Parte de la cobertura se rajó a causa de las fuertes ráfagas de viento ocasionando filtraciones de agua. Como esta parte debe ser importada, no será fácil adquirirla en la actual emergencia, y por ello no se sabe cuándo se realizarán las obras. Por ahora, se busca una solución provisoria.
Ya con las condiciones climáticas un poco más calmas, autoridades del Teatro Biobío, MOP y la constructora Echeverría Izquierdo inspeccionaron ayer con más detención los daños que sufrió el inmueble durante la jornada del lunes, la cual se caracterizó por intensas lluvias y sobre todo fuertes ráfagas de viento, que produjeron problemas principalmente en parte de la membrana que recubre el edificio.
“Las salas del edificio son estructuras independientes, por tanto ellas están en perfecto estado. Lo que se vio afectado, o lo que ocurrió, fue que hubo desprendimiento de la membrana de la techumbre que cubre pasillos por donde transitaba el público. No obstante, obviamente, el ingreso de agua genera daño en el piso y en la fibra de coco que están en algunos muros, de los cuales se tienen que reparar, pero no hay problemas en la escenotecnia ni en las butacas”, puntualizó Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío.
Palabras a las que agregó que “la membrana se rajó en el techo, pero no en la parte lateral del edificio, no en el perímetro. Igual es una cosa impactante -que se haya rajado- no es algo menor. Pero, por la estructura y diseño del edificio, no impacta a las salas tampoco a las oficinas y camarines, en ese sentido no es algo de gravedad”.
Isidoro Valenzuela M.
Desde que se declaró la alerta sanitaria y las posteriores medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus, el Teatro Biobío ha mantenido sus puertas cerradas y en paralelo ha ofrecido una serie de actividades de manera online, lo cual, en cierta medida, le ha favorecido ante este episodio climatológico. “Paradójicamente resultó beneficiosa esta situación -programación virtual y no presencial- y permitirá que el MOP responda junto con la constructora y se puedan hacer los arreglos pertinentes”, señaló Peró.
En cuanto a tiempos de espera por el arreglo de los daños, estos son relativos y en concordancia con lo difícil del contexto de la Covid-19. “Esta reparación no deja de ser compleja, así va a tomar tiempo y estamos esperando que el director regional de arquitectura del MOP pueda hacer todas las gestiones lo más rápido posible para que la constructora responda. Serían dos etapas: una primera reparación provisoria para no enfrentar al descubierto la llegada de la nueva membrana, y eso llevará tiempo en las condiciones de pandemia que estamos viviendo. Pero todas estas etapas dependen del MOP y de Echeverría Izquierdo. Nosotros sólo podemos insistir y estar con las puertas abiertas para recibirlos”.
Por su parte, Aldo Careaga, director regional de arquitectura del MOP, comentó sobre los pasos a seguir y la evaluación de daños. “Estamos justamente en eso, evaluando los daños, tratando de determinar cuáles serán las acciones de mitigación que podremos hacer en estos momentos. Tenemos a la empresa subcontratista que instaló el revestimiento y que también está en terreno, así que estamos en ese proceso inicial de ver qué fue lo que pasó y la manera de enfrentar los días de lluvia que siguen. Evaluando los plazos , qué podemos hacer y dentro de qué tiempo lo podemos concretar, viendo todos los pro y contras”.
Sobre la adquisición del reemplazo de la membrana dañada, Careaga dijo que “hay que ver todos los detalles, hay que hacer un trabajo que evidentemente nos permita no sólo pasar este momento de lluvia, sino para los próximos meses. La membrana, efectivamente, es importada y no es fácil de adquirir, hay que mandarla a pedir con anticipación y, dada la contingencia a nivel mundial, los plazos de entrega no son los de antes, lo cual también tendremos que evaluar. Hay muchas aristas en este trabajo para poder determinar a ciencia cierta cuándo superar esta situación”.