Hubo que esperar 120 minutos para saber quienes clasificarían. Españoles y daneses se quedaron en el camino.
La vara había quedado alta. Muy alta. Los primeros duelos de octavos de final entre Francia–Argentina y Uruguay–Portugal fueron de alto vuelo, con golazos, muy buen fútbol y grandes equipos que dejaron muy satisfecho al mundo futbolístico.
Lo de ayer en Rusia estuvo muy lejos de igualar lo del sábado. Hubo dos empates y la definición tuvo que alargarse hasta el tiempo extra y la definición por penales. No por ello los partidos fueron de muy bajo nivel.
En el único partido donde fueron realmente exigidos, Rusia cayó por un contundente 0-3 ante Uruguay en fase de grupos. Por lo mismo, se esperaba que los locales tuviesen una dura tarea frente a España, pero no fue tan así. El equipo que se tituló campeón del mundo en 2010 se puso en ventaja temprano con un autogol, pero no pudo irse al descanso con superioridad en el marcador. El espigado delantero ruso, Artiom Dzyuba, anotó el 1-1 para su país mediante tiro penal.
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La tónica del segundo tiempo fue la típica de un equipo amargado por el resultado que va en busca de otro y de otro elenco muy conforme con el marcador. España tuvo toda la intención de anotar el segundo, evitar el alargue y los penales, pero equivocó el camino. Pocas veces penetró en la defensa de Rusia con peligro y la mayoría de sus ataques fueron muy predecibles.
Los locales aguantaron con garra y también fútbol, claro, intentando aprovechar cada contragolpe para dañar a su rival. No les resultó, pero se les notaba conformes y felices con cada minuto que pasaba. La tarea era dura y la estaban sacando adelante. Así pasó el alargue y los penales debían definir al cuarto equipo que se despediría de la Copa del Mundo.
Desde el sorteo el local se vio más entero que España, con ambición y sin temor. Así, Igor Akinfeev, fue la gran figura. El arquero ruso tapó los penales a Koke e Iago Aspas y así encaminó la clasificación a cuartos de final. España no lo podía creer. Hubo lágrimas. Así como casi con seguridad fue el último Mundial de Messi y Cristiano, este sí lo fue para Iniesta. “No ha sido la despedida que yo soñaba”, dijo el volante y crack español tras el partido.
Sergio Ramos tiene 32 años y hay dudas sobre si llegará o no al otro Mundial. Allí tendrá 36. “Me voy a ver obligado a llegar con barba blanca a Qatar”, bromeó al final el defensa del Real Madrid.
No iba más de un minuto y medio de juego y Dinamarca ya le ganaba 1- 0 a Croacia. La jugada se inició desde un lateral y aquello fue lo que más llamó la atención de la apertura del marcador. Los croatas no demoraron nada en responder. Un gol de Mandzukic, con mucha suerte, tras un rebote en la cara de un jugador de Dinamarca, dejó el marcador igualado en solo 4’.
El partido prometía, pero fue de bajo vuelo, muy parejo y con poca emoción. Así llegó, nuevamente, el alargue. Modric erró un penal allí y dejó con vida a Dinamarca, que desde los doce pasos y en la tanda final que definió al nuevo equipo clasificado, falló más que Croacia y se despidió de la Copa del Mundo.