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Tres claves que explican el bajo nivel de Huachipato

Por: Carlos Campos 22 de Mayo 2018
Fotografía: Lukas Jara M.

Siete fechas sin ganar sumó Huachipato tras la caída por 2-1 ante Curicó Unido la noche del domingo. Números que hablan por sí solos.

Independiente de que no sean un desastre en la cancha, el nivel del equipo de Larcamón ha ido cada vez bajando más. El acero fue tercero en la tabla cuando el torneo partía, pero desde el 0-0 con Antofagasta comenzó a ceder lugares y hoy marcha noveno, ¿qué pasó con Huachipato?

Bajas sensibles

Hasta aquel duelo en el norte, la formación acerera se conocía casi de memoria. Un par de nombres variaban de vez en cuando, como Verdugo, Córdova o Urzúa, pero la oncena titular era casi siempre la misma. Ante el “Puma”, Federico Pereyra sufrió una lesión que aún lo tiene fuera y que, casi con certeza, lo podría tener de vuelta recién en Copa Chile o la próxima rueda. Aquello obligó a que Bizama jugara en su posición y, claramente, hay diferencias. Por lo mismo, además, el acero perdió explosión por la banda derecha.

Junto a Pereyra, la dolorosa y triste situación de Joaquín, hijo de César Valenzuela, tuvo al “Gato” entrenando poco por varias semanas. Y cuando jugó, por razones lógicas, el nivel del volante no fue el óptimo.

Sebastián Martínez retrocedió unos metros desde la contención y jugó como central también, pero el nivel tampoco fue el esperado. Así, de a poco, Huachipato fue acumulando fechas sin triunfos y volvió a convivir con esa extraña sensación de acostumbrarse a no ganar, que parecía olvidada.

Para colmo, Huerta, otro fijo en la zaga, también se lesionó, lo que lo marginó incluso de la gira de la selección a Europa. El acero tiene un plantel corto y eso se notó en las últimas fechas.

Poca concreción

Si no es Gabriel Torres, ¿quién? por problemas disciplinarios en un hotel, Bareiro volvió a la Sub 19 y Godoy recién fue titular la fecha pasada.

Parraguez apareció con goles ante U. Española e Iquique, pero no ha bastado. El acero se genera ocasiones, pero no las convierte. En el medio ha llamado mucho la atención el tiempo que el elenco de Larcamón juega y construye fútbol ofensivo en campo rival, pero si aquello no se traduce en goles, de poco sirve.

Juego predecible

“Nos están tomando la mano”, se escuchó decir a varios jugadores del acero después de algunos partidos, por el estilo ofensivo que hizo a muchos rivales replegarse y atacar a Huachipato mediante el contragolpe. Como Iquique.

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