Formados hace casi 8 años, el power trío liberó hace un mes su primer LP “La Espera”, largaduración compuesto de nueve canciones cargadas de rock y psicodelia. Camino que continuarán recorriendo y profundizando este año con la composición de nuevo material y lanzamientos online.
Fue en el 2013 cuando las primeras maquetas de Nacho Ríos y Felipe Mejía empiezan a tomar cuerpo y forma de canciones, las que se consolidaron con la llegada de Fernando “Chato” Poveda, marcando así el inicio oficial de Asirnos.
Power trío de clara influencia noventera, condimentado con altas dosis de psicodelia setentera y guiños hacia el rock progresivo. Marca registrada que despliegan y explotan al máximo en sus presentaciones. “Nuestro sello es la energía que se refleja en potentes shows en vivo con melodías inmersivas, duras y envolventes que no dejan indiferente al oyente. Además, a lo largo de nuestro andar se ha destacado el fomentar espacios para compartir con otras bandas y apoyar iniciativas del medio sociocultural”, señalaron.
En estos casi ocho años de trayectoria, la banda ha dado como fruto discográfico dos producciones. La primera es un split o lanzamiento en conjunto el 2017 con el también grupo penquista Pulgas con Batas. Y la segunda liberada a mediados de enero de 2021. “Se trata en el fondo de nuestro primer LP llamado ‘La Espera’, el cual contiene 9 canciones grabadas en nuestra casa, mezclado y masterizado por Francisco Campos entre el 2017 y 2019. Entre estas dos producciones también se grabó el sencillo ‘Burlas’ junto al legendario Barry Sage en Estudio Souvenir”, explicó la banda.
Añadiendo que “las letras y melodías del disco ‘La Espera’ se inspiran en experiencias interpersonales que se plasman a través de diferentes paisajes sonoros y armonías vocales tanto dulces como desgarradoras”.
A modo de reflexión y ya con una cantidad de tiempo considerable en el circuito sonoro penquista, el power trío considera a la llamada “cuna del rock nacional” una ciudad no muy rentable con los proyectos musicales.
“Creemos que existen muchas iniciativas que generan material de muy buen nivel que no llega a surgir del underground o de la etiqueta de ‘emergente’, pues lo más crucial para esto, a nuestro parecer, tiene que ver con las gestiones y trabajo profesional en relación a aspectos ajenos a lo estrictamente musical, como la generación de espacios, asesorarse por expertos en marketing digital o autogestión de material discográfico aprovechando las tecnologías existentes. Con estas consideraciones cualquier ciudad podría ser ‘cuna del rock’”.
Camino recorrido en que también han llevado su música a otras regiones -Santiago, Valparaíso- e importantes escenarios, como la edición 2017 y 2019 del Festival Woodstaco. “Más que a escenarios o lugares en específico, nos gustaría llegar con nuestra propuesta a lugares donde la gente resuene y vibre escuchando música, además de poder conocer otros interesantes proyectos musicales. Ejemplos de esto son festivales como el Woodstaco, donde ya hemos tenido el agrado de participar en dos oportunidades, u otros festivales o eventos independientes, benéficos o en apoyo de alguna causa social”, concluyeron.