Existen dos iniciativas en carpeta, pero aún se encuentran en fase inicial de desarrollo. Alcalde pidió agilizar al menos una de las iniciativas.
En medio de la imperiosa necesidad de mejorar los tiempos de desplazamiento en el Gran Concepción, las miradas se han vuelto y con razón hacia el sur, es decir, hacia la Ruta 160. Pero no existe el mismo entusiasmo por ver qué ocurre hacia el norte y para ello es necesario abordar la realidad que viven en Penco y las miles de personas que a diario se movilizan hacia Concepción y que también enfrentan altos niveles de congestión, aunque sin el “caos” que a ratos se apodera de la conexión hacia Coronel.
Y lo cierto es que hoy existen dos proyectos que podrían ayudar a que ese “gris escenario” no se repita. Se trata de la ruta Costanera Andalién Oriente y el Corredor de Transporte Público de la Ruta 150. Ambos en fase de prefactibilidad.
Así lo sostiene el alcalde, Víctor Hugo Figueroa, quien explicó que hasta ahora se han invertido cerca de $400 millones, en el desarrollo de los estudios iniciales para ambas iniciativas, pero aún quedan muchos años para que lleguen a concretarse.
En el caso de la ruta 150 y su ensanchamiento para incorporar vías segregadas para el transporte público, Figueroa indicó que hace tres años, junto a la seremi de Transportes y Vivienda, se trabaja para lograr que su ejecución sea considerada por el Gobierno central.
“Hay que entender que esta ruta no es que beneficie a Penco exclusivamente, sino que es el acceso norte a la ciudad de Concepción, es decir, todo camión, vehículo o transporte que viene desde el norte, entra por la ruta 150 , entonces tiene importancia“, explicó.
En el caso de la ruta Andalién Oriente, que busca ser una vía alternativa que se construiría paralelo a la línea férrea, se encuentra también con el estudio de prefactibilidad realizado a la espera de ser visado y continuar con la etapa de factibilidad.
“Paralelamente estamos trabajando en la ruta Andalién Oriente, que está en la misma situación, porque en ambos hicimos estudios de prefactibilidad, que son como $200 millones que se gastó para realizarlo. Ese estudio ya se terminó y estamos esperando el visto bueno para poder postular al estudio de factibilidad”, aclaró la autoridad comunal.
Sobre la realidad de conectividad vial, Figueroa reconoce que es natural que los esfuerzos estén centrados en mejorar lo que ocurre en la Ruta 160, pero que si no se agilizan las inversiones, muy pronto la ruta a Penco vivirá la misma realidad.
“En Penco, comparativamente hablando en el concierto del Gran Concepción, somos los menos afectados, aunque ya se esta viendo en los últimos cuatro años un aumento en los niveles de congestión. Creo que esa curva va ir en aumento, por eso es importante que el gobierno reacciones hoy día”, señaló.
El inconveniente reconoce es que al ritmo que avanzan ambas iniciativas a la espera de poder postular a los estudios de factibilidad y luego a la de buscar financiamiento para ejecutarlas, son al menos 10 años más, por lo que lograr poder obtener recursos por otra vía es fundamental para acortar los plazos y esa opción es poder lograr que una de ellas sea incorporada dentro de la relicitación de la autopista del Itata.
“Si yo le hago una carta Gantt del proceso de maduración, ambos proyectos van a nacer en la misma época, una va a costar, por decir algo, $80 mil millones y la otra va a costar $100 mil millones, la misma comuna. Entonces, además, van a competir entre sí. Para mi era ideal que se incorporara una en la relicitación de la ruta del Itata y que el estado financiaba la otra, pero por lo que le escuché al ministro y al gobernador regional, la decisión es bajar el precio del peaje y no agregarle más obras, para que la gente vea que el costo del peaje va a bajar. Pero vamos a tener congestión en ruta 150 cada vez peor y la gente va a sentir que paga un peaje y se encuentra con un taco de media hora o veinte minutos en la ruta 150 y creo que las autoridades deben prever aquello”, cerró Figueroa.