El júbilo se apoderó del camarín de la Universidad de Concepción tras el épico triunfo por 2-1 ante Universidad de Chile en el césped del Ester Roa Rebolledo. Y las muestras de gozo están más que justificadas, ya que el Campanil no sólo consiguió sus primeros tres puntos del torneo ante un “grande” de Santiago, sino que también demostró que tiene la capacidad de identificar sus falencias y ejecutar las medidas que sean necesarias para afrontar circunstancias desfavorables (como el 0-1 parcial en casa).
“Obviamente que es bueno ganar, pero también hay que reconocer que los primeros 35 minutos no fueron buenos y que después supimos cómo jugar de la forma en que teníamos los espacios. Es cierto que uno siempre quiere ganar un poco más fácil, pero la tarea cuesta cuando enfrentas a equipos con jugadores de categoría. Por eso estoy contento de haber ganado y por estar así, manteniendo el buen nivel”, indicó Fernando “Chiqui” Cordero, lateral izquierdo del conjunto auricielo.
El ex Universidad Católica, además, comentó que este resultado les permite cumplir con una importante obligación moral. “Veníamos de hacer muy buenos partidos en Libertadores, pero en el campeonato local estábamos en deuda. Aun así, se pudo lograr y quedamos muy contentos con este resultado”, agregó.
El volante Hugo Droguett también mostró una postura autocrítica y aclaró que “dejamos hacer mucho a la U en un momento complicado de ellos y, además, les dimos confianza tras el gol. Por suerte, en el segundo tiempo nosotros compusimos el camino y, al final, fuimos justos ganadores”.
Duelo por el balón entre Universidad de Chile y la UdeC en el Ester Roa Rebolledo.
Por último, Francisco Bozán, entrenador del ganador, reveló que la hazaña de este fin de semana se logró gracias a la determinación y juicio de sus dirigidos.
“Más allá del rival que teníamos enfrente, nos medimos ante un equipo que tenía un componente motivacional distinto por el cambio del entrenador, por el nuevo proceso y por todo este contexto que puede estar viviendo, que no es ajeno a la cancha y que entrega un grado de energía mayor. Lo sentimos así y debimos haber dado respuesta a algo que sabíamos o pensábamos que podía suceder. Sin embargo, no dimos esa respuesta y nos fuimos con un gol en contra al primer tiempo. Y la verdad es que en el camarín se dio lo del ‘café cargado’, pero no sólo salieron palabras del cuerpo técnico, sino que del privilegiado grupo de jugadores que tenemos y que son bastante autocríticos. Considerando todo esto, el paso importante que dimos fue ese, el tener un equipo nos demuestra que se puede dar cuenta de los errores y que, cuando tiene el tiempo de revertir, puede conseguir buenos resultados”, sentenció el estratega.