Bajo el nombre “Cadena de Favores”, aficionados a las motos se unieron para prestar ayuda humanitaria a los más desvalidos. Hoy suman 120 colaboradores, con labores diferentes entre sí.
La frase “cadena de favores” describe el acto de hacer algo por otro, con la idea de que esa persona ayude a otra, formando una seguidilla de buenas acciones, con la simple idea de hacer el mundo mejor.
Esa motivación es lo que llevó a un grupo de motoqueros a formar la organización Cadena de Favores, desde donde entregan ayuda humanitaria a personas en situación de calle, hogares de niños, campamentos y tomas presentes en la Región del Biobío.
Ayuda relevante, más considerando que datos entregados por la Seremi de Desarrollo Social dan cuenta que en la Región viven 1.370 personas en situación de calle, de los cuales más de 700 se encuentran en la intercomuna de Concepción- Talcahuano. En cuanto a campamentos se registran 6.346 hogares, según el Minvu, siendo 4.868 de la capital regional, además de 502 familias que viven en tomas ilegales.
“Yo siempre he tenido vocación social, soy bombero, por ende siempre ha estado en mí ayudar a la gente. Hace cinco meses con un grupo de amigos motoqueros salimos a repartir pan y café a personas en situación de calle en Concepción. Partimos con 15 panes y hoy repartimos en promedio 50, además de abrigo, ropa e insumos médicos: mascarillas, alcohol gel, entre otros, los miércoles de cada semana”, explicó el fundador de Cadena de Favores, Víctor Sáez.
Futura ONG
Si bien en un inició Sáez invirtió su primer 10% en ayuda a los más desvalidos, masificó la labor social gracias a que se han ido sumando nuevos adherentes, a través del Facebook “Cadena de Favores”, llegando incluso a prestar ayuda humanitaria a pobladores de Alto Biobío, afectados por la pandemia.
Tal es el caso del matrimonio conformado por Priscilla Aguilera y Claudio Villarroel, ambos motoqueros, quienes, por un grupo de amigos llegaron a la organización.
“Para nosotros ha sido tremendamente gratificante, porque ayudar a gente que no tiene nada o muy poco, es relevante para darle a conocer a nuestros hijos que, desde nuestro bienestar, podemos prestar colaboración a los que menos tienen”, comentaron.
La organización que cada día suma más adeptos, hoy cuenta con 120 participantes, todos con labores distintas. “Algunos se encargan de recolectar insumos, otros de aportes en dinero con los que compramos los alimentos y otros que se encargan de conseguir abrigo y ropa para los que están en situación de calle y precariedad, todo esto supervisado por mí”, explicó Víctor Sáez.
Cada miércoles el grupo de motoqueros se reúne fuera de la Catedral de Concepción, desde donde se despliegan para entregar alimentos y abrigo a personas en situación de calle.
Agrego que “la idea es tener todo controlado, porque queremos formar una ONG, así será más fácil delegar responsabilidades y tener una cuenta fija, donde podamos sumar aportes para ayudar a más gente”, detalló.
En esa línea, este viernes realizarán una ruta social, en un hogar de Chiguayante y en una iglesia de Talcahuano, donde viven personas sin hogar, para luego continuar a Coelemu, donde repartirán abrigo y comida a familias vulnerables.
El grupo de voluntarios viaja a distintos puntos de la Región, para entregar insumos a pobladores vulnerables.