Cultura y Espectáculos

Gestores culturales: el puente necesario y clave entre artistas, instituciones y comunidades

Un rol que si bien hace años no existía como tal y se hacía como algo instintivo, ahora es una profesión clave en el ambiente cultural. Una figura a veces invisible, pero que tiene una función clave detrás de alguna idea o proyecto artístico, ya sea público o privado.

Por: Mauricio Maldonado 28 de Junio 2020
Fotografía: Andrés Oreña

“Ha cobrado una relevancia enorme según mi opinión ¿Por qué? Porque hace 10 años no estaba acuñado el concepto, no se estudiaba ni tampoco tenía nombre, era sólo como algo que nos gustaba. Después se ha ido profesionalizando, aunque igual sigue siendo una labor u oficio invisibilizado”.

Son las palabras de Javiera Matus, gestora cultural de la Corporación Cultural de Los Ángeles, y que reflejan a grosso modo cómo ha ido evolucionado, cobrando identidad e importancia la figura del llamado gestor cultural. Es más: Matus, haciendo hincapié en esta relevancia y profesionalización de una labor que antaño se hacía a pulso y por mero instinto, comentó su inclusión como una especie de especialización dentro de la carrera de Artes Visuales de la UdeC. “Una mención en gestión cultural, lo que se transformó en todo un hito para quienes nos dedicamos a esto. Tenemos un nombre y sabemos lo que hacemos o se denomina de tal modo”.

Más allá de esta puntualización, en términos simples, ¿qué es un gestor cultural? ¿Qué hace? “El gestor cultural es el vínculo con la institucionalidad, sea pública o privada, y los creadores o artistas. Es el rol que cumple. Generalmente, gestionar y vincular todo lo que es el aparato administrativo, proyectos y programas al servicio de todos quienes están ejecutando proyectos que hay que exhibirlos en organizaciones, corporaciones, teatros, entre otros espacios”, dijo Arnoldo Weber, gerente de la Corporación Artistas del Acero y quien también tiene una amplia experiencia como gestor cultural.

Weber hace un contrapunto o distinción entre un administrador cultural y un gestor, además de existir una cierta clase o tipos de gestores, es decir, “de quienes están a cargo o administran ciertos espacios dedicados al quehacer cultural y artístico, mientras que la gestión va un poco más allá y tiene que ver con ese vínculo entre lo administrativo, público y privado, y la creación global de una localidad determinada. Y también hay gestores desde las poblaciones hasta las grandes ciudades y comunidades, se da en distintas partes”.

Por su parte, para María Angélica Ojeda, gerenta de la Corporación Cultural de San Pedro de la Paz, quien también desde hace años ejerce una labor de gestora cultural, esta figura “tal como lo dice la palabra, es quien está gestionando todo o que tiene que ver con el ámbito de la cultura, el poder generar convenios, lazos, recursos, postular a fondos, abrir puertas en beneficio de la cultura, específicamente, para los artistas. Y también un trabajo relacionado con el fomento de la industria creativa. Es algo muy completo. Trabajar en gestión cultural es apoyar en todo lo que un artista o comunidad requiere, incluso, con el patrimonio material e inmaterial”.

Una labor que, como sucede en gran parte del espectro artístico cultural, no está exenta de obstáculos y dificultades. “Es un trabajo súper completo, que apasiona un montón, pero a veces es un poco ingrato, ya que tenemos que hacer lo mismo que los artistas, buscando opciones donde a veces no las hay ni tampoco los recursos. Y de la misma forma, una vez con los recursos, el saber y poder administrarlos de la mejor manera”, dijo Ojeda.

Vínculo y nexo fundamental

Alejandra Villarroel, periodista y también gestora cultural que ha levantado el programa Activa tu Presente con Memoria y profundizando sobre lo planteado por Weber en cuando a los distintos tipos de gestores que existen, comentó que “están los gestores culturales institucionales, que tienen distintas características y otros propósitos que las gestoras o gestores comunitarios, por ejemplo. La gestión cultural toma distintos matices o características dependiendo de los objetivos que tenga. Pero, en ambos casos -instituciones y comunidades-, los gestores culturales se caracterizan por ser personas que conocen y son ávidas de hacerlo, del entorno, los códigos e identidades que los rodean. Y es capaz de hacer un puente entre todo el acontecer cultural, ya sean los teatros, artistas, e instituciones”.

A lo que completó que “la gestión cultural articula los elementos que componen los eslabones de la cultura, es decir, a las comunidades con su territorio y sus imaginarios culturales, y en esos territorios están los artistas”.

Mientras que para Sebastián Rivas, gestor cultural y cabeza de Casa 916, “la gestión cultural va más allá de la producción, es la realización que hay detrás de un proyecto, o sea, la gestión va por el lado de planificar y pensar la estrategia con la cual tu ejercerás la producción. Es la estrategia y formulación de un discurso a través de la gestión y también es mediación. Es el intermediario de algún grupo artístico, una disciplina y el público o comunidad receptora de aquel trabajo, por ejemplo”.

Una profesión u oficio que para él va más allá de estudiarlo en alguna institución de educación profesional. “El título es ‘un pelo de la cola’, la gestión cultural en la universidad, principalmente, te dan a conocer realidades de proyectos, generarlos, cómo desarrollarlos, escribirlos y todo eso, más lo técnico, pero una vez afuera de la universidad con el título y no sabes qué hacer, es como sólo una herramienta. Es difícil que te contraten como tal, el campo laboral está reducido y copado, entonces, ahí hay un tema de siempre reinventarse. Más aún en el contexto pandémico por el cual atravesamos, ya que dejó en evidencia la precarización de todo esto, del ambiente cultural, gestores y su realidad laboral”.

Opinión en que coincide con lo manifestado por Matus de la Corporación Cultural de Los Ángeles, quien apuntó que “hay quienes lo estudiamos y otros no, pero que en el fondo da lo mismo al momento de trabajar, los títulos no te generan casi nada en este ámbito, lo importante es el conocimiento del sector y el territorio , además de conocer los instrumentos que te entrega el Estado para generar y levantar proyectos, más allá de lo que uno pueda aprender estudiando”.

En la vereda de profesionalizar de manera permanente a la gestión cultural, hace poco más de tres años se creo la filial regional del Gremio de Gestores Culturales (AdCultura). “Permite compartir experiencias y conocer las diferentes realidades de la profesión. Una red que nació en Santiago y que de acá de la Región de a poco se ha ido nutriendo de más miembros”, acotó la gestora.

También, destaca mencionar y dejar de manifiesto, el exponencial número de quienes se dedican a la gestión en nuestra ciudad. Rivas, junto a Camila Lara y Camila Montecinos, están llevando adelante un catastro a nivel local sobre los gestores culturales, el cual está en plena etapa de desarrollo. “La idea es en el futuro, precisamente, el tener una herramienta de poder entender qué es la gestión en la provincia, cómo es entendida y quién la ejerce”, expresó la también artista.

Para más detalles y conocer este análisis y sus interrogantes, visitar el Instagram y Facebook catastro gestores culturales provincia Concepción.

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