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Después de casi tres décadas, la UBB vuelve a tener una candidata a la Rectoría

La reconocida arquitecta postula al puesto máximo de la institución para el período 2022-2026. Su foco: rol público de la UBB, desarrollo sustentable, inclusivo, con perspectiva de género y justicia social.

Por: Silvanio Mariani 22 de Mayo 2022
Fotografía: Cedida

Después de casi 30 años, la Universidad del Bío-Bío vuelve a tener una candidata a rectora. María Isabel López Meza es arquitecta y docente en la UBB por más de 25 años. Entre otros reconocimientos de su carrera, fue Premio Municipal de Ciencias Sociales en 2015. Busca conducir la Rectoría de la UBB por el periodo 2022-2026 con énfasis en cinco ejes: “gobernanza colaborativa; enfoque inclusivo y del buen vivir; innovación, anticipación y adaptación; sustentabilidad socioambiental, y pertinencia territorial”. Aquí, un breve repaso de sus ideas y propuestas.

¿Qué evaluación hace de ese momento que vive la Universidad y de su candidatura?

MIL – Es un cambio histórico que va en sintonía con lo que ocurre en el mundo, y en Chile de manera más fuerte a partir del 2018, y que ha sido un impulso para una participación mucho más real de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública. Este cambio tiene un valor simbólico bien importante y contribuye a romper barreras invisibles que no se hablan y que se normalizan. Por ejemplo, las personas se acostumbraron a ver que las autoridades fueran siempre hombres y ni siquiera las mujeres se preguntaban, o se cuestionaban al respecto: ¿una mujer puede llegar a ser máxima autoridad de una institución? Ahora comienza a emerger en distintas universidades un cambio importante y eso me parece muy motivante para las nuevas generaciones de mujeres. La Universidad no es ajena a estos cambios. Renovarse y adecuarse a los nuevos tiempos, esa es la consigna. Soy enfática en sostener que las políticas de equidad deben estar presente en todo nuestro quehacer.

¿Cree que la universidad es una institución rígida? ¿Y de cierto modo, que perpetúa barreras para que las mujeres lleguen a la alta dirección?

MIL – Las universidades más bien reproducen relaciones desiguales que se han construido socialmente entre hombres y mujeres, en eso no son distintas respecto de otras instituciones. Por eso, avanzar en cuanto al número de mujeres que llegan y permanecen en una universidad es tanto o más importante que avanzar en el cambio cultural de las universidades. Llegar a las rectorías ha sido un proceso bastante lento. No hay nada legal que lo impidiera. La universidad está inserta en una sociedad que, aunque no se diga, era y es todavía bastante patriarcal. Siempre ha habido barreras. Por ejemplo, ser madre es un bien para toda la sociedad, no es solamente algo que beneficia a las mujeres, pero ellas asumen mayores costos en la conciliación entre lo laboral y lo familiar. En la práctica, eso ha impedido la participación de mujeres en muchos cargos. Es decir, si quiero ser buena madre, no puedo desarrollarme profesionalmente. O me desarrollo profesionalmente y entonces soy una mala madre. Hoy día nos damos cuenta de que es mejor, incluso para la familia, que haya una mayor corresponsabilidad entre padres y madres, que ambos compartan de una manera mucho más armónica las labores y que ambos puedan tener una vida profesional satisfactoria conciliando con la vida familiar.

¿Y qué la motiva a postular a la Rectoría de la UBB?

MIL – Por un lado, tiene un valor simbólico, son cada vez más las mujeres que estamos participando en la vida pública y que asumimos cargos de responsabilidad. Esa es una motivación importante. Soy una académica con trayectoria, conozco en profundidad la universidad. Por eso mi propuesta es colaborativa y de trabajar con los y las mejores en cada área. Por otra parte, como equipo de académicas y académicos nos motiva el momento histórico, con el mandato que el Estado y, esperamos, la nueva constitución, le da a las universidades estatales de manera preferente para ser un agente de cambio social, un ente que colabora en la formulación de las políticas públicas y que debe contribuir a reducir las brechas de desigualdad, aportar a la democracia y a una mayor desarrollo económico y social. En un país tan desigual como el nuestro es una labor muy importante como universidad pública que somos y que está inserta en Biobío y Ñuble. También porque el Gobierno del Presidente Boric ha relevado esa impronta para las universidades estatales.

“La invitación es a que se sumen a esta invitación que les hacemos a imaginar una Universidad mucho más cohesionada en que haya realmente una inclusión de todas y todos. Que esa inclusión y equidad sea real para mujeres, hombres, académicos, administrativos, estudiantes, profesionales”.

¿Cree que hay camino por avanzar en materia de vinculación con el medio?

MIL – Bueno, tenemos alumnos de pregrado y de posgrado insertos en el medio, tenemos centros de investigación, tenemos realmente mucha capacidad instalada para aportar. Creemos que esa vinculación entre la Universidad y los entes públicos se puede fortalecer mucho más. Hay investigación que a veces se publica, quizás en revistas científicas, en inglés, y eso está muy bien. Pero es también importante fortalecer la llegada de esta investigación al territorio y su aporte para resolver los problemas del país. La academia funciona en base a indicadores, tiene que cumplir con un cierto número de metas y está bien, es perfecto, pero de alguna manera se ha descuidado el impacto y su presencia en el entorno y eso es lo que hay que fortalecer. Que nuestro aporte en Ciencia y Tecnología, Innovación, generación de conocimiento sea un aporte sustantivo para el desarrollo sustentable de los territorios.

En esa línea, ¿Cómo ve usted la inserción de la UBB en el ámbito regional?

MIL – Nosotros creemos que hay diferentes maneras en que se puede fortalecer esta inserción. Se debe fortalecer mucho más la vinculación y articulación con el entorno a través de políticas claras a nuestros académicos y académicas para incentivar, en su proceso de evaluación, la inserción e impacto en el medio. Ese vínculo actualmente es más por vocación, pero no tiene un reconocimiento suficiente en la carrera académica. Es necesario reconocer ese trabajo para que los y las académicas puedan subir en la jerarquía en virtud de ese trabajo en la vinculación. Haremos cambios sustantivos en esa línea. También desde la Rectoría queremos incentivar líneas de investigación que aborden desafíos prioritarios para las regiones de Ñuble y Biobío, entendiendo que, por supuesto, hay libertad de cátedra y libertad de investigar. Por ejemplo, relacionando fuertemente los centros de investigación e innovación, es decir, la vinculación de la universidad con los desafíos que identifican los Gobiernos Regionales o los diversos ministerios, de manera a contribuir con ciencia y datos a los objetivos de desarrollo. Sean estos referidos al ámbito ambiental, productivo, alimentario, o salud, entre tantos otros.

¿Cuáles serían los ejes principales de su gestión en la Rectoría?

MIL – Un eje principal es la innovación con pertinencia territorial. Creemos que es muy importante que, como Universidad, tengamos un rol para aportar al desarrollo y en la producción de conocimiento pertinente, es decir, aplicado a la realidad y desafíos de las regiones. Queremos volver a ser un actor clave en el aporte a las políticas públicas, como lo hicimos en la construcción de la Estrategia Regional de Desarrollo 2015-2030, en las soluciones para el borde costero post 27F y, yendo más atrás, cuando la ex Universidad Técnica del Estado y la ex Universidad de Chile eran parte sustancial del desarrollo del sur, aportando profesionales y actuando en concordancia con los desafíos locales. Recuerde que tenemos 75 años de existencia. Fue en esta universidad, en 1963, que se creó con aportes de la FAO el primer aserradero mecanizado en Chile para contribuir a la creación de la entonces incipiente industria forestal en Chile. Generaciones de profesores han sido formados en las aulas de nuestra sede Chillán desde tiempos de Escuela Normal.

Su programa menciona el cambio de estatutos de la Universidad…

MIL – Sí, en eso hay que hacer una aclaración, porque hay dos tipos de estatutos. Están los estatutos de la Universidad en su conjunto y todas las universidades teníamos que actualizar los estatutos y ese fue un proceso que se terminó el año pasado. No estuvo exento de problemas en el sentido de que hubo distintas posiciones, fue un proceso un complejo. Sin embargo, hoy día tenemos una propuesta que tiene que ser ratificada por el Ministerio de Educación. Aparte de eso, está el estatuto académico qué es lo que nos rige a nosotros como académicos. Es un documento muy antiguo, desactualizado, tiene muchas cosas que ya no se aplican. Haremos una revisión profunda ahí. En relación con el estatuto de la universidad, este da un marco de gobernanza. Nos proponemos llevar a discusión interna triestamental su implementación, haciendo valer el rol que cada estamento tiene, y teniendo presente que el eje central de nuestra actividad es la academia.

¿Qué organismo aprueba o rechaza esas solicitudes?

MIL – Dos instancias. Una que está a nivel de facultad y otra que es a nivel central. En el futuro estatuto estarán el Consejo Universitario y el Consejo Superior. Sin embargo, organizaremos a la Universidad de manera que haya una activa participación de los actores, respetando la opinión de estudiantes y no-académicos. El sentido último de la Universidad es formar, crear conocimiento y transferirlo al medio de manera bidireccional, en eso no nos perdemos. Por ello la voz de los y las académicas es fundamental. Igualmente, tenemos que avanzar hacia un reconocimiento de las distintas realidades que tienen las disciplinas. Y plasmar esto en los procesos internos de evaluación.

 

Breve currículum: Es arquitecta titulada en la Universidad de Chile, magíster en Planning and environmental design de la Oxford Brookes University, Reino Unido, y doctora en Desarrollo urbano sustentable de la Universidad Politécnica de Madrid. Obtuvo también el postítulo en Historic Preservation en la Cornell University, Ithaca, Estados Unidos, y realizó una estadía de perfeccionamiento y capacitación sobre Terminal facility planning and urban design en el Ministerio de Construcción de Japón. 

 

Asocian su candidatura a movimientos feministas al interior de la UBB. ¿Hay apoyo formal en ese sentido?

MIL – No hay nada formal. Lo que pasa es que en esta universidad hubo movimientos importantes de corte feminista hace algunos años y había muchos casos de denuncias de acoso, de violencia de género. Estos casos estallaron porque ya llevaban mucho tiempo con demandas que no habían sido atendidas. Fue un movimiento nacional que tuvo su expresión acá en la Universidad del Bío-Bío. En ese momento nos reunimos con varias académicas y también mujeres de otros estamentos y profesionales y tratamos de influir en el sentido de solucionar este problema. Ese proceso culminó con la presentación de un petitorio que se presentó a los candidatos a la Rectoría en 2018. Ese petitorio tenía un piso mínimo y dentro de ello la creación de lo que es hoy la Dirección General de Género. Nuestra candidatura es amplia y recoge la modernidad, la innovación y la sustentabilidad. En ese sentido es una candidatura “progresista”, no hacer más de lo mismo, y donde la igualdad de derechos de género es un eje transversal.

¿Fue una de las pioneras en Chile en crear una institucionalidad de género?

MIL – Antes estuvieron la Universidad de Chile, la UdeC y la Austral de Valdivia. Pero también la UBB fue una de las primeras en el contexto país y sin duda la Dirección de Género y Equidad ha sido un avance, pero hay muchas cosas pendientes. Hoy día vemos que también hay casos que se siguen alargando, entonces hay bastante trabajo por hacer. En ese sentido la ley que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en la Educación Superior, es una tremenda oportunidad. Para mí es importante que la Universidad avance de manera decidida en estos temas y que, por lo demás, es parte de lo que nos pide el marco legal de las Universidades Estatales.

¿Votan solamente académicos o también otros estamentos de la Universidad?

MIL – La ley de Universidad Estatales establece el voto solamente de académicas y académicos que estén jerarquizados, pero a nosotros nos interesa la opinión de todos los estamentos. De hecho nos hemos reunido con las asociaciones de funcionarios administrativos de Chillán y Concepción, y próximamente esperamos reunirnos también con estudiantes. Queremos tener reuniones con todos los estamentos, aparte de todas las reuniones con las y los académicos de los departamentos, porque entendemos que la universidad la hacen todos y todas, independientemente de que hoy solamente vote el estamento académico.

De cara a la elección de julio, ¿qué mensaje le gustaría enviar a académicas y académicos de la UBB?

MIL – Que se atrevan a votar por un proyecto innovador. Tenemos mucho que hacer. Esta candidatura es una invitación a recuperar y a construir. Gobernaré con todos y todas. Mi condición de mujer me da algunos atributos que pongo a disposición. Que se sumen a esta invitación que les hacemos a imaginar una Universidad mucho más cohesionada en que haya realmente una inclusión de todas y todos. Que esa inclusión y equidad sea real para mujeres, hombres, académicos, administrativos, estudiantes, profesionales. Que todos sintamos que somos parte de este cuerpo, de esta institución y que también sintamos que tenemos esta misión tan relevante de relevar el rol de lo público en las dos regiones, Biobío y Ñuble. Tenemos una tarea muy importante y los invitamos a sumarse a aportar con ideas y a confiar en que estamos tratando de levantar esta candidatura que sea realmente un salto para la Universidad del Bío-Bío.

 

“Nuestra candidatura es amplia y recoge la modernidad, la innovación y la sustentabilidad. En ese sentido es una candidatura “progresista”, no hacer más de lo mismo, donde la igualdad de derechos de género es un eje transversal”.

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