Intérpretes escénicos locales han debido ingeniárselas dentro de este complejo panorama. Funciones pregrabadas, cuentacuentos, radioteatro, talleres online, entre otras, son algunas de las técnicas y formatos usados. Maira Perales, de La Otra Zapatilla, afirmó que “lo que hacemos dejó de existir por un tiempo”.
Incertidumbre y reinventarse ante la crisis parecen ser los conceptos que por estos días marcan el trabajo de quienes se dedican al arte escénico teatral, considerando la pandemia y la crisis sanitaria.
Una escena fracturada en fuentes laborales y generación de ingresos, que el lunes recién pasado celebró en todo el país su día. Efeméride que para Alfonso Lara, actor integrante de Microbia Teatro, entre otras compañías, tuvo poco o nada de sonrisas. “Es algo preocupante, hace poco el Ministerio de las Culturas liberó unos fondos, pero que son prácticamente para que nos destrocemos entre los compañeros, no es ninguna ayuda. No estamos de acuerdo para nada con este sistema y no por un tema de soberbia, sino más bien el como se planteó, como una especie de Fondart”.
Más allá del casi nulo apoyo del Gobierno hacia el teatro y a las artes en general, Lara comentó las acciones que han realizado como compañía y también como profesional dedicado a las tablas, con la idea de mantener activa y latente la escena por estos días de confinamiento. “Estamos cuestionándonos el quehacer teatral en estos tiempos de pandemia. Abriendo plataformas nuevas, en mi caso, he estado haciendo unos cuentacuentos y pretendo hacer ‘gorras virtuales’ con la idea de negociarlos con algunas municipalidades y ayudar a los estudiantes, también historias para subir a plataformas. Igual pensando en realizar clases, pero viendo cómo nos irá con lo primero y que ya estamos haciendo”.
Camino virtual y de plataformas que también ha debido utilizar y asumir Julio Muñoz, experimentado director teatral local, en los diferentes grupos en los que está involucrado, lo que ha sido un desafío para nada menor.
“Estamos en eso, tratando de reinventarnos. La virtud y esencia del teatro es un espacio en vivo y en directo contacto con los espectadores, transmitir de corazón a corazón. Ahora, al hacerlo desde Internet, el teatro ha debido recurrir a otro arte, que es el audiovisual y que comprende otro lenguaje distinto a lo más escénico. Estamos aprendiendo a ver cómo, desde ahí, ofrecerle al espectador una especie de performance escénica, es como la única manera de llevar el teatro al público, el cual está ahora en sus casas”, manifestó.
Por tanto, para Muñoz es posible hacer teatro bajo estas nuevas circunstancias y contexto, aunque matizó que “teatro como tal no, pero creo que son proyectos audiovisuales en que la disciplina interviene como un elemento, en que los actores y gente de este ámbito se proponen para trabajar y poder resistir esta situación de crisis”.
Para Maira Perales, actriz integrante de la compañía La Otra Zapatilla, estos casi dos meses desde que la escena se paralizó por la crisis sanitaria producida por el coronavirus, ha resultado un período complejo y de difícil resolución, buscando las maneras acordes para continuar con el nexo con la audiencia.
“Es súper difícil, como que no hay una respuesta clara de los pasos a seguir, ya que es algo que hemos ido tratando de dilucidar con mis compañeras y compañeros durante estos días. Hemos como investigado en el mundo sonoro, el radioteatro, estamos leyendo algunas obras para abordar el tema de la creación. Económicamente es súper difícil , porque lo que nosotros hacemos dejó de existir, por lo menos, por un tiempo. Estamos pensando en qué poder hacer”, confesó.
En este sentido, pero por el lado de la formación, levantaron dos talleres centrados en los procesos creativos desde el aspecto más teórico, los cuales mantienen por estos días abiertas sus inscripciones. “Es una de las pocas luces que vemos en este momento. Con Carolina (Henríquez), Óscar (Cifuentes) y Monserrat (Cifuentes) pensamos un taller de teatro, pero que también comprendiera el trabajo que realizamos como compañía y que en las versiones anteriores de esta instancia es muy práctico y físico. Por ende, lo replanteamos desde el aspecto más teórico, como mostrar el trabajo de mesa que está detrás de cada proceso creativo. De ahí que elegimos para trabajar las obras ‘Hamlet’ y ‘Los fusiles de la madre Carrar’”, detalló Perales.
A lo añadió que “esto es una modalidad nueva y existe ahora una tremenda oferta de talleres online, hay de todo lo que uno se pueda imaginar. Está difícil, también, por ese lado y no es lo mismo cuando hacíamos la convocatoria anual presencial”.
Mientras que para Juan Ríos, productor teatral e integrante de la Juan López Company, frente a la actual situación de crisis, igual es un momento propicio para realizar cosas nuevas e interesantes en el ámbito del teatro lambe lambe, el radioteatro y, también, en el ámbito de lo más digital, pero que falta desarrollar y pulir ciertos aspectos. “Tengo mis aprehensiones -de hacer teatro desde lo digital-, pero desde el aspecto técnico está súper bien que lo estén haciendo y se atrevan, aunque hayan ciertas falencias. Esto da pie a que se vaya mejorando, ya que el formato da para mucho”, sostuvo Ríos.
A lo que completó que “puede ser muy enriquecedor este formato digital, recién se está comenzando a explorar y podrían salir cosas muy interesantes. Si bien mata la experiencia del teatro y de ir a presenciar una función, puede abrir una puerta hacia una conversación más tecnológica entre el teatro y las personas, o sea, veo que la tecnología puede aportar mucho al teatro”.