Se trata de la muestra “Nosotros. Un viaje belgo-chileno”, proyecto del artista belga Simon Vansteenwinckel. Montada hasta el próximo 20 de mayo.
Desde hace unos días y hasta el 20 de mayo, las paredes de la Sala David Stitchkin UdeC se tiñen de blanco y negro con “Nosotros. Un viaje belgo-chileno”, muestra fotográfica del artista Simon Vansteenwinckel.
Fascinante exposición configurada en torno a 39 imágenes, que retratan el periplo realizado el 2014 por Vansteenwinckel junto a su esposa chilena y sus tres hijas, a lo largo y ancho de nuestro país, teniendo como transporte una clásica Combi. “Más que un road trip es un viaje inmersivo a través de la memoria, ya todo lo que él -Simon- rescata da la sensación que es la visión que su esposa -Carolina- le traspasa y transmitió sobre nuestro país. Un Chile que es un poco solitario, con algo de melancolía y nostalgia. Son imágenes muy emocionantes”, dijo Verónica Besnier, curadora de la muestra.
Un camino sin fin a través del cual -de norte a sur- el artista relarta a través de imágenes un paisaje hostil y a veces salvaje, como el mar y la cordillera. También hay retratos, y mucho simbolismo, “la relación y acercamiento que tenemos con la religión -fotografías de animitas-, hay historia, poesía y presencia de la muerte. A uno le queda una especie de melancolía de un país con diversos matices”, añadió Besnier.
Precisamente, es ese componente de blanco y negro que acentúa y pone de relieve dicha sensación, en que se demuestra un viaje familiar con luces y sombras, y que invita al visitante a sumergirse en aquella experiencia.
“Hay fotografías de sus hijas, quienes nunca demuestran una sonrisa, más bien se ven asombradas y con cierta inquietud. No es algo que transmite mayor alegría, por el contrario, es algo de tristeza y melancolía. Ese blanco y negro tiene muchas capas, en los tonos de grises, por ejemplo, lo que le da mucha profundidad y poesía a la propuesta. La construcción de su fotografía es maravillosa, diría que es uno de los proyectos más importantes que ha tenido Vansteenwinckel, el más consistente y de gran calidad”, recalcó la curadora.