Existen básicamente tres clases con distintas eficiencias. Valores por mantenciones con recarga se diferencian según los kilos de la unidad.
Con el invierno suele intensificarse el encendido de estufas a leña u otras fuentes de calor para paliar los meses fríos con lo que, habitualmente, aumenta el riesgo de inicio incendios en las viviendas. También, producto de las lluvias, suelen aumentar los accidentes de tránsito por la falta de adherencia a la superficie donde el uso de extintores, en ambas situaciones, puede lograr salvar vidas.
Rhoddy Quiroga Burdiles, experto en emergencias, instructor en National Fire Protection Association 1041 (Asociación de Protección Contra el Fuego) y relator de cursos de prevención contra incendios, sobre lo más relevante a considerar al momento de adquirir un extintor para una vivienda o un vehículo, contó que para el caso de los autos “recomendaría apoyarse en lo que dice la ley o norma respectiva que en síntesis considera un extintor de polvo químico seco que, por lo general, son de un kilo donde la recomendación es que esté siempre con su mantención al día, ya que, es común, que las personas adquieran kit para los autos, pero luego se olvida de las mantenciones”.
En cuanto a los extintores para las viviendas, “se recomienda también de polvo químico seco que, dependiendo del tamaño o la cantidad de plantas que tenga la casa, pueden ser uno o dos extintores de 4 a 6 kilos, no considero necesarios más grandes que eso”, afirmó el experto.
De acuerdo con el también instructor, existen diferentes clasificaciones o categorías de los extintores. “Para lo que es la casa, respecto a todo lo que son materiales sólidos, por estufas o en dormitorios, correspondería el polvo químico seco, pero en la eventualidad que se ocupara la cocina para freír de manera periódica, ahí se sugiere el uso de un extintor de acetato de potasio que es para fuegos tipo ´K´”.
A su vez, Rhoddy Quiroga precisó que aquellos extintores para fuegos tipo “A” “son para combustibles sólidos; los con letra “B”, para combustibles líquidos inflamables y gaseosos; los “C”, son para combustibles eléctricos energizados y los “D”, para combustibles metálicos que a altas temperaturas se vuelven líquidos y se incendian y el “K”, es para grasas y aceites que se ocupan para cocinar”.
Respecto de equipos que son caratulados como multipropósito, el especialista aclaró que “los de polvos químicos secos tienen las letras A,B y C y para el de acetato de potasio sus letras son A y K por lo que sirve para una casa, porque el combustible más habitual en una vivienda es de tipo sólido”, dijo.
Actualmente, los precios de extintores disponibles en Concepción y alrededores fluctúan entre los $ 15 mil y $ 50 mil para el caso de los equipos nuevos. También existe la opción de realizar mantenciones periódicas que incluyen, generalmente, una recarga.
José Medina, de Extintores Hualpén, explicó que para vehículos se requiere habitualmente un extintor de un kilo que tradicionalmente se comercializa al interior de un bolso junto a un triángulo y un botiquín. “Tenemos a la venta en distintos formatos, ya sea únicamente el extintor y, si busca el kit completo, también contamos con ellos. El valor aproximado es de $ 15 mil, que considera el tradicional polvo químico seco que es multipropósito, que cambia para el caso de buses que piden de 10 kilos o camiones en que solicitan el de 10 kilos, según indique la ley para cada caso”.
“Para las casas también contamos con un extintor a base de polvos químicos secos multipropósito de 4, 6 o de 10 kilos en caso de que la vivienda sea muy amplia”. Sobre los valores en estos casos son alrededor de los $28 mil, nuevo y certificado, dijo.
Acerca del servicio de mantención y recarga de extintores tanto para vehículos como para uso domiciliario, José Medina, contó que también ofrecen esto a sus clientes. “La mantención consiste en desarmar completamente el equipo, retirar el polvo, revisar que no queden grumos y se recarga con polvos nuevos cuidando de que la presión también sea la correcta donde los precios dependen del tipo de extintor porque hay de 4 y más kilos, por lo general, en las casas de usan los de 4 kilos, cuyo valor de la mantención es entre $ 14 mil y $ 15 mil, mientras que para el de los autos, es aproximadamente de $ 6 mil, en casi casi todos los locales en Concepción es de alrededor de los $ 6 mil”.
En el retail también es posible encontrar una diversa gama de extintores según su uso y pertinencia, e incluso, es posible encontrar tutoriales y orientaciones.
Así, por ejemplo, en el sitio web de una tienda de alto alcance nacional se muestran tres tipos diferentes de aparatos para vehículos de polvo químico seco (PQS), de Dióxido de Carbono (CO2) y de espuma (FOAM).
En cuanto su versatilidad, los primeros y más comunes son utilizados para la extinción de incendios de Clase A (sólidos como madera, papel), Clase B (líquidos inflamables como gasolina) y Clase C (equipos eléctricos energizados). Los segundos, tienen eficacia en las categorías Clase B y C, ideales para extinguir incendios de Clase B (líquidos inflamables) y Clase C (equipos eléctricos).
Para el tercer extintor, con eficacia en Clase A y B, son para extinguir incendios de Clase A (sólidos) y Clase B (líquidos inflamables) según muestra la plataforma de la tienda especializada en Construcción.
Además, es posible encontrar información sobre la manipulación de los extintores en las principales situaciones de riesgo.
Los precios publicados son para el de 4 kilos, categoría ABC, para 2 kilos, de $ 23.990; 4 kilos, $ 28 mil y 6 kilos, a $ 50.990. Además, está uno por $ 15.990 de un kilo, de procedencia chilena, utiliza polvo seco como agente extintor y es de clase A.
En tanto, en la conocida tienda especializada para vehículos, publica en su web dos productos: un extintor de 1 kilo, más un triángulo y un botiquín dentro de un bolso. Así también, se ofrece un extintor de 1 kilo de forma independiente en cuya etiqueta se lee polvo químico seco con categoría ABC, multipropósito donde no señala expresamente su uso para vehículos.
Tanto la Mutual de Seguridad como la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), cuentan con manuales y tutoriales básicos sobre el uso y clasificación de los extintores.
Así, por ejemplo, en los documentos disponibles en sus respectivas plataformas se presentan definiciones de fuego, las condiciones específicas bajo las cuales ocurre el proceso como que el combustible esté en estado de gas o vapor, que los vapores y gases se mezclen con oxígeno del aire en la proporción adecuada para arder y que la mezcla de gases o vapores reciba suficiente calor para alcanzar la temperatura necesaria para iniciar y mantener la combustión (temperatura de combustión).
Así también se habla del “triángulo del fuego” al cumplirse las condiciones mencionadas, en las que participan básicamente tres elementos, combustible, oxígeno y calor.
Según la NCh-934 (norma chilena), el fuego se clasifica de acuerdo al material combustible que arde, en A, B, C y D siendo A, fuegos de combustibles ordinarios tales como madera, papel, géneros, cauchos y diversos plásticos. B, fuegos de materiales inflamables, gases inflamables (bencina, aceites, grasas, ceras, solventes, pinturas, etc.); C, fuego que compromete equipos energizados eléctricamente, en que, para seguridad personal, es necesario que el elemento extintor no sea conductor de la electricidad.
Una vez desconectada la energía, el fuego, corresponderá a uno de clase A o B, y D, que incluye la combustión de ciertos metales tales como Aluminio, Titanio, Circonio (en calidad de partículas o virutas) y no metales, tales como magnesio, sodio, potasio, azufre, fósforo, etc., que al arder alcanzan temperaturas muy elevadas (2.700 – 3.300ºC ) y que requieren de un elemento extintor específico.
Dada la categorización anterior, las mismas letras son utilizadas para determinar la clase de cada extintor según su eficacia para cada caso, donde existen extintores clase A, B, C y D cuyas composiciones, presión y químicas son todas diferentes pudiendo encontrarse, además, equipos con eficiencias para tres letras, como A, B, y C.