Deportes

Los beneficios de hacer deporte para la salud mental

Diversos estudios y análisis han confirmado que practicar alguna disciplina ayuda a nivel cognitivo y cerebral. En Concepción, por ejemplo, se realizan clases de boxeo para personas con Parkinson.

Fotografía: Raphael Sierra P.

Por lo general, la práctica del deporte siempre se asocia a la parte física de una persona. Una relación obvia, pues los efectos más importantes e inmediatos se relacionan a este ámbito. Sin embargo, también se ha comprobado que practicar alguna disciplina tiene grandes beneficios a nivel psicológico, mental y cognitivo, ayudando incluso a retrasar enfermedades o bien permitiendo mejorar algunas patologías.

En principio, quienes practican deporte suelen tener más energía, manejan mejor el estrés, potencian su concentración y motivación, duermen bien y tienen una vida social más activa, además, se enojan y frustran menos. La explicación de esto es que durante y después de la práctica deportiva, el cuerpo libera endorfinas –conocidas como “las hormonas de la felicidad”–, que son las responsables de esta sensación de bienestar.

El profesor Vincent Walsh, del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College de Londres, realizó un estudio, a través de distintas pruebas, que demostró que el cerebro de una persona que practica deporte tiene la posibilidad de reaccionar un 10% más rápido en situaciones de estrés y presión, en comparación a alguien que no practica ninguna disciplina. Además, este mismo trabajo indicó que los deportistas superan un 20% en cuanto a la precisión de la memoria a los “no deportistas”.

“Hoy es reconocido el aporte que realiza la actividad física y deporte en el mantenimiento de la salud, prevención de enfermedades y en el tratamiento o control de estas últimas. Por esta razón es importante conocer el tipo de actividad física o deporte que está indicado para cada enfermedad, el cual debe ser controlado o supervisado por un especialista para no correr riesgos o tener efectos perjudiciales sobre la salud”, señaló Yazmina Pleticosic Ramírez, académica de Pedagogía en Educación Física de la Universidad San Sebastián.

Tania Etchepare, psiquiatra y profesora del Diplomado en Salud mental del niño y adolescente de la Ucsc, señaló que “es muy positivo practicar deporte, existen estudios que avalan los efectos de la actividad física en el desarrollo cognitivo y psicológico. Está demostrado que el ejercicio de forma regular se asocia a aumento significativo de autoestima, sensación de auto eficacia, reduce la ansiedad transformándose en un aliado esencial en el diseño de las estrategias en salud mental para población de todas las edades”.

Además, agregó que “respecto a los procesos cognitivos a mayor actividad aeróbica menor es la degeneración neuronal. En adultos mayores las habilidades cognitivas son mejores en personas que realizan actividad física y en niños la práctica de algún deporte regular mejora la atención, control inhibitorio y memoria de trabajo”.

Franco Suchetti, psicólogo deportivo, comentó a Cetep.cl que “el deporte y la actividad física funcionan como antidepresivo, debido a que producen cambios globales en la fisiología y biología del ser humano, aumentando la sensación de placer, la calidad de vida, el humor y la capacidad de modular el estrés, entre otros. Estos cambios se desarrollan a través de una práctica de forma sistemática y vinculada al grado de motivación de la persona”.

Tal como planteaba Yazmina Pleticosic, es importante tener claro qué disciplina es más conveniente practicar. “En el caso de las enfermedades cardiovasculares, sus dos principales componentes son la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular. Posterior a una rehabilitación, se recomienda realizar esfuerzos de intensidad suave a moderada en actividades como caminar, trote, andar en bicicleta, remo, circuitos de estiramientos, estabilidad de tronco, ejercicios posturales y fuerza muscular adaptada”, señaló.

Al respecto, agregó que “para quienes padecen diabetes, se recomiendan ejercicios aeróbicos y acondicionamiento musculo-esquelético de intensidad leve a moderada, en modalidades como caminata, trote, natación, tenis, deportes en equipo y ejercicios de fuerza dinámica que involucren grandes grupos musculares. En el caso de quienes sufren de hipertensión arterial, se recomienda ejercicios aérobicos de intensidad leve a moderada, donde participen los grandes grupos musculares como caminar, trotar, bailar o andar en bicicleta. Son desaconsejados los trabajos de fuerza isométrica y ejercicios aeróbicos que sobrepasen el 75% de intensidad”.

Horacio Herrera, coordinador del área musculoesquelética de Kinesiología en la Universidad del#Desarrollo, comentó que “cuando se practica alguna actividad física, las personas se sienten con un mejor estado de ánimo y con más energía, ya que el cuerpo libera endorfinas. El cerebro, además, funciona mejor debido al aumento en la circulación sanguínea en todo el organismo. Y, finalmente, el ejercicio influye de manera positiva en el proceso de aprendizaje, en los niveles de ansiedad y en la atención, además de resguardarnos contra el estrés y el envejecimiento físico y mental”.

Al respecto, agregó que “la actividad deportiva regular tiene muchos beneficios para nuestro cerebro y bienestar. Dentro de los beneficios, podemos encontrar una mejora de la función cognitiva y sensorial del cerebro, reducción de los síntomas de depresión y ansiedad, analgesia o aumento del umbral del dolor y menor degeneración neuronal”.

Más beneficios

Para toda persona, la edad es un factor clave en los casos de deterioro cognitivo, así como para el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. La ciencia ha confirmado que la actividad física, especialmente si se realiza en la juventud y adultez, consigue aumentar las sustancias químicas del cerebro que previenen la degeneración de las neuronas del hipocampo, área afectada en las demencias.

Los ejercicios aeróbicos como pasear, nadar o pedalear de forma regular y constante, son las actividades físicas más asociadas a un mejor funcionamiento mental. En el caso del Alzheimer, se puede prevenir o retrasar su aparición con el ejercicio físico, el cual también ayuda a evitar su progresión. El resultado es una mayor salud física, mental y cognitiva, especialmente importantes para personas con un padecimiento crónico.

Otros estudios han concluido que la práctica de ejercicio regular aumenta la esperanza de vida y disminuye la aparición o padecimiento de enfermedades propias de una etapa avanzada en edad, dado el efecto protector cardiovascular.

Experiencia local

A fines de 2016, el kinesiólogo Miguel Pino García junto a un colega que tuvo pasado en el boxeo amateur dieron forma a una innovadora propuesta: neuroboxing Parkinson, que busca desarrollar la práctica de esta disciplina en personas que padecen esta enfermedad.

“A este tipo de pacientes los beneficia mucho el ejercicio físico. El entrenamiento de un boxeador adaptado resulta ser muy bueno, pues trabajan muchos elementos que los benefician desde un punto de vista terapéutico. Mejoran su fuerza, su coordinación, la capacidad de hacer más de una cosa a la vez, el equilibrio y balance, además de la habilidad para caminar mejor”, comentó Pino.

Además, comentó que “estos pacientes toman medicamentos para tratar su enfermedad, necesitan hacerlo, pero esto les resuelve parte de los problemas que tienen que ver con el temblor y a lo mejor con la lentitud del movimiento, pero no hace mucho con la inestabilidad postural, el equilibrio y la marcha. Entonces, este tipo de estrategias basada en el ejercicio del boxeo sin contacto son un complemento al tratamiento. Apoyan la acción de los medicamentos, extienden su efecto en los años y con el tiempo se reduce la cantidad de medicinas que deben tomar. Los pacientes mejoran su calidad de vida”.

Pino destacó que esta técnica se realiza en varias partes del mundo. “No es algo que inventamos nosotros, se hace harto tiempo y en el extranjero está muy difundido, y lo adaptamos a la realidad de los pacientes de Chile. Quienes padecen Parkinson en el extranjero tienen muchas más posibilidades, y lo que hicimos fue crear algo desde cero que respondiera a la necesidad de los pacientes de acá. Le pusimos neuroboxing Parkinson, que es el nombre que lleva hasta hoy”.

De la evaluación de este proyecto, comentó que “en el primer semestre de 2017 teníamos que ver si realmente funcionaba. Hicimos una prueba de 3 meses, con 36 sesiones y un grupo de pacientes. Medimos su progreso al inicio y al final (con una revisión a mitad del programa). Ahí nos dimos cuenta que trabajar de esta forma mejoraba el equilibrio, la marcha y elevaba la calidad de vida de los pacientes. Ellos se sentían mucho mejor y con ganas de seguir trabajando. Analizamos resultados, vimos que eran buenos y en respuesta a la gente que quería seguir entrenando lo convertimos en un programa regular, que seguimos haciendo hasta ahora”.

En cuanto a los beneficios del deporte para este tipo de enfermedades, Pino indicó que “en general, las de este tipo, algunas más que otras, pero todas responden al ejercicio, que es un muy buen protector del cerebro y de todo el cuerpo. También cuida la salud del corazón y con el metabolismo de las grasas. En cuanto al sistema nervioso, hace muchas cosas por él, y permite que el cerebro y los nervios sean mucho más tolerantes al daño. Entonces, todos estos procesos que se cree que están involucrados en la enfermedad de Parkinson y a la muerte de las neuronas no se ven detenidos, pero se vuelven más lentos. La enfermedad progresa más lento”.

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