Desde un ajedrecista de 9 años hasta muchachos de Cuarto Medio que se preparon todo el año para rendir la PSU. Estos fueron los mejores de una temporada que cerró con broche de oro en la Universidad San Sebastián, con música, danza y la presencia de autoridades.
Un clásico de fin de año. Adicpa, con 29 colegios asociados y más de 800 alumnos participando en sus distintas disciplinas se reunió para premiar a los mejores de cada temporada. Uno por colegio y elegido por sus propios profesores. Bueno, en algunos casos, con voto de sus mismos compañeros. Todos se reunieron en la Universidad San Sebastián para subir al escenario y recibir un estímulo que no olvidarán jamás y también para aplaudir a los otros galardonados. Unos, abriéndose recién camino en el mundo del deporte y otros ya pensando en la PSU que tanto tiempo les exigió este año. Solo estrellas, los mejores estaban ahí, orgullosos, listos para tomar el celular y contarles a sus padres.
La jornada abrió con el coro de niños del San Agustín interpretando el himno nacional. Los mismos chicos que más adelante deleitarían a los presentes con “Lo bello que es vivir”, del italiano Nicola Piovani. Las primeras palabras fueron de Roberto Mora, presidente de Adicpa, quien expuso que “estamos muy contentos, porque hemos podido desarrollar los objetivos que nos planteamos como asociación. Y nuestro objetivo es generar espacios, lograr que los alumnos aprendan a compartir e incluirse con sus diferentes capacidades, desarrollar los talentos de jóvenes y niños, que aprendan el respeto a la diversidad, el valor de la sana competencia y, en definitiva, ayudarlos en su proyecto de vida que aquí comienza”.
La premiación se realizó en tres grupos, comandados por Constanza Schaub y Francisca Sutter, del colegio Alemán. Una, destacada en el vóleibol, y su compañera sobresaliendo en la danza. Deporte y cultura juntos, ninguna sobre la otra. Y en medio, el grupo instrumental del Instituto San Pedro mostrando sus virtudes, como también el grupo de danza del colegio Almondale Lomas. Las niñas bailaron dos temas de la película “Coco” (“Llorona” y “El latido de mi corazón”), con su profesora entre cuarta y quinta fila, de pie, orgullosa de sus elegantes pupilas.
Mora agregó que “hemos crecido en la calidad de participación en estas nueve disciplinas. También se ha mejorado la coordinación, haciéndola cada vez más profesional. Eso se nota. Además, este año se creció mucho en la cantidad de actividades y partidos. Ahora nos interesaría mucho incluir alumnos con necesidades educativas especiales y, como una forma de desarrollar esa área, invitarlos a participar del deporte y la cultura a nivel Adicpa. Es algo que se está evaluando, chequeando con cuántos alumnos contamos por colegio y definir si pueden incorporarse para el otro año o más adelante”.
Yely Monsalves Maldonado subió dos veces al escenario. Para recibir su premio como destacada en teatro y, más adelante, para hablar en nombre de todos los alumnos. La estudiante del colegio Pedro de Valdivia expresó que “quiero agradecer a los profesores, que son nuestros guías. Y también a nuestros padres, madres y apoderados, que nos acompañan día a día en esto, sin importar el cansancio o el lugar. Ellos siempre están y son fundamentales. Por eso, quiero dar gracias a todos”.
El más pequeño era Agustín Hermosilla, de 9 años, ajedrecista del colegio Concepción de Chiguayante, con tremenda personalidad. El fútbol, por su parte, premió cuatro hombres y tres mujeres, demostrando que hace rato dejó de ser un deporte para un solo género. Otro destacado fue el base del básquetbol de San Ignacio, Diego Velásquez, quien subió a recibir especial reconocimiento por su destacada participación en los Juegos Deportivos Escolares 2018. Otro nombre propio fue Maximiliano Freire, del colegio Arturo Prat, quien sobresalió en la práctica de atletismo, hándbol y fútbol. Uno de esos chicos que es bueno donde lo anoten.
Hubo palabras del vicerrector de la USS, Fernando Quiroga, señalando que “es muy importante generar un hábito deportivo que continúe en la etapa que vendrá después, saliendo del colegio. El deporte también abre puertas, genera posibilidades y esta casa de estudios siempre se ha preocupado y priorizado ese tema”. Y al final, el seremi del deporte, Juan Pablo Spoerer, destacó que “para nosotros es muy importante motivar y darle un espacio de desarrollo a los niños y jóvenes que están empezando en el deporte. Se ha desarrollado un trabajo en conjunto con Adicpa y creemos que cada vez se ve más potenciado y se hace necesario destacar a los mejores, para que sigan adelante y que otros también se motiven. Ellos son referentes para sus compañeros”.
Pitazo final y los muchachos subieron a sacarse fotos sobre el escenario. Ahora con sus papás, con sus profesores y, sobre todo, con la sonrisa de jóvenes soñadores, que no compiten contra el del lado. Hoy, también compiten contra el sedentarismo y las nefastas prácticas que la modernidad normaliza como si nada. Ellos ya son ganadores. Ellos tienen la misión de contagiar al resto.