A través de su sonido que va desde el pop, balada, funk, hasta el jazz y el rock, busca destacar dentro del ambiente sonoro penquista. Su LP “El arte de vivir”, liberado en mayo, es el primer paso en pos de ese objetivo.
A finales del 2018, Samuel Flores comenzó con la idea de compartir sus composiciones con el público, las cuales apuntan a diferentes temáticas de la vida y que, finalmente, desembocaron en “El arte de vivir”, su primer LP liberado en las plataformas digitales de música en mayo pasado.
“El proyecto desde su inicio lo pensé para que fuese tocado por varios músicos, debido a la cantidad de instrumentos que se utilizan en las canciones, por lo cual, una vez habiendo lanzado el disco me preocupé de conseguir músicos. Por lo cual, la banda la conforman bajista, baterista, guitarrista eléctrico y dos tecladistas, además de los instrumentos que toco, como la guitarra electroacústica y saxofón, además del canto”, dijo el músico.
A lo que añadió que “no obstante, producto de la pandemia, el proceso de ensayo y avance con los demás músicos se ha visto truncado. De igual manera, he participado de pequeños eventos online y locales donde he tocado solo y de forma más acústica”.
Sin encasillarse en un estilo en particular, ya que su propuesta varía entre el pop, funk, balada, soul y pequeños elementos del jazz y rock, Flores ve en esa versatilidad lo destacado de su propuesta y que sobresale dentro del circuito local musical.
“La diferencia de lo que hago está en los elementos usados en las canciones, tales como el mensaje, (temática positiva para un bienestar emocional) y la música como tal (instrumentos orgánicos y digitales variados, distintos estilos musicales, etc.). En definitiva, el concepto principal o sello sería la temática que se aborda en cada canción, sobre los altos y bajos de la vida y, además, brindando alguna solución”, dijo.
De ello y más queda de manifiesto en “El arte de vivir”, el que se inscribe como su debut discográfico -tiene, además, diversas maquetas de más temas y colaboraciones con otros músicos que pronto verán la luz- y sobre el cual detalló que “la inspiración de la temática del primer disco, en general, nace de un análisis constante introspectivo, en donde he sacado propias conclusiones de los procesos vividos, además de indagar en el mismo tema conversando con personas con más experiencia y buscando información sólida. La inspiración musical nace del concepto que se quiera trabajar, aunque en varias ocasiones compuse de forma sensitiva, sin tener un concepto claro y, posteriormente, añadirle uno”.
Sobre a los escenarios que le gustaría llegar con su música, Flores tiene claro que “principalmente apunto a un público un poco más serio, con ganas de querer consumir algo que edifique y aporte mentalmente, ya sea en letras como en música. Por lo cual me gustaría tocar en teatros y festivales, aunque la verdad no me cerraría a alguna propuesta interesante”.
Y si se trata de escenarios, el guitarrista considera como una gran plataforma de oportunidades la llamada “cuna del rock”, ya que “si bien existe una alta demanda por parte de los músicos, con una abundante y prolífica escena, si uno se esmera puede conseguir un espacio dentro de lo que ofrece la ciudad”.
En cuanto a sus proyecciones para lo que queda de año y tras salir Concepción de cuarentena, Flores espera poder “retomar los ensayos pensando en tocar en algún momento en vivo y así ganarnos un espacio en el mundo de la música penquista, y por qué no, a nivel nacional. Además, seguiré trabajando en las canciones próximas a salir, ya que tengo muchas ideas en mente y me gustaría que se concreten”.