Comunidad se muestra dividida en el libre uso de la mascarilla

“Tengo 70 años, soy hipertensa y diabética. Creo que no es el momento de sacarme la mascarilla, por lo menos hasta que el coronavirus esté más controlado. Corro mucho riesgo”, aseguró Etelvina Rojas, adulto mayor que ayer temprano se encontraba comprando en un céntrico supermercado penquista.
Como Rojas hubo cientos de personas que, a pesar de iniciar la fase de Apertura en el plan Paso a Paso Seguimos Cuidándonos, decidieron continuar con el elemento de protección. La diferencia se vio, principalmente, en los más jóvenes como Eduardo Toro, de 21 años, quien afirmó que “la mascarilla me ahogaba, me cargaba, cada vez que podía me la sacaba. Ahora que empiezan los días con calor será más cómodo para todos”.
El comercio constató que la comunidad, en general, internalizó el uso del barbijo. “Lo que hemos visto es que el uso se da 50 y 50 porque la gente ya se acostumbró. Hay algunos clientes que han decidido dejarla, pero otros por seguridad prefieren seguir con ellas”, dijo Arturo Della Torre, director de la Cámara de Comercio de Concepción, comentó que en el gremio algunos trabajadores, incluido él, continuarán usándola por cuidado personal. “Me da confianza”, acotó.

Recomendada
El subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado, afirmó que si bien el país se encuentra en un buen momento epidemiológico con respecto a la Covid-19, hay momentos en que se recomienda fuertemente el uso de la mascarilla: cuando las personas tengan síntomas respiratorios, en el transporte público donde pueden haber aglomeraciones y en recintos donde no se pueda lograr una buena ventilación y existan personas de alto riesgo como adultos mayores y enfermos crónicos. “Por lo tanto, las mascarillas son un elemento que se van a quedar con nosotros, pero hoy podemos avanzar a un uso mucho más flexible”, añadió.
A pesar de la recomendación del gobierno, la falta de mascarillas fue evidente en algunos recorridos. “La mayoría de la gente está sin mascarilla, creo que el 80% de los pasajeros. Yo me voy a seguir cuidando y no dejaré de usarla”, afirmó Esteban Divarrán, conductor de la Línea Villa Futuro.
En cambio, en otras líneas como Las Golondrinas, el uso del barbijo era mayor. “Creo que la gente, por lo menos en mi recorrido no ha asumido todavía las nuevas medidas y las siguen usando (…) mientras esté haciendo mi trabajo voy a seguir usándola, me tengo que cuidar y la gente igual. Ojalá que las usen sobre todo cuando las micros van llenas”, dijo el conductor José Rodríguez.

Uso en farmacias
El Colegio de Químicos Farmacéuticos, a través de su presidente nacional, Jorge Cienfuegos, afirmó que la ley es clara, “la mascarilla se debe ocupar en centros de salud y todas las farmacias lo son. Por ende, el uso de las mascarillas debería ser obligatorio”, comentó.
Sin embargo, el subsecretario Cuadrado explicó que su uso sólo es recomendado porque las personas asisten a una farmacia por diversas razones, que no todas asisten por una atención clínica y, sobre todo, porque se trata de acciones de muy corta duración. “Es muy distinto estar en una sala de espera donde uno puede pasar 30 minutos, una hora o más, esperando una atención clínica, en un espacio cerrado versus una farmacia donde hay movilidad de las personas y estas suelen estar pocos minutos (…) Por eso el uso es recomendado, pero no obligatorio”.
La autoridad sanitaria agregó que en lugares de trabajo no se podrá exigir el uso de la mascarilla, pero que las empresas deben contar con ellas para quienes las requieran.
Recalcó que a pesar de contar con mejor escenario epidemiológico la pandemia no ha terminado y que en caso de aparición de una nueva variante de preocupación, que sea más letal o contagiosa, así como si aumenta el uso de camas críticas se podría volver a la obligatoriedad de la mascarilla.
En la última jornada el país registró 3.339 nuevos casos de coravirus, con 15.229 activos en total, mientras que en la Región los nuevos infectados llegaron a 417 y 2,009 personas con capacidad de contagiar.