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Neymar, Tabárez y Sudamérica vuelven tempranito a casa

Brasil fue sorprendido por una veloz Bélgica y la reacción no le alcanzó. Uruguay, en tanto, fue largamente superada por una Francia que ni siquiera apuró la máquina.

Por: Paulo Inostroza 07 de Julio 2018
Fotografía: Agencia UNO

De alguna forma, es alarmante. Las eliminaciones de Brasil y Uruguay en cuartos de final significan que serán 16 años sin un campeón de Sudamérica. El último fue el propio Scratch, el 2002, en la época de Ronaldo y Rivaldo. La última vez que ningún equipo de este continente se metió en semifinales fue el 2006, cuando los 4 mejores fueron Italia, Alemania, Francia y Portugal. Lo de ayer fue justo, nada sorpresivo. Bélgica y Francia se han ganado el rótulo de candidatos al título con su buen fútbol.

A primera hora, Uruguay demostró que si falta Cavani o Suárez tiene poco más en ofensiva. Tal vez el cabezazo de un central los haya salvado en otras ocasiones, pero ayer no. Al contrario, Varane los anticipó a todos en el juego aéreo -sobre todo a Stuani- y abrió la cuenta.

Pudo empatarlo Martín Cáceres, pero Hugo Lloris realizó la mejor tapada del Mundial en una estirada portentosa hacia su derecha. Fue de lo poco que amenazó Uruguay en ofensiva. Para colmo, un remate casi por cumplir de Griezmann, desde fuera del área, terminó en gol por grosero error del portero Muslera. El equipo de Tabárez dijo adiós y puede ser el último Mundial de Suárez, Cavani y Godín. El problema es que no se ve mucho recambio en esos puestos claves.

¿Y Neymar?

Brasil estaba para salvar el honor, pero rápidamente quedó en desventaja con autogol de Fernandinho, quien nunca dio el ancho para reemplazar a Casemiro. El primer tiempo de Bélgica fue tremendo y una contra liderada por el gigante Lukaku -enorme en el porte y fútbol- terminó con Kevin de Bruyne fusilando a la entrada del área para el 2-0.

Brasil intentó con el empuje de Marcelo, chispazos del talentoso Coutinho y el encendido Douglas Costa, que fue factor entrando desde el banco. Así llegó el descuento de Renato Augusto, con buen testazo, pero los belgas controlaron el juego gracias al talento de un Eden Hazard que ayer se tituló de crack. Bélgica tiene jugadores hábiles, rápidos y, además, fuertes y altos. Una generación irrepetible que ahora se topará con la gran camada francesa. De Neymar, poquito.

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