Cultura y Espectáculos

Artes escénicas circenses: Una disciplina que pese a los diferentes obstáculos ha evolucionado y crecido en intérpretes

En el marco de la celebración del Día Nacional del Circo se hace visible la exponencial cantidad de artistas que se dedican al llamado “Nuevo Circo” y también a sus diferentes necesidades, sobre todo de un espacio óptimo donde poder entrenar sus propuestas.

Por: Mauricio Maldonado 05 de Septiembre 2021
Fotografía: cedida

Es una actividad centenaria, y prácticamente patrimonial, que ha hecho reír y llorar a grandes y chicos de distintas generaciones. El circo más allá de sólo aquella imagen de la carpa multicolores y los payasos, ha evolucionado y dado un salto a una disciplina más contemporánea, igual de familiar, pero dotada de nuevos elementos e intérpretes de nuevas generaciones.

Es en este contexto que durante la jornada de ayer, y en conjunto con la Seremi de las Culturas del Biobío, se celebró el Día Nacional del Circo, la cual contempló una serie de cápsulas audiovisuales con representantes del llamado “Nuevo Circo”, trabajo visual que representa el resultado de un proceso que se extendió durante un mes y cuyo registro se realizó en Sala 100 de Artistas del Acero. “Esta es como la primera instancia en que el circo se considera un arte escénica, y es financiada por el Gobierno para la profesionalización de los artistas circenses de la Región. Hablamos de ‘Nuevo Circo’ cuando son artistas que no vienen de la familia circense más tradicional, aparece esta nueva generación (hace como tres décadas atrás), de gente que viene de la calle, de la danza y el teatro, que no necesariamente es de familia de circo”, comentó Rodrigo Osses, artista circense y parte del equipo de ViveCirco!

Palabras a las que Carolina Tapia, seremi de las Culturas, añadió que “este año, más que nunca, nos sumamos desde la virtualidad a esta conmemoración que une a las familias y se configura como parte esencial de lo que hoy conocemos como las artes escénicas nacionales”.

Más allá de esta actividad virtual puntual -cuya visualización liberada estará disponible en las plataformas virtuales de la Seremi de Cultura durante tres días- y como ha sido la tónica para las artes en general durante este tiempo de pandemia, los artistas circenses se las han debido rebuscar para poder ensayar y desplegar sus propuestas, las cuales en su mayoría requieren de un espacio amplio. “Es una particularidad que tenemos, es decir, siempre hemos hecho un trabajo muy autónomo y desde la autogestión, por lo que este período de confinamiento y restricciones nos ha afectado bastante en el desempeño de nuestro arte. Si bien de a poco se han ido abriendo espacios, todavía queda mucho por avanzar en esta dirección. Para nosotros es un paso que este año nos consideren y desde Cultura  el haber generado esta instancia. Es un sueño el poder contar en el futuro con un espacio con todas las condiciones necesarias para poder entrenar y con todos los elementos de seguridad , ya que el circo exige ciertos requerimientos de espacio distintos a la danza y el teatro”, manifestó Osses.

Opinión similar a lo planteado por Marcelo Muñoz, artista circense especialista en tela y que lleva más de 10 años cultivando este arte, quien hizo hincapié en la falta de espacios y lo complejo que ha sido este período pandémico. “Como una de las cosas que más nos pesa en el área de circo, es no tener un lugar donde poder practicar, sobre todo en este tiempo de pandemia la mayoría de los espacios públicos no estaba el permitido poder realizar este tipo de actividades. Entendiendo también que el espacio público no es el lugar más apto para desarrollarlo, ya que es una disciplina de alto riesgo. Es una situación transversal para todos quienes nos dedicamos a alguna área en particular de las artes circenses. Por el tema de la pandemia ha resultado muy difícil el conseguir algún espacio”, apuntó.

Un creciente interés

Fuera de esta evidente necesidad, para Valeska Pereira, artista circense experta en trapecio y danza, esta disciplina carece de diferentes cosas que se venían evidenciando desde mucho antes de la pandemia y que ha sido una contante debido al poco apoyo por parte del Estado al desarrollo de las artes en general. “Si bien ha sido difícil este período, es un patrón al que estábamos acostumbrados a ser resilientes del sistema, el cual siempre ha tenido marginada a las artes. No ha habido una diferencia tan abismante sino que se hizo más evidente la precariedad con que siempre hemos trabajado”, expresó.

Sobre el interés y las ganas de adentrarse en las diferentes áreas que implica el “Nuevo Circo” o circo contemporáneo, por parte de las nuevas generaciones, Pereira recalcó que “sí llevo varios años en esto y he visto su evolución muy positiva en cuanto a intérpretes, o sea, hay como una especie de ‘boom’ por las distintas disciplinas circenses. A pesar de la pandemia, hay muchos jóvenes que les llama la atención el circo y están surgiendo iniciativas -como las tutorías circenses apoyadas por la Seremi de las Culturas- que hacen más visible su práctica”.

Un interés que también Osses de ViveCirco! ha podido ver, “llevo como 25 años en esto y he visto todo su proceso, donde al principio  no había nada y algunos pudimos seguir adelante, pero hoy en día hay muchísima gente haciendo circo, se están generando compañías dedicadas en exclusiva a esto, lo cual años atrás no existían. También se están creando nuevas audiencias con la creación de talleres dirigidos hacia los menores de edad. El circo está siendo bien visible, con muchos artistas que se están dedicando a ello y la idea es seguir potenciándola”.

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