Se trata del libro “Arte y Desindustrialización”, el cual aborda diversas acciones realizadas el año pasado en las comunas de Talcahuano, Penco, Coronel y Concepción. Lanzamiento será mañana a las 18.00 horas en la Biblioteca Municipal de Concepción.
Es una publicación que viene a cerrar un ciclo de un proyecto gestado hace poco más de cuatro años, un cierre en que se muestra lo producido en distintas comunas de la Región, vistas desde la óptica que gatilla la iniciativa.
Con el apoyo del Fondart y bajo el alero de Almacén Editorial, mañana a las 18.00 horas, en la Biblioteca Municipal de Concepción (BMC), será presentado el libro “Arte y Desindustrialización”, proyecto llevado a delante por los artistas visuales penquistas Leslie Fernández, Oscar Concha y Eduardo Cruces.
“Esta es la tercera publicación que estamos haciendo, la cual da cuenta también de nuestro tercer encuentro. Partimos el 2018 en Tomé, luego el 2019 en Lota y el año pasado, en formato pandemia, trabajamos en Penco, Talcahuano, Concepción y Coronel”, detalló Fernández.
Es así que bajo el contexto de la emergencia sanitaria -la parte final de este proyecto se desplegó finalmente entre abril y mayo del 2022- realizó diversas acciones en esas cuatro comunas y en el formato de duplas, trabajaron de forma complementaria y acorde al territorio que visitaron, o sea, “como estaban configuradas con un integrante local y otro extranjero, el de acá hacía de vínculo para establecer cómo pensar. Por ejemplo, en Penco era ineludible el no hablar de su industria de loza, hicimos un encuentro en el museo con invitación abierta, pero con énfasis en extrabajadores de ahí. Se generó una conversación y diálogo muy rico en que este proceso industrial, de alguna forma, tenía un componente humano muy fuerte”, explicó la también docente.
Palabras a las que añadió que “en varias de las comunas que visitamos habían lugares con muchas secuelas de lo que fue la industrialización, la explotación, las huellas negativas que ha dejado todo esto,y que bastantes de estas cosas tienen que ver con explotación del medioambiente. En definitiva, se convocó a pensar cada comuna desde algo específico y concreto, de estos paisajes explotados e intervenidos, y en qué están hoy”.
Como gran conclusión del proyecto en general, es el poder analizar y diseccionar desde una mirada crítica los lugares que habitamos, es decir, el cuestionar desde el arte ciertos procesos que afectan los territorios donde vivimos, que si bien muchos de ellos ya pasaron, todavía quedan sus secuelas. En palabras de Fernández, “es pensar los lugares, hacer lecturas compartidas, es entender esta problemática que no sólo ocurre en Chile, sino también a lo largo de Latinoamérica.
De cómo hay industrias que han dado mucha fuerza e identidad regional o nacional y que de pronto empiezan a desaparecer por mano de obra más barata. Cómo hemos sido afectados en el hoy por esa historia industrial, que tuvo tanto auge en cierta época. Ahí entender que puede ser un asunto para el arte, con mirada crítica, o sea, el arte como una herramienta de investigación territorial”.