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Cultura y Espectáculos

Entre la familia y la educación: cómo se incentiva el interés por la lectura

A propósito de una nueva celebración por el Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor, es pertinente reflexionar en torno a si hay una real gusto o placer por leer en las nuevas generaciones, donde abrir pantallas digitales y navegar en las aplicaciones atrae mucho más que el hojear un texto en formato físico.

Por: Mauricio Maldonado 27 de Abril 2025
Fotografía: Municipalidad de Concepción

Dentro de esta semana recién pasada, se vivió alrededor del mundo la cita cúlmine para las y los amantes de la lectura y sus distintos soportes. El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor se vivió de diversas y atrayentes maneras en nuestra ciudad, siendo el intercambio de libros una de las actividades que más público convocó en diferentes espacios culturales y educativos del Gran Concepción.

Una efeméride que pasadas las décadas hace cuestionarse el real interés de las nuevas generaciones en leer, en tiempos en que las pantallas -celulares, tablets, notebook y más- concentran la atención de los jóvenes en contenidos más inmediatos y efímeros.

“La pelea con los soportes o medios digitales es inútil sostenerla, es una realidad y existe. Todas las plataformas digitales, de algún modo o de muchas maneras, también permiten leer. Se puede descargar un libro en PDF o leerlo online, el tema no va por ahí. Es lo anterior a ello, o sea, desarrollar el interés o pasión por leer, se ha dicho hasta el cansancio el ‘placer’ que produce leer un libro en formato físico, pasa a ser un objeto tuyo y una especie de prolongación de ti mismo. Creo mucho en que los libros viven cuando tú los abres”, afirma Rodrigo Pincheira, académico y autor de diversos libros como “Genealogía del Rock Penquista”, “Como una ola: Trayectos y procesos de rockeras de Concepción”, entre otros títulos.

Palabras a las que suma “cómo y dónde desarrollar aquello, a mi juicio es muy racionalista, que es del siglo XIX, que no sólo tiene que ver con la lectura sino con el interés por las cosas. Por el deslumbramiento y por el saber. Y creo que eso está un poco perdido en el siglo XXI, hay una especie de desidia, flojera y nulo interés, y que no sólo va por la línea de leer, sino que también por ver una película, ir a una exposición, ver una obra de teatro, etc”.

Una visión que comparte Pablo Gaete, director de BAJ Biobío y autor del libro “Lugares comunes”, recientemente publicado. Según dijo, el interés en la lectura en los más pequeños proviene desde el hogar como un acto de imitación de los padres o mayores de edad. “Desde hace varios años atrás que se viene decretando la ‘muerte’ del libro, obviamente que han disminuido las impresiones en formato papel, pero pese a ello resiste como formato físico. Creo que no hay que negarse al avance tecnológico, y si los niños o niñas pueden leer en un aparato electrónico, que lo hagan. Lo importante es que lean, independiente del formato en que sea y se comprenda lo que se está leyendo. Igual hay que mostrarles esa cosa mágica del libro como objeto”, dijo.

Completando que “diría que la única manera es que los niños, menores del hogar, vean leer a sus padres o a sus familiares más cercanos. Es muy importante aquello, que en la familia hayan libros presentes. De hecho las ediciones de libros para niños y niñas son muy llamativas, de diversos formatos y con hartas ilustraciones, dando pie que se motiven y entren en el mundo de las letras”.

Base familiar y educativa

Para César Valdebenito, poeta y escritor local de una decena de títulos, la lectura y su motivación también parten desde el hogar, lo cual debe continuar o prolongarse hacia la educación, con lecturas atrayentes y que sintonicen con los tiempos actuales y realidades cotidianas, dejando atrás los “clásicos”.

“Para incentivar la lectura, hay que hacerlo desde la primera infancia, desde que los menores empiezan a leer, la familia debería ser su primera formadora, leyéndole en voz alta con libros que los motiven a seguir en esa senda e igualmente creando ambientes de lectura agradables. Además, los libros se deben asociar a nuestra vida, con la actualidad y lo cotidiano de las y los menores. En los colegios, igualmente, los libros deberían ser bien acogidos, ya que muchas veces las lecturas propuestas son poco motivadoras y se quedan restringidas a títulos más antiguos”, expresa.

Para Rosio Fernández, escritora del libro “Tu voz en mi alma”, entre otros títulos, la motivación principal por las letras, ya sea el interés por leer como su comprensión, viene exclusivamente de la formación educativa, o sea, se crea desde la escuela y de lo motivado que sean quienes dictan los ramos o asignaturas relacionadas con la lectura y los libros. De aprovechar estas instancias formativas, con actividades o formatos que llamen la atención y atraigan hacia la lectura.

“Hemos ido perdiendo un espacio muy importante en las clases de lenguaje, hay tantos escritores y escritoras en la Región que están dispuestos a visitar los colegios. Las experiencias de algunas y algunos colegas que lo han hecho, ha resultado muy provechoso, con un gran interés en participar y preguntar por parte de los estudiantes. Toman los libros de otra manera al vivir experiencias cercanas con quienes los escriben, se sienten más motivados en poder aprender y conocer lo que el o la autora les habló en persona, por ejemplo. Creo que faltan instancias de este tipo en nuestro sistema educativo”, manifiesta la autora.

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