Diario Concepción Radio UdeC TVU Noticias La Discusión
Ciudad

Una vida de trabajo con conciencia de la protección del recurso marino

Fuerza y perseverancia caracterizan a recolectora y dirigenta sindical que saca adelante un oficio históricamente masculino, mientras impulsa la protección de los recursos y mejores condiciones para su caleta.

Por: Cecilia Bastías 23 de Noviembre 2025
Fotografía: Carolina Echagüe

Pescadora artesanal de 63 años, recolectora de orilla, dirigenta de sindicato y mujer a cargo de administrar el muelle de Tumbes, además de ser madre y abuela. Así se puede describir la trayectoria de Marta San Martín, habitante de la reconocida caleta porteña.

Encontrarla en el lugar es muy simple, todos los habitantes del lugar la conocen. En la garita amarilla a un costado del muelle, se encuentra uno de los espacios en dónde cumple parte de sus múltiples funciones.

De sonrisa amigable y conversación fácil, Marta da muestra de su orgullo al hablar de su ocupación, así como recuerda que la pesca, que hoy ejerce con una pequeña lancha a motor, la heredó de su padre. Y lo de recolectora de orilla lo aprendió de su madre que desde muy pequeña la llevaba junto a sus hermanos, que hoy son buzos mariscadores y pescadores, a recolectar algas o mariscar.

Recuerdo que mi papá siempre decía, si no hay en este lado, vamos para otro. Con eso tan sencillo, enseñaba que uno tenía que buscar hasta encontrar dónde estaban las algas o las pancoras. Eso es la perseverancia”, contó con emoción en sus ojos.

Años atrás, cuando los hijos de Marta eran pequeños, su rutina era ir a buscar algas, llegaba a encarnar (poner la carnada a los anzuelos) después, a cuidar de los niños. Ritmo exigente que al momento no ha disminuido. “Pero para mí el mar es vida. Paisajes lindos. Acá camino y no necesito psicólogo, el mar la tranquiliza”, comentó.

Las labores diarias de esta recolectora, de acuerdo con lo que logra transmitir nítidamente, la hacen feliz. Aún así, tiene conciencia del sacrificio que significa, por eso uno de sus grandes anhelos con sus dos hijos de 46 y 45 años, fue “no quiero que mi hijo trabaje en el mar, pero los chiquillos se encantan acá. Estudian, pero, en el verano, se ven a todos metidos en el agua, sacando algas, aquí es vida. Nos faltan más oportunidades, pero acá es vida, esta caleta es muy linda”, afirmó. Actualmente su hijo es ingeniero mecánico y su hija prevencionista de riesgos.

En cuanto a la recolección de orilla, contó que extrae “luga, chicoria, otra que le llamamos la luga negra. También hay luche, ulte, collayullo. También recolectamos mariscos”, mencionó. Esta actividad trata de recoger lo que el mar dejó en la orilla o las rocas. Posteriormente esto lo puede vender a través de intermediarios para variados usos.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mujeres representan cerca del 50% de la fuerza laboral dedicada a la pesca de captura y acuicultura en el mundo. Su presencia, puede ser evidenciada en diversas actividades de la cadena de valor del sector económico, donde asumen funciones críticas como la provisión de insumos, extracción y cultivo, procesamiento primario y secundario, y también la comercialización. Por otro lado, la investigación “La visualización femenina en la pesca artesanal: transformaciones culturales en el sur de Chile”

(Álvarez, Stuardo, Collao y Gajardo, 2017), permite apreciar que en el país los ámbitos donde mayormente se percibe la participación de mano de obra femenina, se relacionan a la recolección de orilla, el trabajo en plantas de proceso y las actividades asociadas, como la agregación de valor o turismo.

Área de manejo

Marta San Martín explica que con su sindicato tienen un área de manejo que se da forma natural. “Tenemos hartos recursos, que es la almeja, el loco, tenemos la lapa negra. Hay muchos recursos, lo importante es que salen ahí de forma natural”, mencionó.

En ese entorno, la preocupación y cuidado por la preservación de los recursos es relevante. “Nosotros tenemos un plan de trabajo que adonde hacemos guardia, como le llamamos nosotros. Todos los días va gente a ver que esté todo en orden y también que no nos roben, porque ha pasado”, apuntó y detalló que eso se da mucho con el loco.

Preservar los recursos

He participado de reuniones sobre Medio Ambiente con charlas, hay mucha gente interesada y yo creo que es muy importante. Por ejemplo, hace un tiempo atrás vinieron a colocar un container, para que echaran los materiales sin uso los pescadores, pero resulta que nunca lo vinieron a sacar”, recalcó.

En la opinión de Marta ocurre que se hacen programas que duran un tiempo y se abandonan. “Estoy todo el tiempo en el muelle limpiando, sacando cosas, restos que van dejando porque los pescadores no encuentran dónde dejarlos y prácticamente muchos lo tiran al mar. Eso no me gusta, que boten cosas al mar”, expuso.

Junto con ello, como está normado en todas las caletas el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) está presente para hacer cumplir las normas de extracción en cuanto a tamaño y volumen. “Todo eso está en los estudios que hacemos nosotros, que se nos da una cantidad de productos que debemos sacar, en eso tengo al sindicato muy bien alineado”, refirió.

-¿Qué opina de esas normas que deben cumplir?

Nosotros tenemos que declarar los productos, porque Sernapesca viene cuando nosotros cosechamos, llegamos al muelle y ellos miden. Ven qué calidad de mariscos traemos, la cantidad, que tenemos, en eso estamos bien controladitos.

Yo creo que las reglas están bien, hay que tener una medida de extracción, porque de lo contrario acabaríamos con los recursos. Y creo que hasta el momento nosotros no hemos fallado en eso”.

Sindicato de mariscadores

Siendo la única mujer presente entre los 48 integrantes del Sindicato Buceo Mariscadores Caleta Cantera, Marta describió que suma 8 años como presidenta. “Siempre me elige la mayoría”.

Para ella, las brechas de género se han ido superando con el tiempo y con el empeño que han puesto las mujeres por abrirse camino, dando a conocer que por, sobre todo, buscan un objetivo común con sus compañeros. “Eso del machismo, como que ya está pasando, los varones ya están acostumbrados a que nosotras las mujeres nos hemos empoderado”, reflexionó.

Más tarde remando en un bote pequeño, volvió a mencionar que “este era un mundo de hombres, pero nosotras hemos avanzado”, determinó con brillo en su mirada.

Sobre por qué cree que la eligen constantemente, argumentó que “los pecadores para estar al frente de una dirigencia, se les complican los tiempos, porque ellos salen al mar. Entonces, como yo trabajo solamente en el verano en el mar y prácticamente tengo más tiempo como para hacer trámites”.

En cuanto al trato en las reuniones, Marta comentó que se siente respetada, escuchada y que ella también impone ese respeto. “Cuando un hay una discusión más alterada, yo los calmo. Y tengo que ser como mamá, psicóloga, hermana, prima, porque también somos familia”, afirmó y explicó que en el mundo de la pesca se conjugan el vínculo social, familiar y laboral.

En cuanto a las mujeres en las dirigencias, también comentó que conoce a muchas y existe un apoyo mutuo a pesar de que pertenecen a sindicatos distintos. “Yo soy directora de Ferepa Biobío, ahí me eligieron también”, dijo.

Es tan activa su vida social y dirigencial que ha recibido invitaciones a presentase como candidata a concejala de Talcahuano. “En ese momento no lo acepté, pero me quedó la idea”, comentó con una sonrisa.

Encargada del muelle

La labor de la persona a cargo del muelle implica tener preparado y en orden los elementos que utilizan los pescadores para recalar. Marta San Martín cuenta que en ese trabajo ha tenido buenos y malos momentos aseguró que no disfraza la realidad, resulta ser una labor de la que la mayoría rehúye porque es de mucho esfuerzo.

Me encargo de tener todo para que los pescadores vengan a hacer sus reparaciones de redes, de embarcaciones, el tener la lúa (carnada), hasta el tener las grúas funcionando. Y eso es harto compromiso, no hay horario, porque los pescadores llegan a la hora que pueden atracar, sacar sus productos, en la mitad de la noche o madrugada”, relató.

En cuanto a la forma de remuneración que recibe por estas funciones, Marta aseguró que son los propios pescadores quienes le pagan directamente. “Cuando hay dinero se cancela, cuando no, no. Se ve mucho el amigo, el familiar, entonces pasa que es muy así, a lo compadre”, puntualizó.

Sin embargo, la voluntad de ella es grande. Además, contó que “hay que tener como un trato especial con ellos, yo siempre digo que al pescador no hay que molestarlo cuando viene de su trabajo. Hay que tratarlo de forma cordial. Aunque, sí ellos son amables y el trato es bueno”.

Desafíos en la línea del horizonte

De su vitalidad, comentó que se siente orgullosa y capaz, con ganas de subirse al bote. Confiesa eso sí, que en el mundo de la pesca artesanal ha cambiado la mentalidad. Antes los padres no creían poder dar estudios a sus hijos, hoy sí.

Para Marta que también vende productos del mar en forma directa al consumidor, y ve cómo sus vecinas también buscan la forma de proveerse de recursos, existen importantes desafíos en Tumbes.

No dan permisos para vender en nuestra propia caleta ¿Cómo nos reinventamos? Nosotros le damos valor agregado a lo que nosotros ya sacamos, que son los productos del mar, deberíamos aprovechar mejor el turismo y ofrecerles más variedad”, declaró.

Los más importante y que a Marta la tiene decepcionada por la tremenda cantidad de reuniones a la que ha asistido al respecto, que es el alcantarillado que cada vez es más necesario en este asentamiento.

Por otro lado, requieren de evaluar una segunda vía de entrada a la caleta. “No tenemos otra entrada a Tumbes, ya ha habido incendios y realmente los carros bombas no han podido pasar, ya que en el verano aquí es un caos, aquí no hay estacionamiento”, contó.

Etiquetas

Notas Relacionadas