Este sábado, desde las 19 horas en el Teatro UdeC, agrupación festejará sus tres décadas con un espectáculo llamado “Viaje por una ilusión”.
Por Lilian Arredondo Acevedo
Partió como un sueño, como una idea quizás media imposible de mantener en el tiempo. Pero con constancia, mucho trabajo y sobre el liderazgo de un profesor en todo el sentido de la palabra, el Taller de Instrumentos Musicales (TIM) del Colegio Salesiano cumple 30 años. Una cifra no menor, que festejará en grande con el espectáculo “Viaje por la ilusión”, que incluirá un nutrido repertorio y se llevará a cabo este sábado desde las 19 horas en el Teatro UdeC.
“Viaje por una ilusión” convocará a 48 alumnos de distintas generaciones, pues mezclará a ex integrantes del proyecto con presencia de actuales miembros.
Sobre el repertorio de canciones, el profesor Fernando Saavedra, gestor de la iniciativa y principal sostenedor en todo este tiempo, comentó que “la mayoría son ‘covers’, pero hay cinco o seis canciones que son de creación colectiva y que están en la misma línea de las otras en cuanto a diversidad instrumental. Hay ritmos distintos, producción propia”.
Cabe destacar que la entrada para el concierto es liberada.
El profesor Saavedra recordó que “hemos tenido la suerte de habernos podido reunir cada 5 años desde el aniversario número 15, que se celebró en el colegio. El de los 20 fuimos al teatro, producto de esa tocata nos invitaron a la Escuela de Verano UdeC en 2021. Después, para los 25 años, estuvimos en el mismo teatro y ahora, pensando que no lo íbamos a hacer más, de los mismos chiquillos surgió la inquietud de volver a hacer algo”.
El año 1993, Saavedra presentó una propuesta innovadora para el Colegio Salesiano, el Taller de Instrumentos Musicales. Una agrupación que, como dice su nombre, se caracteriza por el uso de diversos instrumentos musicales que se funden en propuestas creativas donde la clave es el equilibrio sonoro.
“Mi propuesta era armar un grupo con los instrumentos que llegaran. O sea, si aparecía un acordeón, un saxo, una zampoña o un piano, con eso había que hacer algo para no excluir a ninguno, sino simplemente tratar de armar algo y crear una propuesta común”, confesó el profesor y a la vez agregó que “la única condición era renunciar un poco al gusto personal”. Esto último con la intención de armar un trabajo colectivo.
Los modelos a seguir para la construcción del TIM fueron bandas con múltiples sonidos de distintos instrumentos como Inti-llimani y Los Jaivas. Pero entre estos destaca Bordemar, grupo originario de Puerto Montt que mezcla folclor chileno y música de cámara. Sobre esto, Saavedra explicó que “lo replicamos con los instrumentos que había. De hecho, reemplazábamos el chelo por un teclado. Con el tiempo se sumaron más alumnos y con ello comenzaron a ampliarse las influencias, pero todo asociado a los instrumentos con los que contábamos”.
El taller se ha caracterizado por potenciar la inserción de los alumnos en la música, y así mismo, involucrar a exestudiantes en instancias como los aniversarios del proyecto. Gracias a esto es que varios de sus ex integrantes siguen sumergidos en el mundo de la música. “Lo bonito de esto es que en este trayecto comienzan a aparecer chicos con mucho talento”, afirmó el profesor.