El Senado esta semana aprobó el uso de tobilleras electrónicas para hombres acusados de Violencia Intrafamiliar. Víctima considera que medida, pese a ser beneficiosa, es tardía considerando las que ya no están. Desde SernamEG, Lissette Wackerling dijo que proyecto responde a un cambio cultural y se debe entender desde esa mirada.
“La cocaína fue el detonante de todos los problemas. Yo estaba casada y mi ex marido se metió en las drogas y el día que lo eché de la casa, por estar consumiendo en el baño y en la pieza contigua mi guagua de meses, comenzó mi infierno”
El relato es de Abigail (nombre ficticio para proteger su identidad), quien cuenta que en ese arranque de ira él pegó combos y patadas, para luego continuar agrediéndola psicológicamente. Logró una medida cautelar y su ex marido estuvo tres años sin verla, como tampoco a su hijo.
Situación que cambió cuando levantaron la medida de protección: “volvió a la casa y me pegó nuevamente, no contento con eso amenazó con quitarme al niño, lo volví a denunciar apoyada por mis padres y hoy no se puede acercar a mí, pero esta vez de forma definitiva”, comentó Abigail.
Como ella son muchas las mujeres que son víctimas de violencia, realidad que se ha dado más durante la pandemia y los extensos periodos de cuarentena que se dieron por el alza de contagios de Covid-19.
Sin ir más lejos, en el Biobío, datos proporcionados por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género, SernamEG Biobío, durante el segundo semestre de 2020 se realizaron 17.889 atenciones a víctimas de violencia de género, número que aumento a 21.510 en lo que va de año en Biobío.
“En cuanto a los llamados al 1455, a nivel nacional se atendieron 2.117 el año pasado y durante el 2021, llevamos 710. No tenemos el dato de cuántos corresponden al Biobío, porque no se les exige cuando llaman buscando orientación decir de que comuna son”, comentó la directora de SernamEG, Lissette Wackerling.
Es por ello que la aprobación en el Senado, del proyecto que establece el monitoreo telemático para los casos de Violencia Intrafamiliar (VIF), es relevante sobre todo para aquellas que perdieron la vida a causa de los maltratos, al interior de sus hogares.
“La tobillera electrónica es una medida favorable, para que la cautelar de alejamiento determinada por los Tribunales de Familia se cumpla a cabalidad, porque hará que gendarmería monitoree georeferencialmente la ubicación del agresor, alertando a las policías, cautelar que a la fecha muchas veces no se cumple. La mujer se podrá sentir respaldada y protegida”, sostuvo Lissette Wackerling.
Asimismo, la senadora (PPD) y gestora del proyecto, Adriana Muñoz dijo que esta era una gran noticia para las mujeres chilenas. “El aumento del femicidio es alarmante, hoy a mitad de año llevamos más de 20… Este sistema busca prevenir el asesinato de aquellas mujeres que se atreven a denunciar en los tribunales”, enfatizó.
Sin embargo, la medida genera sentimientos encontrados en la Región. “Si bien el susto siempre está y hoy tengo un marido que me protege, que les pongan una tobillera a los agresores, para ponerles un límite, será beneficioso, pero es tarde, pensando en las que ya no están. Yo tuve suerte”, comentó Abigail.
En la misma línea, Paloma Zúñiga parte del movimiento político Feministas Articuladas En Movimiento (Faem) en el Biobío, “es una buena iniciativa, considerando que el objetivo es evitar un femicidio, pero es un poco extraño ver como en un proceso electoral, el Senado está acelerando proyectos que estaban en el tintero. Esto se debió discutir hace mucho tiempo, considerando la cantidad de mujeres muertas que tenemos en Chile hasta la fecha, es desesperante porque hablamos de la vida e integridad de todas aquellas que han sido vulneradas, pero aun así es valorable”.
En tanto, para la directora de SernamEG comentó que “no se le puede determinar cómo tardía, puesto ha habido un cambio cultural en la sociedad y siempre cuando se mira para atrás nos damos cuenta que se debió hacer hace mucho tiempo. Es por ello que ante el cambio de mentalidad, se deben endurecer las medidas en el corto tiempo, lo que va de la mano cuando nos damos cuenta como sociedad que estas acciones no deben hacerse, porque hace 20 años, los vecinos tomaban como normal que hubiera violencia intrafamiliar, lo que aún cuesta, pero vamos avanzando en la erradicación de la violencia”.
Sobre lo que viene, el proyecto deberá ser votado por la Cámara Baja, para luego ser remitida al Ejecutivo para su firma y promulgación como ley.
Desde el municipio penquista, desde la oficina de la Mujer, han venido trabajando en atenciones a víctimas de violencia intrafamiliar (VIF), en convenio con SernamEG, a través del “Centro de la Mujer”.
“Atendemos a víctimas en contexto de pareja o ex pareja, sumando no sólo a mujeres de Concepción, sino que también de San Pedro de la Paz y Santa Juana, sobre todo en este tiempo de pandemia, donde la violencia hacia ellas se ha visto aumentada, incluso duplicada”, afirmó la encargada municipal, Carolina Toro.
En cuanto a lo que se busca abordar, Toro aseveró que “el trabajo se centra en una línea de sensibilización y promoción sobre cómo evitar que estas situaciones se sigan repitiendo”.
Para ello se realizan capacitaciones llevadas a cabo por monitores y monitoras entendidos en violencia de género, con la intención que la población se sensibilice con estos temas y se transforme en un denunciante de este tipo de hechos. “Trabajo que extenderemos, a partir del próximo año a víctimas de violencia en el pololeo, con la intención de hacerlo más global”, complementó la encargada de la Oficina de la Mujer.