecargar un solo lado del cuerpo.

Al levantar la mochila también los niños pueden lesionarse, por lo que debemos enseñarles a hacerlo con las rodillas dobladas, y así la fuerza es con las piernas y no con la espalda. Teniendo en cuenta estas consideraciones, se pueden prevenir lesiones por exceso y/o traslado inadecuado de carga.

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