Ante el aumento de familias provenientes de Venezuela, vendiendo dulces o pidiendo dinero en las arterias de la ciudad, comunidad extranjera, Desarrollo Social y municipio de Concepción, están coordinando lineamientos para evitar posibles vulneraciones hacia los menores.
El gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo y experto en infancia, Marcelo Sánchez, reveló a Diario Concepción que más de 190 mil niños trabajan en Chile, siendo la Región Metropolitana la que concentra el 60% de esta realidad y el Biobío el 15%.
“Cifras no menores, sobre todo porque se desempeñan en mercados informales, como ferias y comercio no establecido, expuestos a riesgos físicos y emocionales. Realidad que ha ido al alza durante la pandemia, al aumentar la pobreza (20%)”, dijo el experto en infancia.
Siendo la inmigración ilegal otro de los factores que se debe regular, “los cuales, por su condición irregular, tienen miedo de aparecer en la política pública, por lo que es muy difícil catastrarlos”, agregó Sánchez.
Bajo esa realidad, en calles de la Región, y en Concepción principalmente, se ha visto un aumento de familias venezolanas, junto a sus hijos vendiendo dulces o derechamente pidiendo dinero (muchas de ellas en situación irregular), lo que ha puesto en alerta a la comunidad bolivariana en la zona, como también a las autoridades locales.
“La situación es bastante fuerte, porque los vemos con niños vendiendo dulces, pasando por alto el daño que le hacen a sus hijos al trabajar con ellos en las esquinas, lo que se podría catalogar como vulneración hacia ellos”, señaló la representante de la comunidad venezolana presente en Concepción, Francia Campos.
Trabajo de coordinación
La compleja realidad ha sido analizada por la comunidad venezolana, junto a las instituciones gubernamentales, con el propósito de hacer un catastro de los casos.
“Hemos estado en conversaciones con la Seremi de Desarrollo Social y Familia, como también con las municipalidades, donde la de Concepción nos ha prestado bastante apoyo. A su vez, con el departamento de Migraciones, porque no es posible que niños y niñas pasen prácticamente todo el día en la calle, soportando el frío, lo que no ha sido fácil”, argumentó Campos.
Bajo ese marco, desde el municipio de Concepción se informó que el trabajo se realiza con toda la comunidad extranjera. En esa línea, en julio pasado firmaron un convenio con Naciones Unidas para el apoyo de refugiados y migrantes.
“Esta alianza con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) permitirá, entre otras cosas, realizar acciones como entrega de ayuda humanitaria a las familias migrantes necesitadas, las que ya comenzaron a ser entregadas según los protocolos de acción liderados por el organismo internacional y nuestra Oficina de Migrantes de Concepción” dijo el alcalde la capital regional, Álvaro Ortiz.
El jefe comunal agregó que en relación a la situación de los niños venezolanos, presentes en las calles, “a través de nuestra Oficina de Migrantes nos ocupamos de la población general en esa condición, para darles apoyo dentro de nuestras posibilidades, tanto en orientación legal como en ayuda humanitaria, enfocándonos en la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes”.
Recabando información
Desde Desarrollo Social y Familia, el seremi Alberto Moraga dijo que desde el Ministerio han visto con preocupación lo que se está pasa con los niños en las principales arterias de la ciudad, por lo que están articulando esfuerzos con la red calle, que lleva adelante su cartera.
“Estamos recabando los antecedentes para cruzar los datos con los municipios, para determinar si la realidad de aquellos migrantes es regular o irregular; si es que están en situación de calle o están sólo durante el día con sus hijos en ellas. Sin embargo, de todas maneras pareciera ser que se están vulnerando sus derechos”, manifestó el seremi.
Moraga agregó que “la idea es que con dichas acciones, podamos activar las alertas con las OPD de los municipios o bien con la Oficina de la Niñez, en el caso de Concepción, con quienes hemos mantenido contacto permanente. En ese sentido estamos gestionando las coordinaciones, para catastrar que los menores no estén en las calles durante las noches”, enfatizó.
Institucionalización de los menores
Marcelo Sánchez, también afirmó que “de no ser pesquisados los casos, los niños y niñas venezolanos, podrían terminar en un centro de protección, donde se ha visto un aumento de extranjeros los últimos años”.
Opinión que compartió la representante de la comunidad venezolana, Francia Campos. “Si bien la realidad de los niños que han ingresado a Sename, han sido por situaciones particulares, se podría incrementar aún más si las autoridades aplican la ley con los que están todo el día en las calles. Situación que se analizó en la última reunión que tuvimos con la PDI y Extranjería”, reconoció.
Asimismo, desde la Asociación Venezolana en Chile, Patricia C. Rojas, acotó que “estamos viendo que las familias que están llegando, vienen en situaciones precarias, con sus hijos en evidente estado de desnutrición, por lo que no nos sorprende que la cantidad de niños institucionalizados, pueda aumentar”.